miércoles, 30 de noviembre de 2016

Los O'Connor - Capítulo 12 - De nuevo Irlanda

No dejaba de pensar en el giro que habían tomado las cosas. Su preocupación iba en aumento a medida que los días transcurrían y se acercaba la fecha de volver a Irlanda para la lectura del testamento de Phillip. Cada noche ante su retrato le suplicaba que la ayudara a solucionar aquella situación tan complicada. Una cosa tenía clara : no iba a renunciar a su hija, por lo tanto,  nuevamente,  tenía que ser la sacrificada y tomar la determinación de trasladarse a vivir en  donde Brendan vivía.


Por su parte Brendan no estaba contento con la carta que se había sacado de la manga. No estaba satisfecho con el ultimatum que le había dado, pero no veía otra salida para normalizar su vida con Iris y con la niña. ¡ La niña ! Cada vez que la evocaba una ola de ternura le subía hasta la garganta. Sus sentimientos habían cambiado tanto en pocos días que le parecía increíble que hubiera vivido sin tener  cerca a  la pequeña, y por qué no decirlo, a su madre también.


No la había querido llamar.   Muchas veces había descolgado el teléfono,  para al menos,  oir su voz, pero había colgado sin llegar a marcar el número. No se sentía con fuerzas. Estaba  enfadado, pero no sabía muy bien por qué y con quién, o quizá lo estuviera con él mismo.

Había estado unos días de viaje después de regresar de España. Solo ,en el campo, con sus pensamientos y sus sentimientos porque algo había descubierto que tenía oculto sin saberlo,  en su memoria:,  la primera vez que la vio cuando era una niña y había perdido a sus padres.

Se dio cuenta que desde entonces sentía curiosidad por ella.¿Curiosidad, o algo más? De repente supo  que siempre la había tenido ahí y que fue ese recuerdo el que le hizo salir huyendo cobardemente ante el daño que le había infringido y que en lugar de reaccionar, le negó su ayuda y consintió en que manejasen la vida de los dos entre su padre y su tío.
¡ Si ella supiera que lo que le mueve a ese planteamiento es poder reconquistarla!  Pero está tan ciega de rencor que no lo ve, sólo ve que de nuevo la está agrediendo, cuando todo lo que desea es su felicidad y la de  la niña.  Sonó el teléfono en el domicilio de Iris.

- Dígame -  al otro lado del teléfono hubo una breve pausa y enseguida la respuesta
-¿Iris?
-  Sí, ¿quién llama?
-Soy Brendan, ¿cómo estás,? ¿ Victoria, está bien?
-Si,si, desde luego. Las dos estamos bien. ¿Llamas por lo del testamento?
-Si, será  el próximo fin de semana, para facilitarte el desplazamiento en tu trabajo
- ¡Oh, gracias! has sido muy amable y has pensado en todo. Se nota que estás acostumbrado a manejar estas situaciones
-¿Lo dices con ironía?
- Por supuesto que no, no era esa mi intención. De acuerdo, pero me tengo  que llevar a Victoria, no tengo con quién dejarla
´-¿Habías pensado dejarla en Madrid, es que crees que no tengo ganas de verla y abrazarla?
- Mira no tengo ganas de discutir, me duele la cabeza, pero...
-Pero ¿qué?. He observado que te duele con bastante frecuencia la cabeza.  Deberías hacértelo mirar
-¿Sabes que existen unos aparatos llamados teléfono con los cuales comunicas en el acto con otra persona?. Pues eso que podías haberle llamado si tanto interés tenías por ella
-No pierdes ni un momento de reprocharme algo, ¿eh? Habrás de saber que no te he querido llamar para no presionarte. Creo que ya tendrás la decisión tomada porque en cuestión de pocos días lo tendrás que decidir


- Bueno, ¿quieres hablar con ella?
-Naturalmente.   No sé qué concepto tienes de mi
-Pues mira ahora que lo dices, no muy bueno.
- En verdad voy a creer que somos incompatibles. Sea cual sea la circunstancia a la primera de cambio nos estamos atacando y esto no puede ser. No es esa mi intención; quiero llevarme bien contigo porque significas mucho para mi. Anda di a Victoria que se ponga

.  Habló con su hija mientras Iris reflexionaba del por qué de su actitud en cuanto escucha su voz. ¿ Por qué le hablaba de esa manera, si todo lo que quería era escucharle?

En un vuelo regular y sin anunciar su llegada, Iris de la mano de Victoria llegó al hotel en donde iba a hospedarse el tiempo que estuviera en Dublín.  Llamó por teléfono a Sean y le comunicó que ya  Habían llegado . Le preguntó por la hora y el domicilio donde debería reunirse y al tiempo le dijo:-

-Sean tendré que llevar conmigo a Victoria, no tengo dónde dejarla. Espero que no importe
-¿Cómo va importarme?, pero vamos hacer una cosa. Louise vendrá conmigo al abogado y ella se encargará de entretener a la pequeña mientras nosotros solucionamos el papeleo, ¿ te parece?
-Si de acuerdo.¿Has hablado con Brendan? porque me comentó en una ocasión que tenía que hablar seriamente contigo.
- Si, lo ha hecho y me echó una bronca terrible. Pero con el descubrimiento ha salido ganando. El mismo lo reconoció y he de decirte que está loco de contento con la niña y....con la madre.
- Por favor, Sean, no digas eso. No hay vez que hablemos que no salgamos discutiendo
-Si pero en tu pais hay un refrán que dice:" amores reñidos, son..." Ya sabes el resto. Nos vamos a llevar muchas sorpresas todavía. Acuérdate de lo que te digo. Susan te pondrá al corriente en cuanto sea posible. Oye,  pasaremos a buscarte. La cita es a las diez, pero estate lista a las nueve, así tomamos café antes de irnos. Y ¿ por qué te has hospedado en un hotel? Brendan tiene piso en Dublín, podías haber ido a su casa, que mirándolo bien también es la tuya. - Y rió...
- Sean, por favor qué cosas dices. No me puede ver ni en pintura y me voy a hospedar en su casa, ¿para crear más violencia?, no gracias, ya hay bastante.
- Bueno, pues será hasta mañana. Cuídate y dale un beso a mi nieta. Menos mal que ya no tendré que fingir más, por favor solucionarlo de una buena vez

Puntuales, Brendan, Sean y Louise acudieron al hotel a recoger a Iris y Victoria. Los abuelos  después de abrazar a Iris se dirigieron a la niña que fue abrazada con inmensa ternura por Sean que con ojos vidriosos por la emoción murmuró: por fin, por fin.
Brendan , con una mirada larga hacia Iris, le dijo
- ¿ Cómo estás?
-. Bien-  respondió ella mirándole también con fijeza.
- Bueno,  tomemos un café y después nos vamos, o llegaremos tarde-  anunció Sean.

En el bufete ya estaban Susan, Thomas y Olivia. Cuando hizo su aparición el resto de la familia, Olivia no pudo por menos de hacer un gesto de desagrado al encontrarse de nuevo frente a Iris. Apenas se saludaron y se sentaron esperando la entrada del abogado. Brendan lo hizo junto a Iris y Sean. Brendan sin saber muy bien por qué, cogió la mano de Iris y con una sonrisa le dijo

-  . Todo saldrá bien, no estés nerviosa

Por primera vez Iris le miró sin rencor y con agradecimiento. Con una sonrisa le indicó que estaba tranquila y él no le soltó la mano, ella tampoco la retiró. Sean sonrió al ver la escena.

El testamento se leyó y vieron una cinta que había grabado Phillip en la que explicaba el porqué de sus decisiones. A su ex mujer le dejaba una buena cantidad de dinero como compensación a su fallido matrimonio. Lo que causó más sensación fue la disposición en que dejaba a Iris una fortuna en metálico y todas las acciones de la Compañía, con la salvedad de que sería Brendan quién le asesorara para cumplir con su cargo de directiva. A la pequeña Victoria también le dejó en herencia una fortuna que debería administrar su padre hasta su mayoría de edad.

Iris se emocionó al ver y escuchar la voz de aquel hombre que había ejercido de padre y que hasta después de muerto la seguía cuidando.  Olivia no dijo nada, aunque no estaba conforme en lo concerniente a Iris.

Una vez concluidos los trámites, Iris anuncio que renunciaba a todo, y que no se haría cargo ni de las acciones ni del dinero. Ante la extrañeza de todos Brendan la llevó aparte y le preguntó el por qué de esa reacción.


- No necesito nada, tengo mi trabajo. Respetaré lo concerniente a la niña, pero lo mio no lo quiero. No soy bien vista en esta familia y rechazo todo lo que me obligue a un contacto en cualquier situación
-¿ A qué te refieres? ¿ quién no te quiere?
 - Olivia ¿ no ves de que forma me ha mirado?
- Olivia no pertenece a nuestra familia, y créeme que lo ha intentado, pero no lo es. Me importa un pito lo que ella quiera o deje de querer. Nosotros si te queremos, yo te quiero y queremos a la niña, y por ella no te puedes permitir el rechazo a lo que el padrino te dejó con tanto amor
-¿Tu me quieres, estás seguro de lo que dices?- dijo riendo Iris
- Tan seguro como que tenemos una hija. Y vamos,  no hagamos esperar al abogado que tenemos aún que formalizar algo

Y formalizó la paternidad de Victoria y su intención de legalizar su  unión con Iris, tanto tiempo demorada.  Ella escuchaba atónita , sin poder articular palabra. Durante años había deseado oír aquellas frases y contemplar la mirada tierna del que era su marido, aunque fuese un extraño  Pero se dió cuenta de que eran dos extraños, y nada sabían el uno del otro.  Y a su memoria acudió la imágen de Brendan abrazado a otra mujer, y lo rrechazó de plano, con unas duras palabras

-Si quieres legalizar la situación de Victoria, estoy de acuerdo, pero nosotros estamos bien como estamos. Con el fin de no perjudicar a la niña y crearle más confusión, acepto venir a vivir a Irlanda, pero en casas separadas. He pensado habilitar el pabellón de caza que hay junto a la mansión. Ese será nuestra vivienda, y de esta forma Victoria irá y vendrá sin salir de allí. Tu puedes seguir con tu vida y yo con la mia.  Creo que es lo mejor.-  
Todos se quedarón atónitos ante la respuesta de Iris. El con el rostro contraido, dijo:

- Está bien, no estoy conforme, pero ya no lucharé más.Estoy cansado de tanto desacuerdo, así será, pero soy yo quién deba vivir en el pabellón. Al menos dame esa prerrogativa

-No, de ninguna de las maneras. Yo viviré en el pabellón, o iré a un piso independiente-. Brendan levantó los brazos en señal de rendimiento. No quería discutir más; estaba claro que ella no quería ningún acercamiento.

Una vez firmados todos los documentos, Brendan con el pretexto de tener que hacer algunos trámites de la compañía se fue  a la oficina y  se ausentó de allí.  No quería seguir viendo a Iris.  Victortia pasaría unos días con su padre y su familia, y ella regresaría a Madrid en el primer avión que hubiera disponible.
Todos se habían llevado un gran disgusto ante la negativa de Iris, pero fue Susan, por tener más confianza con ella, quién la recriminó su actitud

- Susan, no tienes ni idea de la tensión existente entre nosotros. Él tiene a alguien en su vida y no soy yo. ¿ Cómo pretendes que viva bajo su mismo techo ?

- ¿ Pero de donde sacas ese absurdo?
- Lo vi con mis propios ojos. El día del entierro del padrino le sorprendí en el vestíbulo abrazado a una mujer. ¿ Crees acaso que nuestra convivencia sería beneficiosa para Victoria de ese modo ? No Susan, es mejor seguir como hasta ahora, Sólo quiere recobrar a su hija, perfecto, pero yo le soy indifeente, todo es protocolario, para que la gente no hable
-¿Crees de verdad que le importa que hable la gente? Te quiee Iris, te quiere. Por mi experiencia, créeme que es mucha, sé cuando un hombre mira a una mujer cuando está enamorado y Brendan lo está de ti
- Basta ya Susan, por favor. Mi decisión es irrevocable
- Está bien. Cometes un error del que te arrepentirás algún día. Es tu decisión.

Esa misma noche, Iris,  tomó un avión con destino a Madrid.  Era la primera vez que se separaba de su hija, pero reconocía que su padre tenía derecho a disfrutar de la niña, algo que le había negado desde su nacimmiento



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Cumpliendo los deseos de Iris, el pabellón se habilitó para que ellas viviean cómodamente.  Brendan desde la ventana de su dormitorio, contemplaba el ir y venir de los transportistas que llevaban y traian muebles de la mansión.  Iris llegaría en un par de días, pero él iria al campo con Susan y su hija a pasar ese fin de semana, dando lugar a que ella se instalase sin tener que estar pendiente de Victoria.  María la acompañaría,  así que no estaría sola. 


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martes, 29 de noviembre de 2016

Los O'Connor - Capítulo 11 - Una determinación

Tal y como habían finalizado la  conversación, con la misma frialdad,  se reunieron de nuevo para desayunar y posteriormente emprender el viaje de regreso a Madrid.  Apenas se saludaron, apenas se dirigieron una mirada. Una taza de café,  es todo lo que tomaron. Una vez en el coche,  interpusieron entre ambos a Victoria que jugueteaba con las manos de su padre y las de su madre.

Subieron al avión sin pronunciar ninguna palabra, por lo que el viaje fue tenso,  sin apenas hablar. Sólo monosílabos. Los dos estaban dolidos y no sabían muy bien por qué aquella tesitura, porque la discusión no tuvo mayor importancia, pero cada uno vivía "su drama" personal. Brendan tenía pensado abordar el tema en cuanto llegasen a casa, sin embargo,  Iris tenía el propósito de demorar las explicaciones porque no sabía muy bien cómo empezar a darlas.


Llegaron y,  Brendan lo primero que hizo fue dirigirse al hotel. Tenía que reflexionar a solas cómo iba a plantear lo que había pensado durante la noche. Iris por lo que había percibido, tenía el carácter muy vivo y lo que debía ser un acuerdo mutuo, podía degenerar en un conflicto si no sabía encontrar la frase adecuada para empezar la conversación.

Era curioso cómo había cambiado su forma de pensar respecto a Iris. En apenas unas horas,  de detestarla,  había pasado a tenerla admiración. ¿Admiración, o era algo más?. Reconocía que no la hubiera imaginado así, de esa manera. Cuando la conoció era una chica que apuntaba sería bonita, pero era larguirucha y muy tímida,  que apenas hablaba para no ofender a nadie.   Sin embargo,  ahora,  se le aparecía segura, dominando la situación y con mucho carácter.

Hacia mediodía se presentó a buscarla y la invitó  ir a comer fuera de casa,  con la niña. De esta manera en terreno neutral,  quizá fuese más fácil preparar lo que tenía pensado, pero desde luego lo que no haría sería plantear el tema en un restaurante, ya que no sabía la reacción de Iris.Después de una sobremesa más relajada emprendieron el regreso a la casa y,  empezaría la parte más difícil del viaje.  Una vez sentados en el salón  Iris le ofreció café  y él aceptó. La niña fue a dormir la siesta conducida por María.  Ante el café, Iris rompió el silencio y preguntó

- Y bien, ¿ de qué quieres hablar? parecía que tenías prisa por  hacerlo .   Bien , hazlo ahora que estamos solos
-Iris, tengo una pregunta muy importante que hacerte y te ruego seas totalmente sincera conmigo, porque es muy importante para mi
-Pues...,  tú dirás
-Victoria ¿ es hija mia?


Iris se quedó sin respiración, porque aunque sabía  lo que le iba a preguntar, no pensaba que fuera el primer planteamiento que pusiera sobre la mesa tan escueto y directamente. Se levantó del sillón donde estaba sentada y mirando por el balcón sin volverse hacia él, le dijo

-¿ Crees que Victoria es tu hija ?¿ Por qué crees eso?¿ Cuando lo has pensado?

Ya no podía demorar más la respuesta, no conducía a nada y además él con su gesto no admitía  demoras.

- ¡ Vamos ! la respuesta es muy sencilla: sí o no. Te advierto que no voy a admitir más rodeos. A ti seguramente te divierta esta situación, pero créeme no tiene ni pizca de gracia-  Iris se volvió lentamente y mirándole a los ojos, le dijo
-Si...,  es tu hija. Una hija,   de la que no tenías ni idea, una hija,  que tiene tus mismos ojos, una hija,  que te conocía cuando tú aún ni siquiera sospechabas que existía una criatura con tu misma sangre , y que no hacía más que preguntar por qué su papá no está en su cumpleaños cuando el papa de todos los niños les ayudan a apagar las velas   ¿ Qué crees que podía decirle? ¿ Que su padre ni siquiera sabía que ella había nacido, porque nunca se interesó ni por ella ni por su madre, porque nunca le importó la decepción que  causó y la solución tan absurda a la que llegaron todos...,   menos ellos que eran los protagonistas? ¿Crees que fue fácil ? Esa niña es mía únicamente. A ti no te importan en absoluto nuestras vidas.
-¡ Ja ! Dices que no me importa vuestras vidas y te equivocas, me importáis y mucho. De lo contrario no estaría aquí hablando de este tema tan espinoso y doloroso para los dos. ¡ Ya lo creo que me importáis ! Victoria es mi hija y tu, tu....tu eres mi esposa, Aunque lo nuestro sea un matrimonio extraño, pero tan legal como el que más y pienso,  a partir de ahora,  restablecer la normalidad absolutamente en todo.
-¿ La normalidad? ¿ A qué llamas tu normalidad?
- Pues es muy sencillo a que os trasladéis a Irlanda, a que vivamos como una familia, a darle a esa niña la estabilidad y cariño que no le he podido dar
-¿ Te das cuenta de lo que dices? ¡ Dios mio, has debido perder el juicio


- Bien,  viviríamos en casas distintas, lo suficientemente cerca como para poder ver a la niña siempre que quisiera.  No os faltaría de nada y cada uno de nosotros podríamos llevar la vida que quisiéramos...,   pero yo tendría acceso a mi hija
- No, ni hablar, es imposible. Seguiríamos destrozando nuestras vidas porque yo no admitiría que mi hija estuviera viviendo bajo el mismo techo que tu novia
-¿ Mi novia? ¿Qué novia? Yo no tengo novia  Si... alguna amistad pasajera, pero nada más. Victoria no tendría que soportar a ninguna madrastra si es a eso a lo que te refieres
-Verdaderamente has perdido el juicio.  Ni lo pienses, ni hablar
-Bien.  No quería llegar a este extremo pero te voy a decir lo que va a ocurrir de ahora en adelante:  después de reconocer a la niña y darle mis apellidos, mis abogados recurrirán para obtener la custodia compartida, de manera que cada quince días la niña pueda viajar a Irlanda y pase las vacaciones conmigo. Seré inflexible y,  lo siento,  no quería producirte más sobresaltos de los que ya has pasado, pero si lo quieres así, así será

Iris no sabía qué decir, la cabeza le daba vueltas y era imposible articular alguna palabra. El estaba determinado a llevar a cabo su propuesta. Lo que ignoraba , es que ese argumento era el camino por el que Brendan quería llegar a ella, pues un sentimiento que le confundía le estaba ganando por momentos.

- Espero tu respuesta en breve, cuando se lea el testamento, en el mismo bufete del abogado legalizaremos la situación, así que vete pensando lo que quieres hacer, porque en este tema no voy a ceder en absoluto. No os perdono ni a ti ni a mi familia el ocultamiento de mi hija-
 aseguró Brendan resuelto

Y dando media vuelta y sin decir más se marchó dejando a Iris perpleja y temblando de miedo. De ninguna manera permitiría que alejase a la niña de ella, y entonces..... ¡irme a vivir a Irlanda ! ¿ Y mi trabajo, y mi casa? ¿ Qué es lo que debo hacer, por qué no me deja tranquila?

Las preocupaciones no la abandonaban, y justo en estos momentos de desolación por la pérdida del padrino. ¿ Por qué Brendan se creía con derecho a todo, cuando ni siquiera se preocupó por ellas en todos estos años? Además..., la escena que presenció en casa, abrazado a esa mujer, no deseaba se repitiera en presencia de su hija; la crearía confusión.  Puede que hasta viviese con ella.  Estaba claro que él había rehecho su vida.  Rotundamente no. Iría a un abogado y si él esgrimia su derecho a la paternidad, ella sacaría a relucir de qué modo, llegó la niña a este mundo.

- Veremos quién puede más.




lunes, 28 de noviembre de 2016

Los O'Connor - Capitulo 10 - El retorno de Philip

Brendan, Iris y la niña,  acudieron a reunirse con Sean y Thomas que recogían los restos de Philip  y, se trasladaron,  una vez reunidos,  al aeropuerto para embarcar  el ataúd  rumbo a Irlanda. Todos se acomodaron cabizbajos. Era un viaje triste por la misión que tenían que realizar. Iris se acomodó al lado de Victoria,  que dormitaba de aburrimiento., Al otro lado, frente a ellas, Brendan,  las observaba detenidamente sin emitir palabra. A su lado Sean y Thomas conteniendo el deseo de abrazar a aquella pequeña que llevaba su sangre y,  sin embargo tenían que contenerse,  pues ignoraban si Brendan se había enterado de la verdad sobre ella. Al fin Sean,  no pudiendo contenerse más,  le pidió a Iris

— ¿ Me dejas  la niña?. Le contaré un cuento para entretenerla; la pobrecita se está durmiendo— Iris respondió
— Claro ¿Cómo no?, llévatela

 Quedaron solos Brendan e Iris frente a frente. El,  muy serio,  la miraba fijamente a los ojos, intentando no preguntar lo que tanto deseaba.  Ella,  intuía esa pregunta y optó por decir:

— Si no te importa voy a tratar de dormir un poco. Me duele tanto la cabeza que me va a estallar


Brendan no respondió.  Se limitó a echarle una manta por encima y acomodar el asiento para que pudiera dormir. Ella fingió dormitar, porque lo que no quería es dar explicaciones. 

Así transcurrió el viaje. Divisaron el aeropuerto y se prepararon para desembarcar.  Harían el resto del camino por carretera, hasta llegar al lugar en donde serían inhumados los restos de Philip.

Estaban todos reunidos para recibir al tío Philip en su último viaje. Louise acudió al lado de Sean y le abrazó.   Susan extendió los brazos y acogió en ellos a Iris y a la pequeña.  La niña la sonrió y la dio un beso. Unos pasos más atrás estaban Olivia y detrás de ella Paul, que a duras penas contenía el llanto.  Olivia estaba tensa, no derramó ni una lágrima. Cuando Iris pasó frente a ella, con tono despectivo,  la dijo:

—  Ah, tu eres Iris, su ahijada. Eres muy bonita y te pareces mucho a tu madre

 Ni una sola palabra de afecto, ni un signo de cariño. Iris ni se inmutó, se limitó a hacer una flexión con la cabeza y se situó al lado de Susan.

Los restos de Philip fueron llevados a hombros por los miembros de su familia y amigos. Caminaban  despacio,  hasta la  que habría de ser su última morada. La emoción se palpaba en el ambiente aunque todos trataron de contenerse. Era una caravana triste, en una tarde triste y gris.  Fue depositado en un catafalco para recibir el responso, después sería introducido en el mausoleo familiar, junto a sus padres y Victoria . La ceremonia fue entrañable y muy emotiva.

 Iris se dirigió a su padrino como si aún pudiera oírla. Sus palabras fueron tan sentidas y sinceras que todos tuvieron que apretar los labios para no exhalar un sollozo.  Los hombres tenían las mandíbulas contraídas y las mujeres,  excepto Olivia,  secaban unas lágrimas que no pudieron contener.

Los más allegados formaron una fila para recibir las condolencias de los asistentes. Ella estaba entre Brendan y Susan, y Victoria delante de su madre. En la fila de atrás una enfadada Olivia se quejaba de que ella debería haber estado con los familiares; nadie le prestó  atención. Brendan agarró la mano de Iris que temblaba como una hoja.  Ante él,  pasó una joven muy bonita, rubia como el oro que se detuvo unos instantes y le susurró palabras de cariño. Brendan asentía con la cabeza, y apretaba la mano de Iris ¿Quién sería esa joven?.   Estaba demasiado apenada como para  pararse a averiguar quién era.  Cuando fue sepultado,  y todos se disponían a marchar, Iris les pidió permiso para que Paul esperase un momento,  pues quería quedarse a solas ante la tumba de Philip

—Sean, por favor, llévate a la niña. Yo voy en un rato 
 - Id todos. Yo me quedo a esperarla -. Dijo Brendan


Discretamente Brendan y Paul se apartaron de la tumba para que Iris pudiera desahogar la inmensa tristeza que oprimía su pecho. A pesar de que sus palabras las pronunciaba en tono bajo, Brendan escuchó el reproche que hacía a su padrino por haberla dejado sola y,  sin saber lo qué hacer sin su presencia. Le dijo cuánto le había querido y en el desamparo en que la había dejado. Rompió en un sollozo profundo, hondo. Fue el desahogo que necesitaba para calmarse y que no pudo tener a raíz del fallecimiento de él. Perdió la noción del tiempo,  hasta que unos brazos la levantaron .  Brendan la dijo:

— Vamos, Iris

Silenciosamente, ella obedeció y,  el camino hasta la mansión,  lo hicieron ambos en silencio, mientras Paul conducía con ojos llorosos.

Sean no se lo podía creer: estaba con su nieta, podía abrazarla y comprobar lo bonita que era.   Al mismo tiempo,  le preocupaba la situación,  porque era muy difícil mantener oculta la verdad. Susan jugueteaba  con Victoria,  porque era la persona , de todas aquellas,  que más conocía. Habían tomado una taza de té que les reconfortó un poco del mal rato que habían pasado durante el entierro.   Llegaron Brendan e Iris.  Ella estaba pálida y muy seria. Susan haciéndose cargo de la situación, la dijo:
.
— Ven querida.  Te llevaré a tu habitación por si quieres descansar un rato

En realidad,  lo que quería Susan,  era preguntarle por la situación con Brendan y aconsejarla para que de una vez confesara que era su hijita.

—¿No te das cuenta de los ojos con que os mira a las dos?  No deberías ser tan cruel. El ya ha pagado su cuenta. No ha podido disfrutar de su hija.  Deberías pensar en eso.— Iris estaba dolida, llena de rabia . Con todo el dolor del mundo contestó  a Susan:
—¿Y yo? ¿Qué pasa conmigo? ¿Acaso no he pagado yo algo de lo que no era responsable? ¿ Soy acaso culpable de ello? Además, ¿cómo reaccionaría al saber la verdad? Seguramente mal; él tiene su vida hecha. Tiene sus amistades y nosotras no entramos en sus planes.
—¿Estás segura?. Dime una cosa ¿crees que si no te tuviera en mente no hubiera tramitado ya el divorcio? Piensa las cosas con detenimiento. Tienes una hija con un apellido determinado,  y ella tiene derecho a saber quién es su padre.


—¿  Quién te dice que no lo sabe? Desde muy pequeña la enseñé un retrato de Brendan y le hablaba de él constantemente. Al punto,  que cuando le vio en mi casa le llamó papi, aunque espero que él no la escuchara.
-— ¡Dios mío ! Eres generosa y noble ¿ Por qué te comportas así,  entonces,  con él?
—Porque aún le quiero, pero...  tengo tanta rabia dentro de mi por todo lo que ha ocurrido,  que necesito sacarla fuera y,  él es la víctima propiciatoria. Porque me duele que ni siquiera me mire, que ni siquiera  hiciera una llamada de teléfono, que no prestara atención a nada relacionado con mi vida, porque me duele su desprecio, porque ha sido mi primer y único amor,  y no soporto que mire a otras chicas y yo no merezca ni una sola de sus miradas. ¿Comprendes ahora lo que siento?

Susan la atrajo hacia ella abrazándola y diciéndola palabras de cariño, unas palabras que la consolaran de tanto dolor y frustración como sentía. Al mismo tiempo pensó:

—No todo está perdido. No todo está perdido...

Susan bajó a reunirse con el resto de la familia para recibir a las amistades que comenzaban a llegar para darles el pésame . Olivia ya se había marchado.  Iris se había quedado con Victoria, que cansada se había quedado dormida.  Cuando bajo, al final de la escalera, vio dos figuras abrazadas, y aunque no había mucha luz, supo reconocer a una de ellas: Brendan estaba abrazado a una mujer rubia que había visto en el cementerio.  El  se separó inmediatamente que vio la silueta de Iris

Brendan   había renunciado a una antigua relación hacía tiempo.  Sólo quedaba una buena amistad.   Quería darle el pésame y para ello acudió a la mansión.  Al despedirse, le dio un abrazo y fue en ese momento cuando Iris les sorprendió. Él reaccionó  deshaciendo el abrazo; no quería que Iris interpretara otra cosa distinta de la que estaba ocurriendo.

- Seguramente su pareja - pensó..    Aceleró el paso  y entró en la estancia en donde todos estaban reunidos.  Se acercó a Sean y le preguntó cómo podría encargar los billetes que la llevaran de regreso a Madrid.  Sean le dijo

 -¿ Por qué no te quedas unos días con nosotros.?...  para descansar-.  Iris contestó
-Gracias Sean, pero no quiero molestar.   Debo empezar mi vida de nuevo y cuanto antes lo haga,  será más fácil  -  Una sonrisa irónica se dibujó en el rostro de Brendan que entraba en ese momento,  y  contestó
-Tienes mucha prisa por irte, no lo puedes disimular, no soportas nuestra presencia. Estás tensa permanentemente, hablas lo justo para que sepamos que tienes voz. Se te nota que estás incómoda y,  deseando perdernos de vista
-¡Brendan ! ¿ te quieres callar?,- le pidió Sean.
- Oh, no te preocupes Iris.   Mañana mismo,  si lo deseas,  nos ponemos en camino a Madrid. Y lo siento,  pero,  tengo la obligación de ir contigo. Aún tenemos una cosa importante de la que tenemos que hablar y la verdad, creo que lo hemos demorado mucho y,  tenemos que solucionarlo. Así que procura acostarte pronto,  porque mañana tendremos que madrugar


- Muchas gracias Brendan, pero no es necesario que te sacrifiques más por mi. He pasado por trances difíciles y siempre he salido airosa. Ahora, es cierto, que estoy sola, pero sabré arreglármelas.   Llamaré por teléfono para encargar los billetes y asunto terminado. Has tenido mucha paciencia conmigo en el día de hoy y te doy las gracias por ello, pero no es necesario que seas tan antipático.
- ¿ Antipático?¿ Encima?  Si pudieras ver la mirada, las pocas miradas que me dedicas, te darías cuenta que la que siente antipatía hacia mi,  eres tú.
- Bueno, bueno.   No discutáis por esa tontería. Hemos pasado dos días muy tensos y todos estamos nerviosos. Si tenéis que hablar ¿ por qué no lo hacéis cuando esteis más tranquilos?- añadió Sean
- Contigo tengo que hablar muy seriamente, pero que muy en serio- dijo Brendan a su padre.
-Gracias Sean por tu buena intención, pero está claro que no congeniamos.  Somos incompatibles. Será mejor que me vaya mañana mismo-  dijo Iris
- No te preocupes.  Mañana mismo te irás.  Tranquila,  no tendrás que soportarme más de lo necesario, no te preocupes-,  y dando grandes zancadas, Brendan salió de la habitación





domingo, 27 de noviembre de 2016

Los O'Occonor - Capítulo 9 - La pequeña Victoria

Brendan,  mientras trataba de consolar a Iris, Thomas y Sean se ocupaban de agilizar los trámites para el traslado de Phillip,  hasta Irlanda.  Ella comentó con Brendan

 -Tengo que ir a mi casa a recoger algunas  cosas y ver cómo  está mi hija. Y prepararla para el viaje  - El se la quedo Mirando intentando comprender bien el comentario "mi hija".
-¿Tienes una hija? ...
-"Si,  Una niña preciosa ...
-¿Como es que no hemos  sabido nada ....? - respondió él confundido
-Tú no sé, Pero Susan y Sean, si  lo  saben
-¿Tienes pareja?
-¡Nooo !
- Entonces  ¿la has tenido ?
- ¡Claro!, Pero bueno,  eso me compete  solamente mi;  No creo que  te interese mucho ¿no crees? 




En ese  momento Sean y Thomas regresaron y se unieron a  ellos.  De  repente Brendan preguntó a su  padre

 - ¿Sabias que Iris tiene una  hija?

Sean miró sorprendido a Iris  sin saber  qué responder   porque tampoco sabía qué decirle .  Ignoraba de qué habían estado hablando y, si quizás Iris,  le hubiera confesado, por fin, que Victoria era su hija. 
Simplemente contesto 

- ¡Claro!, Desde hace tiempo - Brendan argumento

-No me parece  el momento más adecuado...,  pero  tenemos que hablar de esto.   Creo que yo debiera haber sido informado

Los cuatro se dirigieron a la salida del hospital. Hacía sol, pero  un sol mortecino y hacia frio. Iris se despidió de ellos, y les dijo

 -¿ A qué hora es la partida?. Tengo que recoger algunas  cosas y preparar  a la niña
-.¿ La vas a llevar contigo? -  pregunto Brendan.
- Desde luego que si- ,  afirmo Iris.-  Ha sido su abuelo, le quería y dębe despedirse de él. Le explicaré,  de manera que su cabecita comprenda,  lo que ha ocurrido.- Brendan pregunto
 -¿Cuantos años tiene?
-Cuatro- , replicó Iris - . Bueno me voy. Estará extrañada de que no esté en casa. Siempre la acompaño a la guardería. Hasta luego.
-Espera- la dijo  Brendan -,  voy contigo; Tenemos  que hablar de algunas  cosas
-¡Oh, no, por favor, Ahora no-  dijo Iris malhumorada
- Es necesario  Tio Philip dejó dispuestas cosas muy importantes, y debes saberlo-. Y  Llamando un taxi,   se dirigieron a casa de Iris.

Ella iba en silencio pensando en el momento de la llegada a su hogar,  y sentir  que el padrino ya no estaba allí.  Todo  estaría tal cual quedó con su marcha repentina hacia el hospital  .  El lugar en el que se sentaba, el libro que estaba leyendo, sus gafas, todo ...seguiría  en el mismo sitio, pero él no. Sus ojos se llenaron de lágrimas,  No hizo ninguna mueca ni miró a Brendan que de vez en cuando dirigía su mirada hacia ella..

A Brendan cada vez le parecía todo más  confuso. ¿Quién era el padre de  esa  criatura, que no estaba  acompañando a Iris en estos duros  momentos? ¿Lo sabría Clive, puesto que  llevaba viviendo en España hace  tiempo? ¿ Seria el  padre de la niña? ¿Qué ha ocurrido en la vida de aquella mujer que un día fue dulce y hoy es fria y escueta? ¿Seria  el culpable de este cambio ?.

-Seguramente sí -, pensoó. Y en esto llegaron a la puerta del domicilio del que hasta el día anterior había sido el de Phillip,  su tío. Entraron y,  un torbellino de pelo castaño claro, casi rubio,   e inmensos ojos azules se precipitó a  los brazos de su madre gritando

Mami, mami, y el abuelo, ¿está  mejor? - Iris la abrazo y la dijo
- Ven Aqui, cariño, Tengo que hablar contigo

De repente la niña dirigió la mirada hacia aquella persona, alta y muy seria que miraba la escena  sin pestañear siquiera.  Muy bajito susurro algo que a penas se  escucho, Pero que a  Iris la hizo temblar. La niña susurrró "papi" al tiempo que le lanzaba una sonrisa.

Los tres se sentaron en el salón y,  sin pensarlo Brendan e Iris se sentaron juntos. Iris tomo a la niña en su regazo,  y la abrazaba y acariciaba su carita, mientras le hablaba bajito, como en  un susurro.  Quería explicarla que el padrino se había ido a Irlanda, porque echaba de menos a su papá y a su mamá     La niña, entonces, dirigió su mirada hacia Brendan, a ese señor que nunca antes  había visto,  pero que conocía  muy bien,  porque su mamá, había puesto su fotografía a la cabecera de la  cama  

María, les preguntó si querían tomar algo,  y llorosa abrazó a  Iris, quién hasta entonces  trataba de   controlarse. Dijo  que iba a preparar  algo de ropa y salio de la estancia.

Brendan,  despacio,  comprendía la nueva situación de aquella familia.   Comenzó a recorrer con la mirada la estancia , Lentamente,  fijándose en los objetos que estaban cerca de lo que,   suponia,   había sido el sitio preferido de su tío:  su sillón,  sus  gafas de lectura,   su libro,  una fotografía de los padres de Iris y otra en la que estaban sus hermanos y  sus sobrinos...    
En otro lado,  encima de un  mueble,   había una fotografía grande de Brendan  de hace tiempo y,   aunque le extrañó, tampoco  le dio demasiada Importancia,  puesto que  Philip siempre había declarado que era su sobrino preferido.



Al cabo de un  rato,  Iris  regresó con la niña, ya dispuesta  para irse  a la cama. Siempre con una sonrisa   en su cata,  Brendan no pudo por menos de dirigirse a ella sonriendo también  y, le hizo  una caricia en su mano tendida hacia él.

Iris contemplaba la escena temblando de miedo   Por un lado de que Brendan hiciera conjeturas,  y por otro, en contrasentido, quería que de una vez se supiera todo y dejar de vivir con el alma en vilo, por  descubrir la verdad. Él  se dirigió a la niña y la dijo

 -¿Me quieres decir tu nombre ?.  Eres muy bonita y tienes unos ojos preciosos - ,   .la niña le dijo
- Dice mami que son iguales a los de mi papa , Pero yo no lo sé , Porque el  vive en el extranjero y nunca ha venido a vernos

Brendan miró a Iris con un signo de interrogación en su expresión, pero no hizo ningún comentario,  hasta que la niña se fue a dormir. Cortando el hilo de sus pensamientos, Iris le preguntó de repente

-¿Podremos ir todos en el avión.   Porque si  no cabemos, os ruego aplacéis la ceremonia del entierro hasta Que nosotras lleguemos a Irlanda. Por nada del mundo autorizaría  su inhumación   sin nosotras estar presentes
- No te preocupes, cabemos todos. Y ahora tenemos  que hablar de todas estas cosas dolorosas, pero necesarias . Mi tío hace tiempo me nombro tu tutor y yo le prometí que siempre estaría al tanto de tu vida y nunca te sentirías sola. El testamento se abrirá dentro de dos semanas.  Tendrás que estar presente, por lo tanto  habrás de desplazarte  hasta Dublín.   Los objetos personales  quiso  que fueran todos para tí Pero a mi me gustaría quedarme con algo personal de él. Aunque no lo creas yo quería mucho a mi tío y teníamos más  contacto del que te puedas imaginar.  Sus  gafas, por ejemplo,   estarían  bien .
- De acuerdo,  Coge lo que  quieras, Pero la medalla que llevaba al cuello desearía quedármela; en su interior esta el retrato de mis padres
-Claro, por supuesto, Como si quieres quedarte también  las gafas.   De todas formas,  ahora tendremos que vernos más a menudo, y yo se que lo vas a conservar todo con especial cariño.-  Brendan hizo una pausa y siguió "
-Hay otro asunto  pendiente que quisiera hablar contigo,  puesto que nos atañe a los dos,  Pero no creo  que ahora sea lo más oportuno.  Cuando regresemos del entierro, tranquilamente,  tendremos que hablar de nuestra situación, Debemos solucionar de una vez todo.  Si,  ya se que me lo pediste en repetidas ocasiones, pero ahora he conocido a tu hija, y por ella, creo debemos regularizar todo. - Iris le cortó en seco
 - De acuerdo, sabes que el divorcio te lo   pedí en diversas ocasiones, y has sido tu quién lo has demorado. Por mi cuando quieras. ¿Es eso de lo que quieres hablar ?, Bien,  pues ya esta dicho todo
- No, no, no es de eso. Comprenderás que en  estos  momentos,  lo que menos me importa es el divorcio. Si en cuatro años no hemos hecho nada, da igual   prorrogarlo algún  tiempo más.  Es que quiero hablar contigo...  pedirte perdón y darte una explicación de mi proceder , de lo que ocurrió aquel día, que todavía   no me explico lo que me llevo a actuar  de  esa infame manera .

-Por favor, no hablemos de eso, Ahora no.   Tengo el corazón demasiado dolorido  No quiero pensar en aquello ahora .  Otras historias ocupan ni cabeza en estos momentos... Por mi parte he pasado página.  Ya no hay remedio, y lo hecho, hecho está y nada va a cambiarlo, ya no hay remedio  para nada,  Creo que todo debe seguir su curso, pero no ahora, no en estos momentos, por favor. . Cuando quieras lo discutimos, pero espera a que pase un tiempo. Dame un respiro. -  
 .Habia algo que  le estaba  quemando, y sin pensarlo demasiado,  le lanzó la pregunta.  Tenía que saberlo 

-¿Es Clive el padre de Victoria?
-¿Qué,.. ,  qué dices?  ¡Nooo ,.!  Clive ha sido el mejor de los amigos, El que estuvo  a mi lado en momentos muy difíciles.  Pero no, no es el padre.  Ni   estoy enamorada de él.  Es simplemente amigo . ¿ Y sabes ?, puedes decir que tienes un buen amigo,  fiel y sincero. El hizo de ti en la boda, y fue el único de tus amigos que sabia porqué  se realizaba aquel casamiento por poderes, Pero nunca te ha traicionado, ni a mi tampoco

-¿Qué quieres decir ni a mi tampoco ?
-Cosas mías,  Es un decir, Es un amigo excelente.  Y  ahora, . por favor, dejemos ya de hablar de estas cosas. ¿Tienes algo  más que decirme referente a la ceremonia de mañana? Si ya me has dicho todo  lo concerniente al padrino, y si no te importa, prefiero dejar esta  conversación.
- De acuerdo, como tu quieras y no, no tengo  más que hablar...,  de momento Ya te  he  explicado,  por encima los trámites más inmediatos  Ahora deberías  descansar; un rato .. El día va a ser  largo e intenso, y hemos pasado una noche con mucha tensión   . Toma un  vaso de leche y trata de dormir. Yo estaré aquí  si precisas  decirme algo
- ¿No te vas al hotel? 
-No.  Quiero acompañaros ; Es una situación muy difícil y tengo la obligación moral  contraída  con mi tío de cuidar de vosotras.
-Te aseguro que no hace falta.  Estoy bien, triste, muy triste, pero bien.  Puedes irte a descansar. María está aquí: Además, se ha quedado,  y si precisara algo la tengo a ella, o te avisaría a ti. Pero vamos, como quieras. Te preparare el sofá de la biblioteca que es bastante cómodo. Tu también necesitas  descansar. - Salio de la estancia y al poco rato volvió,
-Brendan ya lo tienes  preparado.   Si necesitas  algo ya sabes donde está la cocina, preparatelo Yo quiero  estar a solas con mis pensamientos y ordenar mis ideas  que están algo  confusas  Perdóname si no te hago compañía;..: Además creo que nuestra  especial situación hace las cosas más difíciles y tensas. Creo que es mejor así. Hasta mañana, Trata de descansar.
-Hasta mañana, Iris, descansa tu también. Lo necesitamos los dos.  Ha  sido un  día largo, muy  largo . Buenas noches

Pero Brendan no pudo dormir. Tumbado en el sofá y mirando al techo de la habitación,  repasaba una y otra vez la conversación que habían mantenido y constantemente la carita de Victoria acudía a su memoria.

- ¿ Quién es el padre. por qué lo oculta ?  Ha negado  que fuera Clive -- .Comenzó a  a repasar las fechas y,  de repente se paro en seco
-¡Claro! Todo coincide, los años de la niña y ...No, no es posible...  Alguien me hubiera dicho  que...- Le daba miedo  repetirse que fuese el padre de la niña
-Todo coincide. Y el  color de los ojos...  Iris los tienen negros    Sus abuelos   también...  Yo los tengo azules, y la niña..., además...,  susurro unas palabras ¿cómo eran ?, ¡Si !..., papi,  dijo papi . ¡Cómo no me extrañó !,  y me sonreía todo el tiempo.  .¡ Dios mío, !¿Será mi hija? ¿Por qué  me lo ha ocultado?    Ella  dijo que  tia Susan y mi padre lo sabian. ¿Quién la inscribió en el Registro? ¿Qué apellidos tiene?   Si no lo aclaro pronto me voy a volver loco. Tengo que saberlo. Si es lo que sospecho, no es justo que lo hayan ocultado . Pero claro, yo tampoco es que haya  estado muy pendiente de ella. Tuvo todo el embarazo y el parto  sola.   Bueno supongo, que si no fuera el padre, el verdadero,  debería estar a su lado . Y ¿ si fuera cierto que está en el extranjero ..? ¿ Cómo pudo alejarse de estas criaturas, de esa niña tan preciosa que parece un ángel ?   . No, no,  No es posible que haya  dado un portazo y  alejado de sus vidas. Aunque,   yo lo  hice . El   pecado no seria de ella . En mi descargo diré que era joven y alocado y sencillamente me asusté,  y mucho .Cuando la oí sollozar aquel día no entendí la magnitud de lo que estaba  haciendo.  Encima fui un cobarde  y  no me atreví a dar la cara. ¡Como no va a estar rehacía en hablar conmigo! Lo que no sé es cómo todavía lo hace ... ¡ Señor !, Que amanezca pronto, necesito saber la verdad cuanto antes  - .Y amaneció,  aunque ninguno de los dos concilió el sueño en toda la noche.


-En el avión la llevaré aparte y hablaremos.   Necesito ver sus ojos cuando me diga la verdad,  y si se trata de mi hija regularizar la situación y organizar nuestras vidas.  Y adorar a esa criatura inocente  de nuestros errores.   Es muy posible que lleve la sangre O'Connor... , la mia 

.Y llegó la hora. Iris entró en el comedor ya vestida. Totalmente de negro, muy pálida y con  muchas ojeras. Sus ojos brillaban por las lágrimas que pugnaban por brotar. Traía de la mano a Victoria, también arreglada para viajar.  Brendan estaba  tomando una taza de café,  y al verla tan  triste  la miró a los ojos conmovido por la fortaleza de aquella joven madre,  cogida de la mano de su hijita y evitando que la niña observara la inmensa  tristeza que sentía por todo lo que estaba  ocurriendo .Brendan la dijo

 -Iris tengo que ir un momento al hotel para  cambiarme de ropa,  Pero no tardaré en volver. Os recogeré e iremos directos al aeropuerto. Sean se ha encargado de tenerlo todo a punto.
De acuerdo, Como digas. ¿Has desayunado? ¿Tienes tiempo de hacerlo? Enseguida María te lo prepara Bueno, desayunaremos los tres juntos.
-¿Me das un  beso  ?-.  Le salio espontáneamente dirigiéndose a la niña . Se agachó hasta llegar a su altura ,  acariciando su mejilla 

-Si -  le contesto Victoria, y acto seguido le abrazo y le dio un beso en la mejilla.-  Por qué hablas tan raro? - le peguntó sonriendo- Y Brendan ante la extraña pegunta se rió
 -¿ Hablo raro? Mi papá me enseño a hablar como tú pero se me ha olvidado. ¿ Querrás enseñarme ?
- Claro. Si mami me da pemiso

 Iris no pudo resistirlo más y un  ahogado sollozo subió hasta  su garganta. Tuvo que salir de la habitación para no presenciar  la escena  . Era la primera caricia que ambos se daban ¿Se habría imaginado Brendan la verdad?  La  noche había sido larga e   insomne, Tenía   mucho en lo  que  pensar y  había reflexionado sobre  todo lo  acontecido  , El también podría haberlo hecho  y descubrir que ... era su padre.   Eran muchas  las  coincidencias y de no haber ocurrido  el fallecimiento del padrino, seguirían ignoradas .  Quizá  con la mente serena, no  se hubiera dado cuenta de ellas 

.-¡Dios mío!,  quiero acabar de una vez con esta  incertidumbre.   Este momento tenia que llegar . Yo lo sabia, lo sabia.





sábado, 26 de noviembre de 2016

Los O'Connor - Capítulo 8 - Una llega. Otro se va

Se sintió mal. Un dolor distinto a todos los que había sentido en su vida había comenzado de repente, y lejos de disiparse le aquejaba cada vez con más frecuencia.  Despertó a tia Susan y a Phillip.

 Pensó: "·llegó la hora, Victoria ya está aquí..."

. Rápidamente y con todos los nervios del mundo se metieron en el coche y con toda celeridad se encaminaron a la clínica. Había llegado el momento tanto tiempo esperado: la pequeña estaba llamando a la puerta.Ya en la clínica, salieron a su encuentro con una silla de ruedas y rápidamente la introdujeron en el paritorio. Todo venía bien. Tía Susan solicitó estar con ella en el momento de dar a luz. Iris, estaba asustada y agarrada de su mano, la pedía que no la dejara sola. Tenía los ojos llenos de lágrimas, y una oleada de ternura invadía a Susan compadecida por la situación de aquella chica, casi una niña. Se acordó de Brendan

- El tenía que estar ahora aquí- murmuró

Fuera del paritorio, Philip estaba nervioso e impaciente. Recordaba el día que Iris nació. Todo tan distinto a lo que estaban viviendo en ese instante.
Victoria tenía prisa por llegar y todo se aceleró. La niña nació preciosa y muy sana. Con poquito pelo, blanquita de piel y con un peso de 3.300 . totalmente normal.

Tardaron un tiempo en trasladarlas a la habitación. Phillip estaba impaciente por verlas y poder abrazar a las que consideraba hija y nieta, aunque no llevaran su sangre. Bueno la recién nacida sí la llevaba. Cuando tuvo frente a sí a la pequeña Victoria los ojos se le llenaron de lágrimas. Era emoción, alegría, tristeza, nervios, todo junto. Su mirada iba de la madre a la hija, mientras Susan derrumbada en una silla sonreía: era la primera vez que presenciaba la llegada al mundo de una persona.
Iris cansada tenía los ojos cerrados para no dejar escapar alguna lágrima y, con un susurro de voz para contener la emoción, pidió le trajeran a su pequeña, pues quería abrazarla. La acurrucó entre sus brazos besando su cabecita y mojando con sus lágrimas la carita tierna y bonita de aquella criatura que era su compensación a todo lo pasado.
Desde el teléfono móvil y aprovechando que Brendan estaría trabajando, Phillip llamó a su hermano y le comunicó el nacimiento de su primera nieta. Sean, con un nudo en la garganta, solamente pudo decir gracias. Iré a visitarla en breve

- Pretextaré algo- pensó Sean

Procuró que la emoción no le venciese y poder disimular delante de Brendan cuando le viera. Louise había ido a visitar a su familia a Canadá, Ese sería el pretexto, le diría a Brendan que iba ir a buscarla. Solucionado.
Todo transcurría con toda normalidad .Tia Susan se ausentó unos días y volvió a Nueva York. Philip e Iris regresaron de nuevo a Madrid y volvió a la universidad para proseguir sus estudios. La niña crecía sana , fuerte, preciosa, con el pelo castaño cobrizo y unos increibles ojos azules. Iris siempre tenía miedo de que alguien descubriera su secreto.

Clive, cansado de la intensa vida social que llevaba en Irlanda, pensó que en España se vivía bien y resolvió venir a vivir a ese pueblecito de pescadores que había conocido tiempo atrás y establecerse como médico y disfrutar de una vida tranquila y relajada, lejos de tantas fiestas protocolarias que su posición le obligaba a llevar.
Le gustaba la idea de volver a ver a Iris, quién sabe, quizás algún, día ella se diera cuenta de que siempre le había gustado. La había admirado desde que la conociera en su primer viaje a Irlanda, y fue el único que no apostó por la aventura de Brendan. Pero debió advertirla de lo que se proponían. No lo hizo, y cuando su amigo solicitó su representación en el enlace, y se enteró de la verdad, se recriminaba una y mil veces su cobardía de entonces. Comenzó a ver a la chica de otra forma, hasta darse cuenta de que siempre había estado atraído por ella.
El sobresalto fue grande, cuando al abrir la puerta, ante una llamada, y con la niña en brazos, Iris dio paso a un asombrado Clive que no paraba de mirarla . No se atrevía a preguntar nada, pero sacaba sus propias conclusiones.

-Esta niña... ¿ es hija tuya ?- la preguntó después de saludarla
- Si, lo es- respondió Iris
- Pero... ¿ entonces?
-Si, Clive... es de Brendan
- ¿ El lo sabe? No me dijo nada cuando me despedí de él para venir a España
- Naturalmente que no. Y te pido por favor, que nada digas. No se portó nada bien conmigo. Ni siquiera tuve una llamada para pedir perdón, o para saber cómo me sentía. Hasta la fecha no he vuelto a saber nada de él... ni siquiera una carta. Puse la condición que si me casaba, nunca supiera que su acto había tenido consecuencias. A regañadientes asintieron, pero al fin lo conseguí. Espero que comprendas mi actitud; no deseo que él se entere. La niña será mía únicamente. Dentro de poco nos divorciaremos y todo este embrollo será algo pasado
- No te comprendo Iris. Tiene derecho a saber que es padre
- No Clive, no lo tiene. Ha formado su vida con otra persona. Ni siquiera se acuerda de mi... Y yo le quería, Clive. De eso se aprovechó
- ¿ Le sigues queriendo?

- ¿ Crees de verdad que puedo olvidarle? Cada vez que miro a mi hija, veo sus ojos. Por eso te ruego que nunca le digas nada. Será nuestro secreto. Soy consciente de que si llegara a enterarse que tu lo sabías y no le informaste, tendrías un problema. Lo sé, pero es un favor personal que te pido. No soportaría la compasión de alguien que rompió, no solo mi honor, sino también mi corazón
- No sé, Iris. Creo que estás llena de odio y no ves las cosas con claridad. Pienso que tarde o temprano tendrás problemas. En lo que a mi refiere, no te preocupes... no diré nada
- Gracias Clive, eres un buen amigo. . El acepto y le brindó su apoyo incondicional.

Pasado un tiempo, ´Clive la ofreció casarse con él, pero ella sonriendo le dijo

-¿Casarnos?¡ si aún no tenemos el divorcio! ¿ Puedes creer? estoy cansada de pedirle los documentos, pero ni siquiera contesta a mi abogado, se niega. No lo entiendo, no creo que sea por "cariño" puesto que no nos hemos vuelto a ver. Seguramente será por fastidiarme, Oye, Clive, esto es un secreto profesional; eres mi médico y el de mi hija, de manera que no tendrás ningún conflicto ético.

Transcurrido un tiempo más, ella terminó su carrera. Consiguió terminar Bellas Artes; la niña ya iba a la guardería, pero tio Phillip llevaba varios días que no se encontraba bien. Apenas si probaba bocado y estaba siempre cabizbajo. Algunas veces le sorprendía mirándolas fijamente, como si quisiera decirles algo y no se decidiera. Tía Susan continuaba en América; había conocido a un señor maduro muy atractivo y de momento no pensaba soltar a su presa.
Una mañana el padrino no se levantó a la hora acostumbrada y golpeando su puerta, Iris, entró en la habitación y vio que  aún permanecía en cama. Extrañada se acercó a él y le preguntó lo que le ocurría

- No me encuentro muy bien, hija
-Ahora mismo llamo al médico

Se fue a buscar el número del doctor y de repente sintió un golpe. Corrió a la habitación de Phillip y le encontró con una expresión en la mirada que la inquietó.

-He ido a coger el vaso y se me ha caído. Fue toda su explicación. A renglón seguido se llevó la mano al pecho con un gesto de dolor.



Iris presa de miedo llamó a una ambulancia y le encargo a la muchacha que tenía para ayudarla con la niña, que se hiciera cargo de ella mientras llevaba al padrino al hospital.
La ambulancia llegó rápidamente y corriendo por los pasillos le llevaron directamente a la UCI. Al cabo de un rato salió el doctor que le atendía, pero por la expresión de su rostro, Iris adivinó que lo que le iba a decir no era bueno.

-Está extremadamente grave, creo que debería comunicárselo a la familia, no creo que pase de esta noche.

Aquello fue como un mazazo. Era imposible, el padrino no podía morir. No la podía dejar sola, no, era todo un error, era imposible, su padrino no podía fallarle, no, no, no era posible.
El médico solícito la dio a beber un poco de agua y entonces su cerebro reaccionó y pensó en Sean y en Susan, tan lejos. Quizá no les diera tiempo a verle con vida; les tenía que avisar ya mismo.
En una sala contigua se instaló con el teléfono móvil e hizo la llamada que nunca hubiera querido hacer. Ella no esperaba escuchar aquella voz

-¿ Quién habla?
-Por favor el Sr. O'Connor, es urgente.
 Yo soy O'Connor. Le repito ¿quién habla?
- Por favor póngame con Sean. Es urgente y es desde España´- Se hizo un breve silencio y la otra voz le contestó
- Un momento, por favor - Un Sean algo agitado se puso
- ¿Quién es, Iris?
- Sí, Sean soy yo; se trata del padrino. Por favor, ven rápido, rápido, se muere. Por favor date prisa
- ¿Qué, qué dices?. Ahora mismo me pongo en camino. Llegaremos en cuatro horas máximo. En cuanto el avión esté preparado salimos para allá. Iremos Brendan y yo; quizá Thomas nos acompañe, no sé. Louise no se encuentra muy bien, así que prefiero que se quede aquí. Bueno ya mismo lo preparo todo. Ya charlaremos cuando lleguemos y me contarás lo que ha ocurrido. No te preocupes, igual no es tan grave. Besos, adiós.

De madrugada Iris en vista de que no había cambios, pero las expectativas empeoraban, solicitó al médico fuera trasladado a una habitación para estar con él, puesto que no había esperanzas de recuperación. Llamó a María para ver cómo estaba su hija y se sentó a esperar que el padrino fuera trasladado.
Phillip estaba medio sedado, pero con alguna lucidez. Estuvo hablando con ella preparándola para el duro golpe que la vida le iba a asestar de nuevo. Trató de consolar a aquella joven que pese a su corta edad la vida le había obligado a madurar y sufrir muy deprisa. El padrino perdía las fuerzas por momentos.

-No van a llegar, Dios mio, no van a llegar- repetía Iris angustiada



Ella tomó una mano de Phillip la besó y reclinó su cabeza sobre ella para ahogar el llanto. No quería llorar delante de él para no apenarle más, pero era imposible reprimir un sollozo. Reclinada como estaba no percibió que la puerta se abría y una silueta alta y demudada entraba en la habitación, mirando alternativamente a Phillip y a ella con ojos de asombro y perplejidad. De repente a su memoria vino otra escena muy parecida ya vivida hace algunos años.
Recordó a una niña sentada en una escalera, llorando por la pérdida de sus padres y a un niño que tomándola de la mano le hizo reclinar su cabecita pequeña sobre el hombro de él. De nuevo aquella situación y las mismas personas¿ cómo lo había podido olvidar, cómo había olvidado aquella vivencia?.
Aquella niña era Iris y aquel muchacho era él. Una oleada de ternura inesperada le invadió. Allí estaba ella, su esposa, su desconocida y extraña esposa, ante una situación dolorosa que de nuevo se le presentaba. Ella en ese instante, levantó la cabeza y entre lágrimas vio aquel rostro tantas veces añorado y que nunca sospechó le volvería a ver en aquella situación. El dio un paso para acercarse a ella y abrazarla para darle su consuelo. Iris de un saltó se levantó retrocediendo y frenando de este modo el impulso de Brendan.
No pudo articular palabra, solamente le preguntó

- ¿ Y Sean ?


Sean entró en ese momento y la abrazó con fuerza, porque también él volvió a rememorar aquella escena, pero esta vez tenía entre sus brazos a la que podría haber sido su hija, a la madre de su nieta... Y aunque las palabras le asaltaban, las reprimió y ni siquiera preguntó por Victoria, por aquella nieta que apenas había visto una vez y ya tenía cuatro años. Se interesó por su hermano y lo ocurrido.

-Susan no llegará a tiempo, seguro- comentó a Iris

La noche fue larga, interminable, angustiosa. En un momento de lucidez Phillip puso su mano sobre la cabeza de Iris y tomando la de Brendan se unieron los tres. Mirando al muchacho , Phillip le dijo
- Te lo encargo, te lo encargo. Brendan supo a que se refería y le contesto
-Tranquilo, tranquilo

. Después Phillip dijo que le dejaran a solas con Sean: quería reconciliarse con él antes de la partida.
La charla no fue larga, puesto que las fuerzas cada vez eran más escasas, pero ambos hermanos se fundieron en un abrazo y posteriormente hicieron pasar a Iris y Brendan.

Y así silenciosamente, en paz, tranquilo, Phillip O'Connor, el eterno enamorado de Estela, el segundo padre de Iris, abandonó este mundo. Dejó encargado a Brendan que sus restos fueran enterrados en su amada Irlanda, en el panteón familiar, cerca de la montaña desde la cual se divisaba el mar. En el interior deberían poner la bandera irlandesa y un saquito con tierra española. Su segunda patria a la que amaba tanto como a Irlanda,. A esa tierra que le había dado el amor de su vida y la hija y nieta que nunca tuvo, pero que las circunstancias, le otorgaron. Sus deseos fueron cumplidos.
´Mientras cumplían los trámites, Brendan solícito, no dejó sola a Iris. La llevaba café, o agua, o simplemente la miraba. No se atrevía a preguntarla ni a decirla nada. Sólo la miraba y pensaba

- Dios mio ¡cómo ha cambiado!, es una mujer preciosa. Demasiado madura para su edad,.. es muy joven. ¿ Cómo la vida le ha hecho vivir tan deprisa? ¡ Qué estúpido fui ! ¿ Por qué creía tenerla rabia? ¿Cómo fue que me olvidé de aquél día de la muerte de sus padres? Ese mismo día en mi cabeza infantil me dije : la protegeré siempre, siempre la tendré a mi lado. Y voy y meto la pata, precisamente con ella. Ahora es mi esposa y somos dos extraños.¿ Por qué razón, y a pesar de habérmelo pedido en varias ocasiones, me resistí a concederla el divorcio... ¿ Por qué?  Su cabeza era un torbellino de preguntas sin respuesta. El silencio entre los dos se podía cortar. En los ojos de ella había dureza para él, no le miraba, no le hablaba, sólo había rabia. Contenida, pero mucha rabia.




No sabía si su frustración era motivada por la muerte de su padrino o por ver allí frente a ella a Brendan. Le daba ganas de abofetearle, pero en realidad no era por rencor hacía él, que con el tiempo se había aplacado. Era rabia contra la vida por haberle arrebatado a una de las personas que más le había querido y ahora se sentía sola y desprotegida. ¿ Qué iba hacer ahora, sin su padrino?. Y de nuevo comenzó a llorar. El se acercó a ella y suavemente la abrazó sin decir palabra, y ella angustiada reclinó su cabeza en el hombro de él como hiciera hace años, buscando consuelo

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