jueves, 7 de abril de 2016

El susurrar del viento - Capítulo 1 - Una mala noticia

Segunda parte de :  LUCÍA

Lucía llegaba cansada del trabajo.  Era tarde.  Lo primero que hizo al entrar en su casa, fué quitarse los zapatos

— Estos zapatos me están matando— dijo.Y quitándoselos, se sentó a descansar por unos instantes en el sillón, ese tan cómodo que se había comprado y que se suponía que era de relax.  No terminaba de entender los botones que tendría que apretar para conseguir ese movimiento tan relajante que ,según el vendedor era muy beneficioso para la salud

— ¿ Cómo demonios me tragué ese cuento? Es un trasto enorme que ocupa medio salón, pero no me atrevo a deshacerme de él: me ha costado un ojo de la cara.  Así que aquí se quedará.


Al cabo de un rato, se levantó y mecánicamente, como hacía todos los días al regresar a su domicilio, conecto el contestador del teléfono.  Se estaba poniendo una copa de Jerez, cuando una voz alterada la hizo detenerse

— Mamá, mamá, ha ocurrido algo terrible. Llámame en cuanto llegues a casa

Las manos comenzaban a temblarle.  Lo primero que pensó fue en Sean: un accidente.  Temiendo lo peor, descolgó, muerta de miedo, el teléfono para contactar con su hija.  Miró el reloj y la extrañó que llamase a esa hora.  En Austin era muy temprano; algo muy grave debía haber pasado para que Carmen llamara tan alterada. Y por fin la voz llorosa de su hija respondió a su llamada

— Mamá, mamá
—Por Dios Carmen ¿ Qué ha ocurrido ? ¿ Tu padre ?
-—No, no... Ha sido la abuela Nancy
— ¿ Nancy ? pero ¿ Qué ha pasado ?.  Hablé con ella hace pocos días y estaba bien ¿ Qué ha ocurrido ?


— Fue anoche, mientras cenábamos.  Se puso enferma de repente, perdió el conocimiento...  Papá llamó a una ambulancia y la ingresaron.  Parece ser que un derrame cerebral.  La hicieron pruebas, pero estaba muy grave.  Y esta mañana...

 La joven se interrumpió sollozando

— Esta mañana ¿ qué ? Por favor hija, dime qué ha ocurrido
— Ha muerto, mamá.  La abuela ha muerto

Lucía tuvo que sentarse porque sus piernas no le respondían.  No podía ser; aquella mujer tan decidida, tan fuerte y generosa, No podía haber muerto.  Recordó en cuestión de segundos cuando antes de separarse, Andrew también había fallecido de una enfermedad que se lo llevó en pocos meses.  Nancy quedó destrozada.  Lloraba constantemente quejándose de la mala suerte de su familia.  Primero su hijo Peter, la situación familiar de Sean y Lucía . Y lo peor de todo, la pérdida de Andrew, su compañero de toda la vida, su amor infinito, su único amor.  Pero pasado un tiempo se fue reponiendo.  Este desenlace no lo esperaba nadie.

- Carmen ¿ dónde estás?
-Estoy en casa
- ¿ Y papá ?
- Papá y Moira se quedaron con ella en el hospital.  Hace un momento me ha llamado y me lo ha comunicado
- Está bien, cielo. Cálmate. Hablaré con mi jefe y le pediré un permiso e inmediatamente tomaré el primer vuelo que salga para allá
- ¿ Vas a venir ?
- Si cariño, voy a ir.  Es lo menos que puedo hacer por ella.  Nancy fué para mi como una madre, y ambas nos queríamos. Iré lo más pronto que me sea posible.  Ahora descansa y tranquilízate.  ¿Estás sola en casa ?
- No, está Luisa conmigo
- Muy bien.  Te llamaré en cuanto sepa algo. Un beso cariño.  Nos veremos pronto.

Cuando colgó el teléfono, dos gruesos lagrimones recorrían sus mejillas.  Recordó de golpe, todos los acontecimientos que vivió hace años y los brazos amorosos que la acogieron en esa casa como si fuera una hija más

- Oh Nancy, Nancy ¿ Por qué ? ¿ Acaso ya no querías vivir ? Eras el consuelo y amparo de mi hija. Te va a echar de menos, mucho, muchísimo... y yo también -. Inmediatamente su puso en contacto con su jefe y le contó lo sucedido


Sería un viaje relámpago, de tres días a lo sumo.  Pero necesitaba ir a darle el último adiós.  Don Mariano, la concedió ese permiso solicitado, y lamentó que el viaje hasta América fuera por esa causa.  La ayudó a conseguir el pasaje para el primer avión que saliera rumbo a Estados Unidos. Volvió a conectar con Carmen para decirla que saldría de Madrid al día siguiente a primera hora de la mañana, esperando llegar a tiempo para el entierro.

Reclinó hacia atrás, el asiento, tratando de dormir un poco.  El vuelo era largo y no lo había podido hacer en toda la noche.  Pero los recuerdos se sucedían como en una película. ¿ Qué encontraría a su llegada ?  En contadas ocasiones se habían vuelto a ver. Sabía que vivía con Moira en la casa que él compró para ella, y ahora ocupada por su mayor enemiga. Quizá la causante de su separación.  Carmen vivía en la casa grande;  no se llevaba muy bien con la pareja de Sean.

Tenían la custodia compartida , de modo que todas las vacaciones escolares que tuviera la niña, las pasaría con el padre.  Él podría desplazarse hasta Madrid siempre que quisiera verla, y ella procuraba si eso ocurría, de que no se vieran. Carmen acudía al hotel de su padre, o bien Sean la recogía en el portal de su casa.  Había sido muy traumática la separación, y de mutuo acuerdo, para evitar situaciones embarazosas, que el encuentro con la hija fuera de este modo. Llevaban separados mucho tiempo, pero ni él había querido divorciarse, ni ella tenía pareja. ¿ Se seguían amando ? ¿ Qué o quién les impedía una reconciliación?  Recordó las veces que Nancy insistía una y otra vez en que se dieran una oportunidad, pero ellos se negaban en redondo y,  no lo consiguió.  Nancy veia cómo su hijo sufría por su fracasado matrimonio, pero tampoco hacía mucho por ello, ya que desde un principio convivió con Moira.

Al fin pudo conciliar algo de sueño.  Fue despertada por la azafata cuando debía incorporarse en su asiento, pues ya tomaban tierra en Austin.  A la salida del aeropuerto, contrató un taxi y se dirigió a un hotel.  Allí se cambiaría de atuendo y dormiría, si eso fuera posible, aquella penosa noche sin Nancy.  .Llamó a su hija para notificarla que ya había llegado y para que la diese la dirección de la funeraria en la que reposaba Nancy.

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