miércoles, 27 de abril de 2016

Los O'Connor - Capítulo 4 - Un encuentro de pasada

Habían terminado de tomar el té y la conversación derivó hacia Phillip y a lo que se dedicaba.

- Simplemente vive.   No trabaja.   Sale con  amigos y,  sobre todas las cosas ,está pendiente de mi- comentó Iris dirigiéndose a Sean.

De repente unos ciclones entraron en tropel en el salón donde transcurría la conversación: habían llegado los chicos: Brendan y Thomas.

BRENDAN

THOMAS

IRIS


Ambos miraron con curiosidad a Iris. Thomas le dedicó una sonrisa a la vez que le estampaba dos besos en las mejillas y la llamó prima desde el primer instante. Brendan fué más escueto "hola",  la dijo,  y la tendió la mano. Ella pensó " es tan seco como su padre, no me cae bien". El ni siquiera pensó nada, dio media vuelta y comentó

-No me esperéis a cenar voy a ir con Clive a dar una vuelta-.  A pesar de las protestas de todos cogió una pasta de la bandeja bebió un sorbo de té,  y salió igual de rápido como había entrado.  Louise protestó un poco y le gritó

-No te comprometas para mañana, viene a cenar tía Olivia con Julianne, ¿ me has escuchado?
- Ah, si,si , no te preocupes: Mañana me quedo- respondió Brendan

La cena transcurrió normal con las ocurrencias de Thomas y la sonrisa de Iris , que no se atrevía a decir palabra. Era una cena demasiado protocolaria, y pensaba en lo informales que eran las suyas con el padrino...,   sin tanto protocolo. Se sentía algo incómoda, pero pensó que pasados unos días llegaría a acostumbrarse.  Pidió permiso para retirarse pronto,   estaba cansada, pero no pudo dormirse enseguida. Escuchó llegar el coche de Brendan,  ya de madrugada,  y se asomó a la ventana. Aparentemente venía sereno y silbando; se le veía contento. Vió cómo dirigia una mirada hacia  su aposento e instintivamente retrocedió, sin pensar que al estar con la luz apagada es posible que no la viera.

Se despertó temprano pues extrañaba la cama...,  tan grande, tan ceremoniosa, tan acorde con la mansión. Después de  darse una ducha y vestirse, decidió bajar a desayunar. Si no había nadie levantado,  daría un paseo y,   aguardaría a que alguien hiciera acto de presencia.  Se equivocaba, a pesar de lo temprano de la hora,  Brendan y Thomas estaban desayunando,  puesto que tenían que acudir al trabajo, de manera que,  después de dar los buenos días,  procedió a servirse una taza de café y tomar una tostada con mantequilla y mermelada.   Brendan la intimidaba, muy al contrario que Thomas que le resultaba muy simpático y más cercano  que el estirado de su hermano.

 -Se le ha subido el cargo a la cabeza- pensó- Le tengo manía, no me cae bien-murmuró.  Thomas enseguida entabló conversación y la dijo

- Esta noche te presentaré al amor de mi vida, a Maureen

MAUREEN

-Está loco - dijo Brendan- Hasta piensa en casarse.  Lo que te digo,  está loco -. Iris se le quedó mirando y comentó

- Yo si estuviera enamorada como él lo está, también lo haría. Mis padres se casaron muy jóvenes y fueron muy felices- Thomas la dirigió una sonrisa y la contestó
 -No le hagas caso. Cualquier día se enamorará y entonces sabrá lo que es bueno.
Todos los que hablan de esta forma, luego las pagan todas juntas-  Brendan le echó una fria mirada y terminó su café levantándose y diciendo a su hermano
-Déjate de charlas y andando, que se nos hace tarde-. Iris se quedó sola en el comedor y cuando Brendan estaba de espaldas, le hizo una mueca sacando la punta de su lengua y arrugando su nariz.

Llegó la noche y todos se pusieron de gran gala: venía la tia Olivia y su  hija a conocer a la "española",  como ella denominaba a Iris con tono de desprecio.

OLIVIA

 Después de divorciarse de Phillip y,  pasado un tiempo,  volvió a contraer matrimonio con un acaudalado comerciante de la zona, del que tuvo una encantadora hija llamada Julianne. No se parecía en nada a la calculadora madre que había planeado casarla con Brendan, pues nunca había olvidado el desprecio de Phillip y el disgusto que le causó dejar de pertenecer a esa familia. Finalmente también se separó del padre de Julianne,  aunque no llegaron a divorciarse.  Era una mujer atractiva, pero el odio y el rencor habían  hecho que sus facciones se volvieran  duras y perdieran el encanto que habían tenido cuando conoció a Phillip. Siguió frecuentando a la familia O'Connor.  Le gustaba la vida de la alta sociedad e intimar con los apellidos de más solera, como eran ellos.

Iris se puso un traje de noche adecuado a su edad aconsejada por Louise,  pues era mujer de gusto muy refinado. El pelo lo dejó suelto sujetando un mechón trenzado hacia la nuca para que no la molestase. Su tez morena, sus ojos negros y su pelo largo y brillante  enmarcaban  un rostro ligeramente maquillado que resaltaba aún más la belleza de sus facciones , que apuntaban a ser perfectas.

IRIS


Cuando hizo su entrada en la biblioteca donde estaban reunidos tomando un aperitivo, las miradas se volvieron hacia ella, pues no en vano era en cierto modo la homenajeada, ó mejor,  su presentación,  ante una pequeña parte de la familia. Maureen corrió hacia ella, y le dijo

- Estás preciosa, se va a morir de envidia-  no sabía  a quién podía referirse la novia de Thomas

Iris no la entendía, pero en el transcurso de la noche comprendió a lo que Maureen se refería. Era Olivia la que le dirigia las miradas más frias y procuraba que nunca estuviese cerca de ninguno de los dos jóvenes de la casa, aunque con Brendan no tenía que esforzarse mucho pues ignoraba a  Iris olímpicamente.

Durante la cena la mirada de Olivia permaneció constantemente sobre "la española", y no era por amabilidad precisamente. Iris se preguntaba

-¿ Por qué me tiene manía si no me conoce? ¡ qué extraña es esta gente! A Brendan tampoco le caigo bien ¿ por qué?.

Este último pensamiento la mortificaba y no sabía la razón.   No se daba cuenta de que a ella,  Brendan,  le había impactado y reconocía que era un chico guapo, muy guapo.

BRENDAN

- ¡Lástima que sea tan frio y antipático! - se dijo Iris

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