miércoles, 21 de octubre de 2015

Los silencias - Capítulo 8 - Incertidumbre

Mario y Meredith, llegaron apresuradamente al hospital. Se pusieron en camino inmediatamente que recibieron el aviso de la policía. La ansiedad les embargaba. Nadie les dijo la gravedad de sus padres, y sólo cuando llegaron a Recepción,  les indicaron que su padre estaba bien y que pronto le bajarían a planta

- ¿ Pero dónde está ? Dígannos algo, por favor

-Los médicos que les atienden les informarán detalladamente. Es todo lo que puedo decirles.

Subieron a la cuarta planta, que es donde estaba la UCI, y allí por fin, y por breves instantes pudieron entrar a ver a su padre



- Papá ¿ cómo te encuentras ? ¿ sabes algo de mamá ?

- No se nada.  La están operando.  Lleva más de tres horas en quirofano y aquí nadie me dice nada

- Ten calma.  No debes excitarte.  Ya nos informarán. Voy a buscar al médico a ver si nos dicen algo.

Mario salió de la habitación para intentar que alguien le dijera la verdad sobre las lesiones de su padre y lo ocurrido con su madre.  Al cabo de unos instantes, se acercó una enfermera a Meredith, y la solicitó que saliera

- Está muy alterado, y debe descansar

- ¿ Sabe al menos, cuando le bajarán a planta ?

-Yo no puedo darle esa información. Será el médico cuando pase la visita

-¿Podremos quedarnos aquí ?




- Si, claro.  Pero en la sala de espera.  Si le bajan a planta, entonces si podrán estar con él. Pero habrán de tener en cuenta que debe estar tranquilo.  Las lesiones que tiene no son de gravedad, pero está muy molesto por las magulladuras sufridas.

Miranda llevaba muchas  horas en quirofano. Ella se había llevado la peor parte y las heridas más graves.  Cuando la pasaron a Cuidados Intensivos, seguía inconsciente por la anestesia, y cuando volviese en si, la sedarían para que tuviera las menos molestias posibles.. El médico informó a los hijos de su estado

- Hemos podido salvarla el bazo, pero tiene lesionadas dos costillas y han estado a punto de perforar el pulmón.  Está grave, y hasta dentro de unas horas no sabremos si responde a la operación que la hemos practicado.  No creo que haya complicaciones, pero eso no podemos asegurarlo al cien por cien.  La tendremos en la UVI,  si todo va bien, como esperamos, un par de días.  Después pasará a planta.  En cuanto a su padre, dentro de lo que cabe, ha tenido suerte. Tiene fuertes magulladuras. y como habrán visto golpes en el rostro y en los brazos, pero nada de gravedad.  Le aplicaremos un calmante para que pueda descansar.  Está algo alterado,  más que nada por la situación de su madre.  Si todo marcha como esperamos, le pasaremos a planta esta noche.

-¿ Cuando podremos ver a mi madre ?-preguntó Mario

-Cinco minutos y a través del cristal. Está inconsciente, como les he dicho, y además necesita control constante.   Siento que no puedan estar con ella, pero es necesario para su estabilidad

- Si, si, doctor.  Lo entendemos. ¿ Cuándo volverán a darnos noticias?  No vamos a movernos de aquí en toda la noche

- Mal hecho.  Deberían descansar.  Aquí no pueden hacer nada.  Dejen un teléfono y si hubiera novedades, se lo comunicaríamos inmediatamente

- No importa, doctor.  Estaremos más tranquilos aquí que en casa.¿ Podremos ver a mi padre cuando lo trasladen a planta?

-Desde luego, pero deben dejarle descansar.  Es muy importante para su total recuperación.  Su madre va a necesitarles. Va a estar una temporada bastante molesta, sobretodo porque la lesión de las costillas tiene que curar  por si solas.  La costará dormir y tendrá que hacerlo sentada en la cama, y tener el mínimo movimiento. Si tienen alguna pregunta..., algo que consultar, no duden en hacerlo.  Estaré de guardia toda la noche. Anunciénselo a la enfermera del control y ella me localizará de inmediato.  Y ahora traten de dormir un poco . Buenas noches

- Buenas noches doctor

Los hermanos se miraron y se abrazaron.  Meredith, rompió a llorar desconsolada.  Estaba muy asustada. Mario guardó la compostura, a pesar de que la preocupación también atenazaba su pecho..

Con el cambio del turno de noche, bajaron a planta a Robert. Dormía por el calmante aplicado y los chicos  se acomodaron a su lado , dispuestos a pasar la noche. Acordaron tratarían de subir a la UCI para ver a través del cristal a su madre.  Al menos podrían ver su rostro.

Y así pasaron las horas.  Robert dormía con un sueño intranquilo, y a veces llamaba a Miranda angustiado.  Todo era efecto del calmante.  Sus hijos ansiaban que amaneciera pronto para comprobar que a su despertar estaba mejor.  En dos ocasiones, a lo largo de la noche, se turnaron para subir a ver a su madre, pero no lo consiguieron.  Las reglas del hospital, lo tenían prohibido.  Tendrían que aguardar hasta hablar con los médicos y poderla ver cinco minutos en las horas fijadas para las visitas.





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