lunes, 12 de diciembre de 2016

Los hijos O'Connor - Capítulo 9 - Un viejo amigo

A través de la ventana de su habitación, Iris contemplaba el panorama de la Gran Manzana.  Siempre que habían viajado a Nueva York, se habían hospedado en el mismo hotel.  Pensativa recordaba aquellos tiempos de felicidad, vivían el uno para el otro y no había más que sus hijos en sus vidas, nadie más.  Moviendo la cabeza negativamente, se dijo

- Basta ya.  He de olvidar, no sé cómo, pero debo hacerlo. Ël no merece que le siga amando, pero no puedo evitarlo.  Desde siempre ha sido mi vida.


Decidida se arregló y salió a la calle sin rumbo fijo. Iría a la Quinta Avenida y en algún comercio compraría regalos para sus hijos.  Les llamaba a diario, se preocupaba por ellos, por lo que pudieran sufrir con su separación. Había sido un "terremoto" por lo inesperado .  Con sus paquetes se paró en una esquina sin saber muy bien a dónde ir.  Consultó el reloj y al comprobar que ya era hora de almorzar, miró  buscando algún local en el que pudiera comer algo.  Estaba cansada y buscó un restaurante, ya que en una cafetería no podría estar más de veinte minutos.  Entró en uno y solicitó una mesa . El maître la condujo hasta un lugar discreto.  En otra contigua, estaban un hombre con una chica joven y por los gestos , debían tener una discusión. El estaba enfadado, pero aún más la joven que a todas vistas parecía hija suya.  Se fijó en la chica. Era muy guapa, pero debía tener un carácter infernal; entonces reparó en el rostro del hombre. Era de mediana edad y muy atractivo, pero le resultó extrañamente conocido
- ¡ Claro es Clive !

Clive era el amigo de Brendan que había hecho de él en su boda por poderes. Hacía tiempo que no sabían nada suyo. ¿ Qué habría sido de él?  Deseaba saludarle, pero con esa tremenda discusión. . . era difícil interrumpirles. Esperaría a que se aplacaran y mientras comería. 

A los postres, la discusión había remitido y ellos se decidieron a almorzar de mala gana.  El apetito había huido y la comida estaba fría. Llamaron al camarero para que le trajera la cuenta y poder salir de allí



- Esto no ha terminado, Rachel.  De ninguna de las maneras te daré ni un céntimo para que te vayas a vivir fuera de casa. Eres muy jóven todavía. No sé qué es lo que piensas.  Termina los estudios en primer lugar y después hablamos
- Pero papá. . . No viviría sola, estaría con Margueritte
- Si por lo menos fuera  aquí. . .quizás pero irte al exranjero y colgar los estudios, debes estar loca. . .Vámonos, no estamos en el lugar adecuado para una discusión. ¿ Lo sabe tu madre?
- No. Quería hablar contigo primero
- Pues ya sabes la respuesta - Se levantaban en ese momento e Iris les cortó el paso. . .
- Perdón, llevo un rato tratando de identificarte. No quería interrumpir la discusión. Clive ¿ no me conoces?
- ¡ Iris ! ¿ Cómo tú por aqui ? - Se abrazaron sonriendo ante la mirada extraña de la muchacha
- Pues estoy de turista
- ¿ Y Brendan, dónde está ?
- No,  él no ha venido, estoy yo sola
- Oye, tenemos mucho de que hablar. ¡ Qué alegría he tenido al verte ! Hace mucho tiempo que cortamos el contacto. . ., demasiado.  ¿ Quedamos para cenar esta noche?
- Encantada.
- Dime dónde te hospedas.
- Estoy en el Michelangelo
- Muy bien ¿ a las ocho?
- A las ocho.  ¿ Es tu hija ?
- ¡ Uy, perdona  no te he presentado. Rachel esta señora es Iris. Rachel ¿ sabes que en una ocasión me casé con ella? - Los dos adultos rompieron a reir cómplices de su casamiento por poderes representando a Brendan



- ¿ Qué dices, estuviste casado antes de mamá?
- Nooo . . ., simplemente hice de novio en un enlace por poderes.  Fué divertido, aunque entonces no hacía ninguna gracia. En fin. . . hace mucho tiempo,  y todo salió bien - 
Se despidieron abrazándose de nuevo ante la mirada risueña y extrañada de Rachel.

Puntualmente Clive avisó a Iris de que ya había llegado.  Ella bajó dibujando una sonrisa en su cara.  Se había alegrado de ver aquel viejo amigo y,  que tanto sabía de ellos.  Lo único que no la apetecía era contar todo lo ocurrido, pero sabía que era inevitable abordar el tema.

- ¡ Dios mio, Iris ! ¿ Cómo puede Brendan dejarte andar sola por el mundo ? ¡ Estás guapísima !

Iris avanzaba haca él sonriendo ante el piropo que Clive la dirigía, e ignorante de las preferencias de Brendan.  La llevó hasta un restaurante con todas las estrellas Michelín del mundo. Quería agasajar a su amiga; él fué de  los componentes de la pandilla cuando ocurrió "todo", que no apostó por su conquista, y también fué el depositario de las confidencias de Brendan. Era un amigo fiel y leal.

Sentados a la mesa del restaurante, Clive comenzó a preguntarla por los chicos, por Brendan,..., . lo que correspondía a una amistad de muchos años que hacía tiempo no se frecuentaban. Y lo que tanto temía Iris, la pregunta por Brendan, fué lo primero que él quería saber.  Minuciosamente Iris relató todo lo ocurrido en los últimos tiempos y su situación actual sentimentalmente hablando
 - No me imaginaba algo así.  ¡ Pero si te adoraba ! . Es imposible que haya dejado de quererte, no me lo creo
- Pues así ocurrió, creéme
- No,  si no dudo de tu palabra. Es que todo es irreal. . . ¿ qué nos pasa? A mi me dejó mi mujer.  Discutíamos constantemente, algo no marchaba bien. . . hasta que una noche al regresar del trabajo, me dió la noticia: había conocido a alguien y me pedía el divorcio.   La cria con quién me viste, lo pasó mal, lo pasamos mal los dos. Fué duro, muy duro especialmente para ella. Se volvió rebelde, contestona, en fin ya lo has visto. . . Su madre se ha vuelto a casar y eso ha empeorado más las cosas.  En el fondo creia que volveríamos a vivir juntos, pero eso ya no era posible.
Aunque visita a su madre, su marido no le cae bien, y es una buena persona, pero no la es simpático, así que vive conmigo.  Quería irse al extranjero , pero sin terminar los estudios, en fin. . . un desastre
-¿ Qué está estudiando?
- Economía y solo la falta un año.  La doy ese plazo y después que se vaya si así lo desea, pero con la perspectiva de un trabajo. Si se quiere independizar que sea con todas las consecuencias
- A mi me pasó algo parecido con Vicky, sencillamente no había afinidad entre nosotras. ¡ Dios mio lo que yo hice por esa niña y al final ella adoraba a su padre y detestaba a su madre !  Afortunadamente conoció a un chico en Madrid, se enamoraron y ahora es la hija más cariñosa que existe.  Ignoro lo que la hizo cambiar, pero si no  tuviera a mis hijos, ahora no sé qué hubiera sido de mi vida
- Philip ¿ ha terminado de estudiar?
- No , le queda poco. Y ¿ sabes? es un excelente muchacho y muy cariñoso. La mujer que se case con él seguro que será muy feliz.  Ellos también lo están pasando mal
- ¿ Qué estudia ?
- Administración de Empresas. Está destinado a hacerse cargo de todo y se está preparando. Va a seguir los pasos de su padre
- ¿ Y Vicky ?
- Ella estudió periodismo. Estaba trabajando en un pequeño canal de televisión, cuando tuvo la idea de escribir una novela basada en la relación existente entre los O´Connor con mis padres.  Decidió investigar desde el principio y se trasladó a Madrid. Allí conoció a Luis, un chico magnífico que trabaja para sacar sus estudios de Medicina. Se enamoraron y Vicky decidió irse a vivir a España. Y allí está, feliz y muy enamorada. Viven juntos y piensan casarse cuando él termine. Le queda bastante; mientras tanto ella está escribiendo " Historia de dos familias", que seguramente sea como titule su primer libro.



- ¡ Vaya par de melancólicos nos hemos juntado ! -comentó Clive riendo
- Ahora te toca a tí- dijo Iris -  ¿ Qué haces, tienes otra pareja ?
- Trabajo en lo mio, soy abogado. Y no,  no tengo pareja; salí escarmentado de mi mujer. Aunque no lo descarto, aún soy jóven . . .

Al terminar de cenar regresaron al hotel de Iris dando un paseo. Volverían a reunirse al cabo de unos días, ya que Clive debía acudir a un juicio en Providence. Iris regresaría a Irlanda en  unos días después de volver a verse.

Acudieron al aeropuerto a despedirla Clive y Rachel. A la joven le caia bien la tal Iris.  Su padre le había contado someramente su historia de amor con Brendan y a la chica, romántica por naturaleza, se le había desbocado la imaginación

- Bueno, debo entrar. Dijo Iris refiriéndose a Clive y Rachel. Me gustaría que conocieras a mis hijos, seguro que tendríais muchas cosas en común. Me encantaría que vinieras a Dublín. ¿ Por qué no lo haces en verano?
- A mi también me gustaría. Por fín podría conocer el lugar dónde nació mi padre
-¿ No conoces Irlanda ?
- No. Mamá nunca quiso ir
- Es un lugar increible. Animate y ven este verano. Philip coincidirá en sus vacaciones y él te podrá enseñar todo lo que desees. ¿ La dejarás, Clive ?
- Si saca el curso adelante, lo prometó. Iremos los dos unos días.
- Estupendo os alojaréis en la mansión O´Connor. Ahora la habito yo solamente.  Tengo que irme. Dadme un abrazo



Se abrazaron y se despidieron, quedando en visitarla para el verano.

Brendan llegó a Madrid, sin avisar.  En la casa, todavía el ambiente estaba impregnado del perfume y la presencia de Iris que unos días atrás había abandonado España.  Llamó a su hija y quedó con ella en verse al cabo de un rato. Esa sería la entrevista más triste que jamás pensó tener con aquella muchacha a la que adoraba, quizá como para compensarla de los años en los que ignoraba su existencia.

Vicky llegó al cabo de una hora para ver a su padre. Se abrazaron con cariño y emoción, especialmente Brendan que se sentía totalmente hundido ante todo lo que estaba viviendo.  Le encontró más delgado y los cabellos grises abundaban más en su cabeza.  Por un momento a Vicky le dió lástima de ver a su padre tan triste y deprimido. Después de servirse un café, Brendan tomó las manos de su hija y sentándola en el salón, comenzó a relatar toda su vida.  Al igual que hiciera con Philip, no omitió ningún episodio por escabroso que fuera.  Necesitaba liberar su conciencia de todo, de lo pasado y lo actual. Tenía que recuperar a su mujer y no sería posible si seguía guardando "fantasmas  en el armario". La conversación fue larga y pormenorizada.
La hija le escuchaba sin parpadear; ahora comprendía todo lo que a ella no la encajaba de la historia.  Sentía un profundo dolor por ellos y en especial por su madre.  Lamentaba profundamente todo el tiempo de incomprensión, todo lo que la había hecho sufrir, siendo inocente de todo lo que había acontecido.  Sintió que la quería enormemente y pensaba pedirla perdón por todo su alejamiento. 



Con la cabeza entre las manos Brendan se desplomó llorando como una criatura. Había sentido vergüenza al relatar a su hija los episodios de su vida. Ahora se daba cuenta de lo incomprensible de su actitud hacia Iris, al haberla abandonado por otra mujer que no servía ni para descalzarla. Ya no sentía su ego herido, no le importaba nada más que hacer todo lo posible por recuperarla. Por pedirla perdón y hacerla feliz hasta el final de sus días.

- Tenéis que ayudarme. He desnudado mi alma ante vosotros, no me queda más que una sola cosa y es volverla a ver, pedirla perdón y si tengo la fortuna, volver a ser el matrimonio feliz que siempre fuimos, hasta que en mala hora creí sentirme más varonil por conquistar a una mujer que podría haber sido mi hija.  Fuí estúpido, torpe y cruel.  No pensé en el dolor que podía causar, sólo pensé en mi orgullo de hombre maduro.. .
- Ya, papá. . .  No me ha gustado lo que he escuchado y no hablo del motivo por el que vine al mundo. Eso fue una irresponsabilidad de juventud que si ella perdonó, no soy yo para hacer reproches. Pero lo de ahora si. .  Ha sufrido como no te imaginas, eras todo su mundo y la dejaste sola porque tampoco nosotros sabíamos nada y no estábamos a su lado.  Nunca se quejó, al contrario siempre te justificaba.  No puedo ni imaginar las noches en soledad que pudo llorar.  Creo que debéis dejar pasar un tiempo hasta serenaros los dos. Ahora hablarían los reproches y el dolor, y vuestro amor ha sido y es demasiado hermoso. Debéis recuperarlo, debes volverla a conquistar, hacerla saber que es lo más importante para tí y que nunca jamás volverá a ocurrir.  Debo hablar con mi hermano y entre los dos veremos qué hacer.  Respecto a tu retiro, creo que no debes hacerlo ahora. Eres joven todavía, pero sí que Philip te ayude y poco a poco ir introduciéndole.  Regular tu asistencia a la oficina y si llegáis a estar juntos de nuevo, dedicar a mamá más tiempo, que se sienta amada de nuevo.
- Ella ¿ está bien ? sólo os pido me digáis eso



- Si papá está bien. No podemos decirte dónde está ya que nos prohibió lo hiciéramos. Hablaré con Philip y lo haremos con ella; si nos da su permiso te comunicaremos su domicilio, pero tendrá que ser ella quién lo autorice.  Y ahora vámonos.  Cenaremos con Luis y su familia, así les conoceras. Igual hicimos con mamá y todo resultó francamente bien.
- De acuerdo hija.  ¿ Eres feliz ?
- Si papá, lo somos y mucho
- Está bien, Vicky, está bien.

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