lunes, 7 de noviembre de 2016

El día que te encontré - Capítulo 6 - Molly en su vida

Todo el equipo se había citado en el aeropuerto y ya estaban todos reunidos. Evelyn en un último intento trato de contactar con Michael, pero fue inútil Preocupada decidió llamar a la editorial por si podían darle alguna información:

--Michael  está fuera del pais. Creo que viajó al Caribe a pasar unos días con Molly
--¿Con Molly?
--Si  al verse de nuevo reavivaron su vieja amistad y decidieron irse a pasar unos días de descanso a una playa del Caribe.
--¿Podría darle un recado a la vuelta?
--Por supuesto, dígame
--Por favor dígale, que Evelyn ha partido hacia Kenia y que no ha podido contactar con él. Que me llame en cuanto le sea posible. --Hizo memoria mientras caminaba hacia donde estaban sus compañeros
--Molly, Molly. No recuerdo que la  mencionara. Será alguna amistad recobrada.


Pero algo en su interior encendió una voz de alarma. ¿ Por qué se sentía tan defraudada? LE hubiera gustado explicar a Michael su nuevo trabajo y contarle todos los proyectos a emprender, pero no hubo oportunidad. Eso le dolía

--Es jOven, lo ha pasado mal, es lógico que quiera divertirse. Pero,  ¿por qué no me habló de ella? Claro, también tendrá sus secretos, su intimidad sólo para él
--¡ Vamos Evelyn, te estamos esperando
--Ya voy, perdonad tenía que hacer una llamada antes de partir. Perdonadme.

Se acomodó en el asiento y se dispuso a viajar hasta Africa. Siempre había soñado con hacer un reportaje como ese, y al fin podía cumplir sus deseos.

Cansada trató de dormirse. Tenían muchas horas aún de vuelo. Y por fin su llegada a Nairobi. El viaje había sido largo y pesado, pero ya estaban allí. A la salida del aeropuerto les aguardaba un minibús en el que serían trasladados al hotel. Allí podrían instalarse y organizar el trabajo del día siguiente.
A su paso por las calles de la ciudad iba sacando fotografías, deformación profesional , pensó

En cuanto estuvo instalada pidió que la subieran algo de fruta para cenar. Se daría un baño relajante y después se acostaría. Estaba francamente cansada después de tanto viaje seguido. Sonó el despertador a las seis de la mañana y de un salto, algo desorientada, se puso en pie. Se vistió con pantalón bermudas y una blusa de tela ligera. Hacía calor y el día se auguraba largo y excitante.  Quedaron todos en la cafetería del hotel. Cuando bajó solamente estaba Gregory.


--¿Has descansado bien?
---¡ Oh si, estaba rota de cansancio. Sólo me he enterado cuando ha sonado el despertador.
--¿Te puedo hacer una pregunta personal?
--Claro, tú hazla. Ya veré yo si la respondo.-Gregory soltó una carcajada, y prosiguió.- ¿Quién es esa persona que ha despertado tanto interés en ti?
--Es un buen amigo, y quería despedirme de él antes de partir. Es escritor, muy famoso, pero estaba de vacaciones y no pude hablar con él.  A propósito si alguna vez tuviera un accidente estando trabajando, por favor avisar a cualquiera de estas dos personas. Son toda mi familia.

Evelyn escribió en un papel los nombres de Tom y Michael con sus respectivos teléfonos, y se lo eNtregó a Gregory.

--¿Cómo se llama tu amigo el escritor?
--Michael Owen
--¿Owen? En verdad que es famoso, pero lleva tiempo en el dique seco
--Ya no,- respondió Evelyn.-  Pronto tendrás noticias suyas. ¿Eres seguidor de él?
--Si he leÍdo algo.
--Buenos días, buenos días ,buenos días.-  Dijo alegremente el cámara que acompañaría a Evelyn en el reportaje.

La relación con Tom, pasado un,  tiempo había mejorado. El permanecía soltero y conquistador, pero le apreciaba y de vez en cuando se veían y cenaban juntos cuando el trabajo de ambos se lo permitía.  De ser novios, se habían convertido en excelentes amigos.



Llegaron al Parque y la belleza de las imágenes sorprendió a todos. El equipo estaba acostumbrado a ver maravillas de la naturaleza;  para  Evelyn era su primera experiencia. Estaba enloquecida tomando fotos tanto de día como de noche. Nada le parecía suficiente. Se instalaron en un hotel cercano al Parque, creado exclusivamente para el turismo. Los atardeceres y,  por la noche con la luna , eran tan magníficos que no podía por menos de recordar a Michael y pensaba:

--Seguro que si lo viera, sacaría un nuevo libro con un romántico argumento

¿Por qué se acordaba de Michael y no de Tommy, que es lo que le pasaba?. Un  pensamiento acudió a su cabeza que rechazó inmediatamente. No, no. Me gusta como amigo, pero nada más. Le echo de menos, eso es todo.




Estuvieron casi una semana filmando la inmensa sabana africana y las bellezas de los paisajes en los atardeceres, acunados por los cánticos de los nativos africanos.



 De regreso a Nueva York,  y al día siguiente de su llegada, se reunieron en la oficina para analizar todo el material obtenido, entre charlas, anécdotas, y propuestas, hasta bien entrada la noche.

A Evelyn le apetecía dar un paseo. Estaba satisfecha con su trabajo, pero enfadada y dolida con Michael al no haber contestado ni a una sola de sus llamadas. Decidió ir a la Quinta Avenida. Le apetecía que la diera el aire después de tanto calor sufrido. Se detuvo delante del escaparate de una librería, y allí en primer término estaba su libro "Extraña aventura"

Se detuvo observando la portada en la que se podía ver como fondo algo diseminado, un automovil y en la contraportada el retrato de un sonriente y guapísimo Michael. El corazón le dio un pinchazo y decidió entrar a comprar un ejemplar.Extrañada averiguó el  porqué de tanta gente

--Está el autor firmando ejemplares - La respondió una amable señora de mediana edad. Decidió ponerse en la fila con su libro recién comprado.

Cuando  llegó su turno, Michael ni siquiera levantaba la cabeza de las páginas del libro y preguntó mecánicamente, al tiempo que giraba su cabeza para decir algo a una muchacha que permanecía de pie junto a él:


--Por favor su nombre
--Pequeña, mi nombre es Pequeña

Rápidamente, él volvió la cabeza en dirección de la voz y su asombro fue mayúsculo cuando vio a Evelyn frente a él.

--¡ Hola, Micky! ¿Tendré que venir a que me firmes un libro para poder hablar contigo?
--¿ Qué dices? tú siempre podrás hablar conmigo y en cualquier lugar. - Evelyn sonrió  y miró a la muchacha que se integraba en la conversación:

--Tú serás Molly, seguro
 --Si, y tú Evelyn ¿me equivoco?
 --No, no te equivocas. Pero bueno veo que estáis muy ocupados y yo tengo que irme. Ya os veré con más tranquilidad.
 --Evelyn no te vayas¿Dónde has estado? estás muy morena
 --En Kenia, ¿no te lo dijeron?, te dejé un mensaje antes de irme. Pero bueno ya no importa. Bueno chicos,  os dejo que tengo prisa.

Les dio un par de besos a cada uno y salió de la librería rápidamente con una angustia que le atenazaba

--He perdido a mi amigo..., pensó.



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