martes, 8 de noviembre de 2016

El día que te encontré - Capítulo 7 - Destinos diferentes

Sentía un  tremendo disgusto interior. Intuía que todo había cambiado entre Micky y ella. Ya nunca sería lo mismo: había una preciosa muchacha en su vida, y ya se sabe "tres son multitud
Molly era una muchacha de una familia muy acomodada que entró a trabajar en la editorial por pura distracción. Estaba en el departamento de investigación. Hasta allí llegó un día un escritor que andaba buscando documentos para comenzar una novela. La afinidad entre los dos jóvenes fue instantánea. Ella era una chica preciosa, simpática y muy extrovertida. El había conseguido un gran éxito con su primera novela y estaba nominado para el premio Pullitzer.


Era un rumor de toda la editorial que Michael, que así se llamaba el escritor, y la editora jefe "tonteaban".
Molly, le observó con curiosidad sabedora de lo que todos sus compañeros murmuraban a espaldas del escritor
--¡ No me extraña ! es muy guapo, murmuró.

Ella le ayudó en la búsqueda de la documentación y él en agradecimiento la invitó a comer. Siguieron viéndose en las oficinas, pero un día Michael la propuso salir a cenar. Y así comenzaron una amistad, que tiempo más tarde fructificó en romance.

Michael fué presentado a la familia de Molly el día de su cumpleaños. Cuando llegó frente a la casa, se quedó asombrado de lo suntuoso del edificio: Una casa típica de estilo victoriano.

--Oh la,la...exclamó antes de que le franquearan la puerta

Las presentaciones le agobiaron, y eso que Molly lo hizo como un buen amigo. Michael comprobó la diferencia del status social en el que se desenvolvía ella, y aquello le violentaba: era gente demasiado remilgada y aparente. A él le gustaba todo más natural, más normal y cercano.


Un día Molly le comunicó que tendrían que acudir a una gran fiesta social de un amigo de su padre que colaboraba grandemente en la campaña de elecciones para senador de su hermano mayor. Molly tenía tres hermanos, con ella.
Existía entre ellos algún distanciamiento debido a que cada vez acudían a más actos sociales y cada vez pasaban menos tiempo juntos. Tenía la impresión de que Molly le exhibía como un trofeo. Acababa de conseguir el Pullitzer. A Michael eso no le gustaba; tenía la impresión de que su novia le utilizaba en beneficio del hermano.
Se estaba preparando para acudir al evento correspondiente a ese día, cuando recibió la llamada de su editora. Le llamaba a nivel personal reclamándole el tiempo que hacía que no iba por la editorial y necesitaba verle y pasar un rato con él

--Tú sabes que tengo novia y debo asistir con ella a un acto social
--¿Dónde está el Michael transgresor que nunca se vendería a las clases pudientes, y siempre expresaría sus ideas progresistas? ¿No te das cuenta que te exhibe como un "mono de feria?
--Dejemos esta discusión que no nos lleva a ningún sitio. Yo amo a Molly y la haré mi esposa en cuanto me sea posible
--¿En cuanto te sea posible? Nunca conseguirás la fortuna que tiene esa gente. Creo que has perdido tu identidad. La identidad del Michael que yo conocí y que llegaba al corazón de las gentes porque expresaba los sentimientos afines a ellos. Lo de ahora es un mundo artificial que no te pertenece. Date cuenta de ello pronto, de lo contrario cuando quieras reaccionar será demasiado tarde. Siento perder tu afecto; me vas a dejar en muy mal lugar ¿acaso no sabes el rumor que circula por la redacción? Bueno te dejo, sigue poniéndote tu smoking que pronto tocarán en tu puerta para acudir al fiestón de hoy. Y colgó, sin más.


La conversación caló en la cabeza de Michael:

--Tiene razón, aunque no me guste, tiene razón. ¿En qué me he convertido? Yo deseaba escribir más que nada en el mundo y ahora con tanta fiesta y tanto acto social, no tengo tiempo de nada y tardo más de la cuenta en escribir una página. Por otro lado, ya no es tan fuerte la pasión que siento por Molly. La quiero, si, pero...-El teléfono sonó y la voz de Molly se escuchó al otro lado:

--Michael ¿estás ya? dentro de veinte minutos pasamos a recogerte
--Molly, Molly, espera. no voy a acudir a esta fiesta.
--¿Cómo?
--Lo que has oído, se acabaron las fiestas y los actos sociales. Yo soy escritor y me debo a mi profesión y desde que salimos juntos no hago otra cosa más que acudir a eventos que ni me van ni me vienen.
--¿Cómo dices?
--Mira, no es cuestión de estar discutiendo por teléfono. Tenemos que hablar, despacio y replantearnos lo nuestro. He decidido dedicarme a lo mío y no hacer propaganda para ser senador, eso lo dejo para los políticos. Lo mío es narrar historias con las que la gente se identifica.
--Michael, no me hagas esto. Yo me comprometí que acudiría contigo
--Pues pon la excusa que quieras, pero no voy a acudir a esa fiesta, es mi última palabra.
--Si no vienes conmigo, no volverás a verme nunca más
--Es tu decisión, lo sentiría pero eso es lo que voy a hacer.

Al colgar el teléfono Michael sabía que algo se había roto definitivamente en su relación con Molly, algo importante muy difícil de restablecer.
Ella dejó de acudir al trabajo, y pasado un tiempo Michael comenzó su relación con Katty y de esta manera los hechos nos llevan al comienzo de la historia.


Evelyn llegó bastante disgustada al hotel, pero entró en la cafetería. No le apetecía encerrarse en su habitación a solas con sus pensamientos. Pidió un café y comenzó a hojear las hojas de aquel libro. Miraba de vez en cuando la contraportada y el rostro de un sonriente Michael, parecía saludarle desde el papel. De momento no había otro proyecto que realizar por lo que regresó a su casa. Sabía que le iba a costar acostumbrarse a la pacífica vida de Staten Island, pero necesitaba volver.Al cabo de tres días una llamada por teléfono cuando ya era tarde, la sobresaltó

--¡ Hola, Evelyn !
--Gregory, ¿qué ocurre?
--Nada, nada, no te alarmes. Sólo que te echo de menos y ya que no puedo verte, al menos escuchar tu voz.
--Evelyn rompió a reir. ¡ Pero si me has gruñido todo lo del mundo ! ¡ Si no me dejabas vivir !
--Porque quiero que seas la mejor, y créeme vas camino de ello. Pero no es para regalarte los oidos para lo que te llamo necesito verte. Tengo que hablar contigo pero no lo puedo hacer por teléfono.¿Te parece que nos veamos en este fin de semana?
--Si claro, ¿de qué se trata, de algún nuevo destino?
--No, es algo más personal
--No te entiendo, Gregory, ¿te ocurre algo, estás enfermo?
--Evelyn, ya tengo una edad en que los romanticismos no ha lugar y tu sabes que yo voy al grano. No creo pasa inadvertido el interés que siento por ti y no es profesional precisamente.Lo que quiero hablar contigo es que me interesas mucho y te iba a proponer que te casaras conmigo. Se que tú estás enamorada de otra persona, pero estás sola y yo también. No te ofrezco el romanticismo que Michael te pueda brindar y que tu deseas, pero a cambio te ofrezco comprensión, cariño y protección, además de compañía. Profesionalmente seríamos un tándem perfecto: mi experiencia y tu creatividad. Pero bueno, creo que todo esto lo hablemos personalmente.


--Gregory, interrumpió ella. No es necesario. Te agradezco el generoso ofrec imiento que me haces, pero tu sabes que no funcionaría. Probablemente sí, por tu parte, pero no por la mía. Tú lo has dicho. Yo no lo sabía, pero efectivamente Michael ocupa mi corazón, y será siempre así aunque sea imposible, porque él me ve simplemente como una hermana, pero yo no puedo engañarte. Te quiero como a un excelente amigo, pero no podría ofrecerte la clase de amor que en definitiva es el que buscas. Ni siquiero me imagino haciendo vida marital. No, Gregory, es imposible. Como amigo, hermano, todo el cariño del mundo y respeto que sabes te tengo, pero no puedo darte nada más. Lo siento.
El guardó silencio y respondió
--Ya veo ¿es tu última palabra?
--Si y sabes que por ésto no deberíamos perder nuestra relación de amistad.
--Bien, he fracasado como amante, pero seré un profesor y jefe más duro de lo que puedes imaginar. No, como amigo nunca me perderás; siempre estaré ahí por si me necesitas. Seré el hombro en el que te puedas apoyar si necesitas llorar.
--Gracias, gimió Evelyn,Eres generoso y un buen hombre. Perdóname pero no mando en mis sentimientos. No sé qué demonios me pasa que siempre me enamoro del hombre equivocado, soy un desastre...
--No, no tienes la culpa. Eres un ser sensible, nada más. Quizás por eso me he enamorado de ti. No te arrepientas de entregar tu corazón a alguien, aunque esté tan ciego que no sepa lo que deja atrás. Bueno Eve (¿te importa que te llame así?) voy a dejarte, tengo que trabajar. Un día me acercaré a tu casa a verte, si no te importa, claro.
--Sabes que estaré encantada y hasta te prepararé una comida especial. Ambos rieron y cortaron su comunicación.


A la mañana siguiente recordando su conversación con Gregory decidió ir a dar un paseo y sin darse cuenta encaminó sus pasos hasta la que hace algún tiempo fué la casa de Michael. Se paró frente a ella reviviendo los momentos que ambos habían vivido juntos cuando su relación era de buena amistad.Decidió ir a comprar el periódico. Echó una ojeada a la prensa y de repente en una de las revistas de sociedad, vió una fotografía que la dejó sin respiración: a toda plana había una fotografía de Molly y Michael, cuyo encabezamiento decia:
COMPROMISO DEL ESCRITOR CON UNA SEÑORITA DE LA ALTA SOCIEDAD
No podía creérselo, ni siquiera había tenido la delicadeza de comunicárselo personalmente.

--No era tan buen amigo como yo creia.En fin, lo presntí en cuanto les vi juntos. No voy a llamarle, no voy a decirle nada. A partir de hoy todo ha terminado.

Cuando llegó a casa tiró sobre la mesa la prensa que había comprado y se derrumbó en el sofá llorando desconsoladamente. No tenía ni siquiera el consuelo de hablar con Tommy. Se había inscrito en Médicos sin Fronteras y estaba lejos ejerciendo su profesión.Tampoco él había encontrado su media naranja, después de estar con varias mujeres. Tomó la decisión una tarde viendo unas imágenes de unos niños africanos desnutridos. Se lo comunicó a Evelyn y al cabo de unos días tomó un avión que le condujo a Somalia.

--Pero Tommy, es una zona muy peligrosa. Los señores de la guerra campan por sus respetos por todo el pais.
--Ya lo sé, pero es ahí donde necesitan ayuda, y yo estoy cansado de ir de acá para allá, buscando no sé qué cosa. Quiero decirte que el mayor error de mi vida, fué romper nuestra relación, pero en aquella época mi cariño era de hermano y no de un posible marido.
--Ya lo sé, ya lo sé. Todo aquello pasó: perdí un novio, pero al cabo del tiempo he ganado un espléndido amigo que me conoce, sabe mis defectos y mis virtudes, y sobretodo me comprende. Cuídate mucho, por favor, cuídate.

Esperó la llamada de Tommy anunciándole que había llegado a su destino y que todo estaba moderadamente normal. Reflexionó y tomó una decisión: se haría corresponsal gráfico de guerra. Algo que le había apasionado desde siempre.
Preparó su equipaje y al día siguiente tomó rumbo a Nueva York. Dejaría su puesto en National y sería reportera independiente de zonas en conflicto. No buscaba dinero, había ahorrado puesto que el sueldo que ganaba era alto y tenía reservas, por lo tanto podría aguantar para vender sus trabajos en alguna agencia, pero necesitaba irse de allí, necesitaba dar salida a su frustación y olvidarse de Michael. Buscaba el peligro, necesitaba hacer algo que mantuviera su cabeza constantemente ocupada y el librarse de algún tiroteo o presenciar escenas extremas, no le harían pensar en el escritor.


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