No veían el momento de separarse, y fue Arnold quién la condujo hasta el coche. No quería que se le hiciera de noche por carretera. Habían permanecido juntos toda la noche anterior y el día siguiente. Habían estado los dos solos en el apartamento de él y durante toda la noche y el día, sus muestras de amor fueron varias. Él estaba feliz y ella lo mismo; por fin habían encontrado el equilibrio y la persona con quién recorrer el camino, que se anunciaba prometedor.
Él comenzaría el diseño de una casa, para ella, nueva y original. en cuanto los planos estuvieran listos, los registraría y comenzaría la construcción de la que sería su nuevo nido de amor. Pero a veces sentía miedo de tener tanta felicidad. Sonreía recordando los momentos pasados. Hablarían por teléfono por la noche, cuando ella hubiera solucionado su contencioso con Arthur y la renuncia a su trabajo. Le dolía, no su conversación con el que antes fuera su novio, sino la renuncia a lo que más la gustaba, pero había sido voluntad de ella.
Estaba contenta a pesar de la separación de Arnold. Todo había encontrado su cauce natural, y la ilusión brillaba en sus ojos. Se sentó cómodamente y llamó por teléfono a su prometido, a sus padres, y la que sería la llamada más comprometida: Arthur. Creía era su obligación comunicarle su próximo enlace. Había sido un buen amigo comprensivo y dulce. No quería hacerle daño, pero debía anunciárselo ella personalmente. Le citaría para el día siguiente y ese mismo día se pondría en contacto con su futuro trabajo anunciando que renunciaba a él por motivos personales.
- ¿Quién llama ?
Él comenzaría el diseño de una casa, para ella, nueva y original. en cuanto los planos estuvieran listos, los registraría y comenzaría la construcción de la que sería su nuevo nido de amor. Pero a veces sentía miedo de tener tanta felicidad. Sonreía recordando los momentos pasados. Hablarían por teléfono por la noche, cuando ella hubiera solucionado su contencioso con Arthur y la renuncia a su trabajo. Le dolía, no su conversación con el que antes fuera su novio, sino la renuncia a lo que más la gustaba, pero había sido voluntad de ella.
- ¿Quién llama ?
Una voz rotunda, de sobra conocida por ella atendió su llamada. Espero un segundo y a continuación respondería
- Arthur soy Alexa
- ¡ Alexa ! ¿ Dónde has estado metida? Hace un siglo que no sé nada de tí. Llegué a pensar que ya no querías nada conmigo
- Eso no es cierto Arthur, y tú lo sabes. He estado unos días con mis padres. Encontré un nuevo trabajo...
- Me alegro. Mucho además. Sabes que te aprecio y deseo todo lo mejor para tí
- Lo sé, y por eso he creído que debía comunicarte que voy a casarme - Hubo un espacio de silencio motivado por la sorpresa inesperada
- No me digas más: Arnold
- Si, Arnold. Resulta que...
- Resulta que estaba enamorado de ti ¿ no es eso ?
-¿ Cómo lo has sabido ?
- Querida, porque algo noté cuando estuvimos allí. Fue cuando...
Si cuando estábamos juntos
-Exacto. ¿ Tu le quieres?
- Ya sabes que sí. Si no hubiera sido de esta forma, ahora seguiríamos juntos. Te ruego me perdones
- ¿ Por qué ? El corazón nos juega esas malas pasadas. Pero ¿ sabes ? a veces me pregunto por qué ocurren las cosas y he encontrado la respuesta. Y ha sido que conocí a una chica con la que salgo en la actualidad y me gusta, es decir nos gustamos. No sé si llegaremos a algo más serio, porque hace poco que salimos, pero nos encontramos a gusto juntos. Así que no tengo nada que perdonarte, porque quién sabe lo que el destino me prepara. Quién sabe si de hoy en un año, me habré convertido en padre de familia
- Me lo he planteado, y si me gusta la idea. O quizá sea el haber conocido a Melissa
- ¿ Se llama Melissa ?
-¡ Oye ! ¿ Por qué no nos vemos mañana y te la presento?
-¿ Crees que estaría bien?
- Desde luego que sí. Ella sabe la relación que tuvimos y la amistad que conservamos. Tu fuiste sincera conmigo y yo lo he sido con ella. Decidido : mañana a las doce pasaremos a recogerte.
- Espera, espera. Te noto muy lanzado. Tengo que entrevistarme con alguien de mi nuevo trabajo, es decir del que sería mi nuevo trabajo, porque voy a renunciar a él
-¿ Por qué ?
- Porque amo al que va a ser mi marido, amo a mi sobrino que será mi hijo, y porque quiero darle un hermanito dentro de un tiempo. Quiero atender a mi familia, disfrutar de ella, así que voy a tomarme tiempo sabático. Si después encuentro algún trabajo para hacer desde casa, lo tomaré, pero si no, prefiero mi familia antes que nada. Me ha costado muchos años, y sufrimiento, para que ahora lo deje a un lado. Ni hablar, estoy decidida a ello.
- Si quieres trabajar desde casa, regresa conmigo. Nos conocemos, sé cómo trabajas y además eres mi amiga. Mañana hablaremos de todo ello.
- ¡ Arthur ! te noto muy entusiasmado, y no tienes idea del peso que me quitas de encima. Me daba miedo hablar contigo, porque no quería hacerte daño, y pensaba que te lo haría. Pero ya veo que has salido ganando. Mañana nos vemos, y no vengas sin Melissa. Deseo conocerla.
- Hasta mañana Alexa
-¡¡Vaya con Arthur ! Ni en mil años me esperaba un cambio semejante. Me alegro por él y por mi, claro
Se repetía contenta por haber solucionado ese conflicto de intereses. Ahora debía solucionar el del trabajo, menos importante, pero también la preocupaba por se buen nombre profesional. Pero tampoco tuvo problemas, dado que tenían una larga lista de competidoras. Estaba contenta, muy contenta , y alegre llamó a Arnold, para contarle todas las novedades habidas.
Desde el primer instante de su unión, ya serían una familia, y Junior tendría la estabilidad que todo niño necesita, en la figura de un padre y una madre, y con el tiempo darle un hermano o una hermana. Con ello, ya estaría el cuadro completo y ellos retomarían sus vidas por tanto tiempo interrumpida.
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