sábado, 25 de marzo de 2017

Nadie hablará de mí cuando ya no esté - Capítulo 7 - Nessy

A la hora indicada, Anderson estaba en el vestíbulo del hotel, provisto de su cámara, y aguardando la llegada de Adela.  No tuvo que esperar mucho tiempo, unos minutos después , la chica hacía su entrada,  y una amplia sonrisa se dibujaba en su rostro al encontrarse con él

— Buenos días.  Creo que hemos bajado muy pronto.  He consultado el programa y tardarán casi una hora en llegar— dijo a Anderson, mientras estrechaba su mano
— No importa —respondió él—Así desayunamos con tranquilidad.  ¿ Cómo has dormido ?
— Pues la verdad, es que no muy bien.  Me costó mucho coger el sueño. Era casi de madrugada, pero bueno...  Me encuentro bastante despejada
— ¡ Estupendo ! ¿Vamos al comedor? No sé tú, pero yo tengo hambre.  ¿Sabes? Volví a bajar una vez me hube adecentado. Causé sensación al entrar en el salón. Ja,ja,ja.  Nadie me esperaba. Me alegró ver a mis padres, después de tanto tiempo...  y a mi cuñada, claro
—¿ Por qué no ibas a   alegrarte?  Es de lo más normal si hacía tiempo que no les veías. Yo estoy deseando ver a los míos. Quizá vengan ellos antes de que yo regrese
— ¿ Vas a volver a tu país ?
— Posiblemente.  Aquí no tengo nada más que hacer
—Te encuentro muy desanimada ¿ Te ha ido mal ?
— Desde luego que no.  Lo siento si he dado esa impresión.  Me encuentro muy a gusto, y los compañeros y jefes son estupendos, pero...  Debo regresar...
— No sé porqué tengo la impresión de que algo no ha salido como tu esperabas ¿ Me equivoco ?

Ella bajó la cabeza y sonrió tenuemente.  Guardó silencio durante unos minutos, antes de mirar a Anderson que esperaba su respuesta



— Es una larga historia.  Conocí a una persona cuando llegué por primera vez a este pais, y no sé qué vi en él.  Seguramente mi fantasía de adolescente, pero cuando regresé al terminar el curso, seguía campando por mi memoria.  Decidí volver al año siguiente, con el fin de poder localizarle y trabar amistad con él, pero ...  Conseguí su amistad....  He de decir que vine al principio como castigo por mis malas notas en los estudios, pero con lo que no contaba , es que el castigo fue conocerle.  Tenía novia, y ahora es un hombre casado.  Ya ves cómo el destino te juega malas pasadas...  Fin de la historia
— ¿ Por eso vas a regresar?— le dijo Anderson
—¡ Claro ! ¿ Qué otra cosa puedo hacer ?  No soy masoquista ¿ sabes ? y sería bastante desagradable contemplar la felicidad junto a su mujer,  y no a mi lado.
—Pero ¿ te dio alguna esperanza ?
-—¡ Claro que no !  Ni siquiera sabe los sentimientos que me produjo.  Es simplemente un buen amigo y nada más
— ¡ Vaya, si que es un panorama ! Ahora entiendo porqué quieres irte.  Aunque yo trataría de salir con otra persona... y no sé... quizá conseguirías olvidarte de él
— No sé.  Tengo muchas dudas. Por un lado deseo quedarme, pero por otro...  Sé que va a ser un suplicio estar cerca y hacer como si nada hubiera ocurrido.  Pero lo más gracioso es que no ha ocurrido ¡ nada !  Perdona.  Soy una tonta rematada.  Pensarás que soy una cría, pero ... de verdad que deseo olvidarle, porque no soy feliz, pero se que me va a ser muy difícil , muy difícil
— Y yo creía que tenía problemas ...—dijo Anderson pasando su mano sobre el cabello
—  Somos dos sentimentales —dijo al cabo de un rato— Seguramente te preguntarás qué hizo que me marchase de mi casa ¿ no ?
—¿ Te digo la verdad ?— dice Adela— Ayer, cuando llegaste, sin querer, escuché algunas frases un tanto inquietantes.  Eso me hizo sospechar que algo entre vosotros no había ido bien. Lo siento, no pude evitar oíros
— No, no es necesario, no pasa nada.  Es una historia tan antigua como el mundo. Algo parecido a lo tuyo, sólo que más complicado. Tú has sido sincera conmigo y lo que debo hacer es corresponder en igual medida
— No, no te preocupes. No tienes que contarme nada. Es vuestra vida. Sólo a vosotros os compete— respondió Adela
— Es algo muy común: chico conoce a chica, chico se enamora de chica, chica conoce a otro chico, que por casualidad es hermano del primero. Chica y hermano se enamoran. El primer hermano se da por ofendido y le reprocha su relación con quién era el objeto de sus ilusiones. Pelea, puñetazos, golpes, y padre que interviene en favor del segundo chico.  Echa de casa al primero y le acusa de aventurero. Se marcha y empieza a recorrer el mundo. Mantiene correspondencia con su madre y a través de ella hace las paces con su hermano, pero el padre sigue sin querer saber nada de él.  Al cabo de unos años, vuelve porque el hermano se casa con el amor de su vida...   y aquí estoy...

— ¡ Vaya, si que es complicado ! Perdona, sé que no debo hacerlo, pero... ¿ sigues enamorado de ella ?
-—Creo que no. Si, guardo el recuerdo de juventud.  Éramos muy jóvenes y nuestro primer amor...   Recorriendo el mundo he conocido a muchas mujeres, de todas las razas posibles, y a pesar de haberme divertido..., ya sabes a que me refiero, ninguna dejó huella en mi. Así que aquí me tienes cerca de la treintena sin casa, sin mujer, sin perro que me ladre.... Ja, ja, ja

 Con una sonora carcajada dio por terminada su confidencia
— Me has sorprendido...,  muchísimo.  Has sido muy sincero conmigo, me has contado cosas muy íntimas y a penas me conoces ¿ Por qué lo has hecho ?
— No lo sé.  Quizá porque es un peso con el que cargo desde hace mucho tiempo, y tenía ganas de soltar lastre.  También porque me pareces una chica de la que te puedes fiar... A propósito, te pido por favor que no comentes con nadie lo que acabo de contarte
— Puedes estar tranquilo. Tu historia no saldrá de aquí

Interrumpieron la conversación y ambos giraron la cabeza en una misma dirección, al escuchar unas voces juveniles que alborotadas y risueñas, hacían entrada en el comedor capitaneadas por dos monitoras que iban en busca de la guía turística contratada. Una de ellas se dirigió a Adela, dado que era la única persona que llevaba uniforme, por lo que dedujo era era la guía

— ¿Señorita Montoro?
—Si, soy yo... Y ustedes son la excursión que estábamos esperando ¿ verdad ?
— Exacto.  Cuando quiera ya estamos dispuestas para la marcha
— Pues ya mismo. Voy a presentar al señor McLaughlin, que nos acompañará para hacer un reportaje sobre el Lago.  Espero que no les importe
— No, por Dios. Además las chicas se alegrarán mucho. Pero me temo que querrán que les haga alguna foto. Pueden ser muy pesadas algunas veces
— No hay problema. Les haré del grupo, así tendrán un recuerdo de la excursión—respondió Anderson
— ¿ Es independiente o trabaja para alguna revista?— preguntó una de las monitoras
—Trabajo para National Geografic
— ¡ Oh !¡Nada menos !— respondió la monitora—.Creo que debemos presentarnos. Yo soy Mónica y mi compañera Sara

— Mucho gusto en conocerlas. Seguro que será una excursión estupenda— respondió él clavando sus ojos en el rostro de Sara que le sonreía
— Bien, pues si ya todos estamos listos ¿ por qué no nos vamos ? —dijo Adela mirando de reojo a Sara y Anderson que no dejaban de mirarse

En el asiento delantero, junto al chófer, iba Adela narrando el paisaje y algunas leyendas que tenían como protagonista el Lago y a su famoso habitante: Nessy.  Las chicas iban muy calladas, atentas a lo que iban viendo, fijando en sus pupilas los paisajes que sin duda identificaban con alguna fantasía de sus mentes juveniles.  Y por fin llegaron.

Aparcaron el autocar frente a la entrada principal del restaurante. Una vez que todos estuvieron abajo, Adela se adelantó hacia la Recepción para ultimar la hora en la que debían estar para comer.  Mientras Mónica controlaba a las chicas,

 Sara charlaba amigablemente con Anderson.  Se notaba que habían simpatizado mutuamente. Este hecho no pasaba desapercibido para nadie, y las chicas cuchicheaban mientras les miraban y se reían por lo bajo.  Adela, parada en la puerta, les observaba.  No era de extrañar, ambos eran atractivos, y Sara era una de esas mujeres que atraen a los hombres.  Tenía unos grandes ojos azules, larga melena y una sonrisa espectacular.  De estatura normal, tirando a alta y muy estilizada.  Más parecía una modelo, que una profesora de instituto.  No daba el tipo de la clásica maestra.  Mónica, simpática también, era más introvertida,  de ojos negros , y más seria de carácter. Más parecido al de Adela.

Se adelantó hasta llegar a donde estaba el grupo y dio instrucciones para caminar a pie hasta llegar al Lago, no muy distante del restaurante.  El paisaje era impresionante y merecía la pena contemplarlo.  Las chicas, nerviosas e impacientes por comprobar si,  con algo de suerte, Nessy se dejaba ver, cosa harto difícil.  Detrás de las chicas iban las monitoras y detrás de ellas caminaban Adela y Anderson,  abstraídos cada uno de ellos en sus pensamientos

—Aquí es donde le conocí — pensaba en silencio Adela
— ¡ Vaya, quién iba a decirlo!  Sara es todo un bombón. Me cae bien, si, pero que muy bien— pensaba para sí Anderson
— ¿ De qué te ríes? — preguntó Adela al ver que sonreía pensativo
— De nada en especial.  En realidad pensaba en lo fácil que os resulta a vosotros, entablar conversación con alguien.  Nosotros somos más reservados, poco amigables.  Hasta que no conocemos a una persona, no hacemos amistad
— Eso es por nuestra sangre latina, o mediterránea, como quieras llamarlo.  Anda vamos que nos estamos quedando rezagados.


                                      
                                               Fotografía de Internet

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