martes, 17 de enero de 2017

Matrimonio por contrato - Cap ítulo 10 -Un encuentro fortuito

Y pasaron los nueve meses de embarazo y Aisling dio a luz una preciosa niña, que colmó de felicidad a sus padres.  Decidieron hacer un viaje a Bibury para que sus familias conocieran a su hija.  A todas luces, se les veía felices y enamorados;  sería un viaje de ida y vuelta.  No deseaban permanecer lejos de su hogar.  No se sentían cómodos entre sus padres, además Patrick estaba teminando una novela que la publicarían en un breve espacio de tiempo. Y como le adelantara su mujer, efectivamente, la inspiración surgió de repente en la tranquilidad de aquella casa, ahora algo alterada por la llegada del bebe. Comenzaba a recoger los frutos  Económicamente marchaban bien, ya que sus libros comenzaban a ser populares y las ventas se incrementaban notablemente.
 De todo ello, el artífice era su mujer, que había tenido paciencia para esperarle, para que él encontrara la estabilidad que necesitaba, lejos de las presiones familiares.

Aisling le había acompañado siempre, pero con la llegada de su hijita, eso ya no era posible, por tanto acudía acompañado de su editor a la firma de sus novelas.  Y aquella tarde, tuvo una sorpresa para nada esperada.  Firmaba los libros sin a penas mirar a la persona que se los tendía: sólo una sonrisa y adiós.  Pero aquella dama, fue diferente

- ¿ Me dice su nombre? - preguntó a la elegante mujer que estaba frente a él
- Simplemente Melissa

Patrick levantó la cabeza rápidamente al escuchar aquella voz tan conocida y aquel nombre. Sus sentidos no se habían equivocado.  Después de tanto tiempo, se reencontraban.  Pero la Melissa que tenía delante, distaba mucho de ser aquella chiquilla que le dio su amor y su ayuda, y que él tuvo que abandonar por imperativo paterno.  Estaban frente a frente, al cabo de tanto tiempo.  Se miraban sin pronunciar palabra. Estaba asombrosamente bonita, bien vestida  y serena. A la vista estaba que su vida había mejorado notablemente.  Y fue ella la que rompió el silencio

- Sabía que lo conseguirías. Tienes mucho talento. Compré tu prime libo y cada uno de los que publicas.  Me alegro enormemente que encontraras a la que es hoy tu mujer.  Mereces ser feliz, ambos merecemos serlo.

- Melissa, yo...
-Shss...  Lo se todo.  Sé porqué me abandonaste. Es una larga historia y ahora estás muy ocupado.  Me gustaría charlar contigo, pero otro día, con calma.  Te dejo mi número de teléfono y cuando tengas un rato libre llámame. Nos tomaremos un café y te presentaré a Thomas y  Tommy, los dos hombres más importantes de mi vida.  Tú también lo fuiste, pero está claro que no estábamos destinados.  Adiós Patrick  Me ha encantado verte.

Dio media vuelta, dejando al escritor sin palabras.  La sorpresa había sido grande por lo inesperado. Procuró terminar la firma  lo más rápidamente posible.  Necesitaba pensar en el encuentro y lo que significaría de ahora en adelante.  Se lo explicaría todo a su mujer, pero él debía reflexionar sobre sus sentimientos, y lo que había experimentado al verla.  Decidió  ir a dar una vuelta para serenarse antes de llegar a casa.  Allí le esperaba su pequeña familia: Aisling y la nueva Phoebe, porque ese era el nombre que quisieron poner a su hija, en memoria de aquella extraordinaria mujer que fue  su abuela..

Como siempre que llegaba a casa, era recibido por su mujer que cariñosamente se colgaba de su cuello, y le daba un apasionado beso.  Pero, en ese momento, fue él quién la abrazó con fuerza y unió sus labios a los de ella, que extrañada  preguntó lo que ocurría.

 -La niña ¿ está atendida?
- Si claro ¿ Por qué lo preguntas? Duerme su siesta después de comer
-Bien.  Tengo que hablarte y necesito calma y tranquilidad
- Me estás asustando ¿ Qué ha ocurrido ?



Y tomando de las manos a su mujer, se sentaron en el salón, frente a frente, mirándose a los ojos, para tratar de descubrir lo que cada uno de ellos sentía. Como si tuviera un puño apretándola el corazón, Aisling tuvo la corazonada de que algo iba mal.  Algo había ocurrido que le alteraba, y la angustía subió hasta sus ojos, y Patrick supo, en ese momento, lo que sentía verdaderamene por la mujer que tenía sentada frente a él.  Y comenzó a relatar el encuentro en la librería, Que necesitó tomarse su tiempo antes de llegar a casa y contarle lo sucedido.  Ella a penas respiraba y apretaba las manos de su marido, sin darse cuenta, pero ese gesto,   no pasó desapercibido para Patick.

-  Nos veremos cualquier día y nos contaremos lo vivido después de nuestra separación, pero creo que ambos tenemos claro, que nuestra vida es la que cada uno de nosotros llevamos por separado.  Que yo te quiero, Aisling, más que a nada, y que mi corazón rebosa de alegría cada vez que te veo.  No debes temer, amor mio, por este encuentro, porque eso pertenece a una página de mi vida ya cerrada.  Creo que soy el hombre más afortunado que existe; he tenido la inmensa suerte de ser amado y amar a dos extraordinarias mujeres, pero eres tú, junto a Phoebe,  las dos personas que constituyen  mi vida, mi centro de existir, y que por nada os perdería.  Hoy me he dado cuenta de la intensidad de mi amor por ti, porque mentalmente os comparé a ambas y supe inmediatamente con quién quería  pasar el resto de mi vida, y esas personas  sois tu y nuestra hija.  Pero deseo verla nuevamente y que me explique el cambio en su vida.  Que seamos buenos amigos, pero sólo eso: amigos.  Porque ella ha formado su familia y nosotros tenemos la nuestra.  Caminos paralelos, pero que nunca se juntarán.


Aisling, suspiró aliviada y se abrazó a su marido sin poder evitar unas lágrimas, de nervios, emoción por sus palabras o, quizá por temor a escuchar otra declaración distinta a la recibida.  Se besaron tiernamente y Patrick miraba intensamente a su mujer para ver en los ojos su reacción, y lo que vio era  alivio y  amor, de un profundo y rotundo amor.

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