viernes, 4 de septiembre de 2015

Segunda oportunidad - Capítulo 8 - Regreso a casa

  Cuando Lissy llegó a Bath, encontró la casa solitaria, cosa que no le extrañó, ya que después de trabajar iba Tom a buscar a Therry y daban un paseo o acudían a un bar a tomar algo. Faltaban dos días para Navidad. Estaban contentos y felices.  Planeaban contraer matrimonio pasadas las Navidades y así se lo comunicarían a Lissy en la cena de Nochebuena.  Estaba deprimida, sus gestiones habían resultado infructuosas e ignoraba qué pasos debía seguir. Ocultaría a sus amigos el incidente ocurrido en Londres; no quería preocuparles y la verdad es que se distraia con bastante frecuencia. Estaba obsesionada con recuperar a Matt, se lo debía, y no descansaría hasta conseguirlo.  Les puso al corriente de su encuentro con  Jack sin decirles de qué modo coincidieron.

El día 24 de Diciembre amaneció frio, muy frio, nublado. Había trabajado el día anterior por la noche y salían del hospital a primera hora de la mañana, destempladas por la vigilia. Se dirigieron a la cafetería cercana con el fin de desayunar. A mediodía se les reuniría Tom  para ayudarles a preparar la cena de Nochebuena. Dormirían un poco hasta la hora de almorzar. Lissy estaba triste en esa mañana, recordaba otras mañanas en que los nativos cantaban y estaban todos alegres. Las Navidades gozaban de la predilección de Matt, a pesar de que los recuerdos de la niñez se hacían patentes en él, pero no le importaba,  o al menos ocultaba su tristeza.

Therry fué la encargada de preparar el menú, y entre Lissy y Tom organizaron la mesa, los adornos y los regalos del día de Navidad. Lo dispusieron todo alrededor del árbol  y se sirvieron una copa de vino para hacer un  alto en los preparativos. Therry reia sin parar y Tom le acompañaba; querían contagiar a Lissy,  que hablaba poco y reia menos.

Ya lo tenían todo dispuesto y algo cansados se sentaron los tres en el sofá contemplando lo bonita que había quedado la mesa. Así permanecieron un buen rato charlando amigablemente hasta la hora de  cenar Las muchachas se vistieron con trajes importantes y Tom se puso la americana y una corbata para sentarse a la mesa como "Dios manda", recitó Therry.
Therry era muy conservadora de las tradiciones. En su época también Lissy disfrutaba con las fiestas, pero de un tiempo a esta parte le causaban quebrantos  más que alegrías.






Ya estaban los tres como tres pinceles

--¡ Vaya !,- exlamo Tom al ver a las damas -   ¡Estáis increibles!

--Tú también estás muy guapo - respondió Lissy

Se sentaron a la mesa,  después de haber tomado un aperitivo. Llamaron a la puerta  y Lissy fué a abrirla mientras Therry partía el pavo que había preparado.

--¿Llego a tiempo de cenar?

Un sonriente Jack saludó a Lissy estampándola dos besos en la mejilla.




--Feliz Navidad

--Feliz Navidad, ¡qué sorpresa! ¿sabe Tom que venías?

--No, lo pensé esta mañana y después de recoger todo emprendí viaje. Londres me agobia, después de vivir en esta tranquilidad. Espero tengáis suficiente comida pues tengo muchísimo hambre

--Ja,ja,ja, Tendremos pavo para un mes. Anda dame el abrigo, hoy hace mucho frio

--Estás preciosa. Bastante mejor que la última vez que nos vimos

--No creas....

--¿Qué hay familia?-  saludó a Tom y a Therry que corrieron a abrazarle -  No vengo muy presentable. .Vosotros estáis imponentes.   De haberlo sabido me hubiera puesto el  esmoquin

--Anda pasa. Estamos en familia -  Los cuatro rieron alegres y contentos de estar juntos

La cena transcurría en plena armonía. Cada uno contaba algo divertido. Jack comentó

--¿Sabéis cómo nos encontramos Lissy y yo en Londres?, fué tremendo. Resulta que estaba parado en un semafono...

Debajo de la mesa, Lissy alargó su pierna hasta dar en la espinilla de Jack, que sin poderlo evitar dio un respingo, pero comprendió enseguida que no debía continuar, pues seguramente no se lo había contado

--Lissy se acababa de cortar el pelo, y a pesar de estar junto a ella no la reconocí -  explicó Jack al tiempo que todos rieron. Lissy lanzó una mirada de complicidad a Jack y sin pronunciar palabra, sólo con el movimiento de la boca, le dió las gracias.

La velada se prolongaba y a los brindis Tom llamó la atención de todos, y entonces los novios con las manos entrelazadas anunciaron su enlace para dentro de un mes.  Rompieron a aplaudir y las muchachas se abrazaron emocionadas. Lissy sabía lo que su amiga amaba a Tom y  besó al novio después de abrazar a su amiga.

--Seréis nuestros padrinos, los dos. Ya está decidid - . anunció Therry.

La velada terminó muy tarde. Los novios salieron los primeros y se despidieron como cada día abrazándose.  Jack y Lissy se quedaron detrás sonriendo al contemplar a sus amigos.  Jack miraba de soslayo  a Lissy, y le dijo





--¡ Ojalá yo pudiera tener el mismo sentimiento que Tom ! ¿ y tú?

--No me he parado a pensarlo. Creo que no..

Llegaron hasta donde estaba el coche y se despidieron hasta el día siguiente. Ya era Navidad.  Comenzaba a nevar y Lissy levantó la mirada hasta el cielo. Le gustaba la nieve.

--Bueno, pues ¿hasta mañana?

--Si, pero venid a mi casa. Yo os invito a comer -  dijo Jack

--De acuerdo, no sé si ellos vendrán pero yo desde luego, si.

--Eso y me pones al corriente de todo lo que has averiguado.

--Ok. Hasta mañana Jack

--Buenas noches Lissy, hasta mañana

Al día siguiente solamente Lissy acudió a casa de Jack. Los novios tenían un compromiso con la familia de Tom y no les pareció oportuno cancelar su reunión, por lo que sola se encaminó hacia donde vivía Jack.  La recibió con un cariñoso saludo y después de ofrecerle un refrigerio, la entregó su regalo de Navidad

--¡Oh no ! yo no te he comprado nada. Me haces sentirme mal

--No seas tonta, no sabías que vendría. Me has regalado tu amistad ¿te parece poco?

Rieron juntos y enseguida él sacó la conversación de cómo le había ido con sus trámites

--Pues , cuando pase Navidad,  llamaré al Ministerio de Sanidad  en Lusaka, a ver si allí saben algo. Se ve que aquí no llegan esas noticias. Nadie sabe nada, nadie dice nada; solamente papeles, montañas de papeles que tienes que rellenar.  De cualquier modo, en cuanto tenga las vacaciones de verano me voy a Africa a ver si allí soluciono algo más,  sobre el terreno

--¿Tú sola? porque Therry ya estará casada.  Y eso ¿cuándo sería?

--Posiblemente en Julio

--Bien, si es en esa fecha, yo te acompañaré. Me vendrá bien cambiar a un ambiente totalmente distinto y así podré ayudarte.

--Sería magnífico, porque voy a necesitar a alguien en que apoyarme. Va a ser terrible volver allí...,  a lo que voy.

Jack nunca había hablado con Lissy de que en realidad era escritor. Ella le había conocido como  profesor de instituto y pensó que era el momento de decir la verdad. Era un día de confidencias y ella relató  más ampliamente su relación  con  Matt. Ya no lloraba cuando lo contaba. Jack la miraba atento y cuando terminó,  le acarició la mejilla con cariño y entonces fue cuando él narró las sensaciones que sentía con la ausencia de su mujer.  Al terminar ambos se miraron y se abrazaron  comprendiendo sus particulares tragedias. Ella lloró suavemente y el la besó en la mejilla para consolarla.



--¿Sabes?, necesitaba sacar todo lo que llevaba dentro y que solamente conocen Therry y Tom. Necesitaba desahogarme y tu has sabido escucharme y comprenderme porque has pasado por lo mismo que yo.  Te prometo que te acompañaré y no te sentirás sola

--Jack ¿ por qué no vuelves a escribir? Es una manera de volver a recuperar la vida. Ya no puedes hacer nada por tu mujer y seguro que ella quisiera que tú volvieras a vivir.  Yo poco a poco lo voy haciendo. Es doloroso y cuesta mucho, pero hemos de seguir viviendo.

--Es que no puedo, se me han borrado las ideas. Quizás algún día vuelva a hacerlo.

En el primer día que abrieron los comercios, Lissy compró una pluma e hizo que inscribieran : "vuelve."
Cuando se encontró con Jack le entregó el obsequio y él extrañado dijo

--¿ Y ésto?

--Mi regalo de Navidad. Te lo debía...es para usarlo

Jack lo desenvolvió y al ver que era una pluma sonrió moviendo la cabeza

--Por lo menos inténtalo. Coge unos pliegos de papel, siéntate en el jardín  de tu casa y narra lo que ves a tu alrededor. Nada más,  y poco a poco volverás a recuperar las ideas. Hazlo por tu mujer y por mi. Tienes que hacerlo

--Te prometo que lo intentaré, palabra.




                                             

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