miércoles, 11 de noviembre de 2015

Celtic - Capítulo 9 - Una ocupación

... Y pasaron los tres primeros meses de embarazo. Por ser los más complicados y molestos, Laura había sido muy estricta en su vida; sobre todas las cosas quería darle un hijo a Georges e hizo todo lo posible porque no se malograra.

Daba largos paseos ,a veces sola,  y otras acompañada por su suegro en una alegre charla, pues Timoty, la había tomado cariño,  se había ganado su voluntad,  y el hombre apreciaba en gran manera el cariño que sentía por su hijo Georges al que hacía plenamente feliz.

 Por si todo esto fuera poco, le iban a hacer abuelo, seguiría su apellido esta vez mezclado con el de una celtíbera.  Decidió hacer un viaje a Nueva York, para  visitar a unos amigos que hacía tiempo no veía, por tanto Laura permanecía sola la mayor parte del día, ya que Georges no siempre podía acudir a su casa para almorzar.

Cuando llegaban las seis de la tarde veia el cielo abierto pues a esa hora solía llegar su marido. Siempre le traia algún regalo,  por lo regular flores, ya que lo otro que más le gustaba, los bombones, con motivo de su embarazo el ginecólogo se lo había prohibido.  Había días que se pasaba dormitando la mayor parte de la mañana, ya que se aburría mortalmente a pesar de estar escribiendo un texto relacionado con su especialidad , pero tampoco eso la distraía. Ni siquiera se había planteado buscar un trabajo dado que su embarazo iba adelante y sería por pocos meses, hasta dar a luz, por tanto declinó buscar empleo hasta pasado el momento; claro después vendría la crianza del bebé:




-Tampoco podré trabajar después en unos meses, mientras esté criando a mi hijo. Pero soy ¡tan feliz...!

En uno de sus largos paseos se encontró con unas damas pertenecientes a la Asociación de Padres del instituto local. Se saludaron muy cordialmente pues desde San Patricio no la habían visto y ya su embarazo empezaba a ser visible. Demostraron mucha alegría y la invitaron a tomar un té  en uno de los pubs de la calle principal

La preguntaron por su embarazo, si se encontraba a gusto en Irlanda...,  y poco a poco  la conversación fue derivando,  sin darse cuenta , en lo largo que se le hacía el tiempo, dado que su suegro no estaba y,  su marido,  muchos días,  no llegaba hasta bien entrada la tarde.

- He intentado escribir un relato, hasta pintar, pero la realidad es que me canso al poco tiempo. No sé en qué invertir tanto tiempo libre. Soy una persona que madrugo mucho, estoy acostumbrada a madrugar y a pesar de mis paseos, enseguida hago el recorrido y a media mañana ya estoy libre. Me canso de leer, de oir música, etc. Yo creo que todo está relacionado con el alboroto ,  con  mis hormonas que con motivo del embarazo no "estan centradas"

Todas rieron y entonces a una de ellas : Sherleen, se le ocurrió algo que inmediatamente propuso:

-Laura se me ocurre una idea. ¿Por qué no nos ayudas en las clases prácticas de nuestras salidas al campo con los alumnos?  Sabes que una vez a la semana la Asociación propusimos al claustro de profesores que en la clase de historia se recorriera el territorio para que vieran in situ lo que les estaban enseñando. ¡ Es tu especialidad ! Nadie mejor que tú para enseñarles tu licenciatura. ¿Aceptas?

-Pues la verdad es que me apetece muchísimo, pero antes tendría que consultarlo con Georges. Si está por medio el  Ayuntamiento, seguro que dice que no.  No quiere que exista tráfico de influencias ni que alguien le pueda reprochar nada...

-Pero ¿ si se lo propone la Asociación de padres?

-Yo desde luego no tendría ningún sueldo. Con la enseñanza de los chicos estoy más que remunerada, pero no se...Esta noche hablaré con él a ver que es lo que dice.

-De todas maneras-  expuso Sherleen -  lo propondré en la Junta y convocaremos una reunión. A mi me parece una idea estupenda: eres simpática, jóven y conectas con los chicos. Decidido, el lunes próximo nos reuniremos. Bueno, siempre y cuando no te perjudique en tu embarazo.

-¡Oh, no! Me vendrá muy bien los paseos por el campo. Yo mientras, por si acaso, confeccionaré una ruta y así podréis exponerla en la reunión a ver si la aprueban. Me alegraría enormemente que todo el mundo la aceptara, eso sí,  tiene que ser por unanimidad, de lo contrario,  si hubiera siquiera un sólo voto en contra, lo siento pero no aceptaría. Tened en cuenta el puesto de mi marido y no quiero que se cree un entredicho por algo que va a ser tan inocente y crematísticamente tan rentable.

-Llámanos cuando hayas decidido algo y si a Georges le parece bien, confecciona la ruta y nos lo comunicas. Enviaremos a un mensajero a recogerla para que sea presentada en la Junta.

Se despidieron al cabo de un rato, besándose en las mejillas, todas muy satisfechas de la reunión  y  Laura con la sensación de que por fin iba a poder hacer algo útil que la distrajera

-Total, es una vez a la semana....Por favor, por favor, Georges di que si-  se dirigió mentalmente a su marido..

Al llegar por la tarde Georges, y después de darle un largo beso y abrazo, le condujo cogido de la mano hasta el saloncito para tomar ella su vaso de leche y él un café preparado a la forma italiana.


-¿Qué es lo que te ocurre?  Te noto algo alterada. ¿Te encuentras bien?


-¡ Sii !, claro que sí. Nunca me he encontrado mejor, bueno...es uno de los momentos en los que me encuentro muy bien..

Detalladamente contó a su marido el encuentro casual con sus amigas y la proposición que le habían realizado.  Georges la escuchó con atención, y seguido reflexionó:

-No obtendrías ningún beneficio económico de ello, ¿lo sabes?

-Por supuesto y así se lo hice saber a ellas. Georges por favor, dime que no entra en conflicto de intereses. Me aburrro mortalmente, necesito invertir mi tiempo en algo útil y además la enseñanza tu sabes que es lo mio, y además conozco muy bien el tema. Fue mi tesis, tu lo sabes bien.

-Pero ¿te sentirás en condiciones de hacerlo?, me refiero a tu embarazo.¿No te cansarás demasiado?

-¡ Al contrario ! el andar me vendrá bien. Ya han pasado los tres primeros meses que son los más delicados, dentro de nada cumplo los cinco, y además haré algo para lo que estoy dotada.  Déjame por favor.  Desde que tu padre no está me aburro, me aburro muchísimo hasta que tu llegas.

-Está bien, si lo propone la Junta y lo aprueban por unanimidad, por mi parte no hay inconveniente. Pero ten en cuenta que si yo noto que te sientes mal, lo corto inmediatamente. ¿Entendido?, en eso no voy a ceder; Se trata de la salud de mi mujer y mi hijo. En eso, por mucho que te empeñes, no cederé.  Y ahora cuéntame lo que has hecho hoy, aparte de cotillear con tus amigas - y se rieron juntos.

Al día siguiente prepararía la ruta .Empezarían por la  que conocía muy bien, la de la leyenda que en su día ella tomó a broma cuando Georges se la contó, en su primera salida de amistad.  Una vez estuvo concluida avisó a Sherleen para que enviara al mensajero a recogerla.

-¡Qué alegría me das, querida ! Se me ocurre que haría más fuerza si fueras tú la que expusieras tu propia ruta. Creo que sería magnífico. ¿Te importaría?

-¡ Oh, claro que no! Acudiré encantada. Todos me conocen y les conozco; No representa para mi ninguna violencia. Comunícame sitio y hora y allí estaré

Se encontraba feliz; por fin sería útil y la  espera se haría más breve. Entonces mentalmente imaginó cómo sería su bebé y el momento de tenerlo entre sus brazos. Es el broche perfecto de un amor surgido de la casualidad, pero muy firme y feliz.
Faltaban pocas semanas para que en la resonancia pudiera ver la carita de su hijo, o hija. Ella presentía  que sería varón

-¡ Qué alegría se llevaría el abuelo .   Él,  tan conservador con las costumbres. Ya no tendría temor por la pérdida del apellido.  Ella sonrió complacida  Le gustaba dar satisfacción a Timoty, y a Georges, pues en el fondo sabía que deseaba un chico, aunque a ella la dijera que le daba igual.



-Qué venga sano y bien, sea lo que sea. Mi bebe. tendrá los ojos de su padre, seguro que será tan guapo y apuesto como él, pero por favor Dios, que saque algo mio -,  y rió ella sola, feliz con sus pensamientos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares