jueves, 23 de junio de 2016

El otro lado del mundo - Capítulo 20 - Viaje a las Antipodas

Don Giovanni, finalmente estableció contacto con su amigo del Ministerio de Exteriores, y trás varias gestiones, y mucho tiempo, pudo arrojar una débil luz sobre la búsqueda de Alessandro.Una llamada telefónica les sorprendió cuando ya nada esperaban.

- Pregunto por don Giovanni D'Tella - dijo la voz de una señorita
- Un momento, voy a avisarle - respondió la asistenta de la familia
-Soy Giovanni D'Tella ¿ quién me llma ?,
- Señor D'Tella, le llamo del Ministerio de Exteriores, de parte de don Patricio. Voy a enviarle con un mensajero una documentación que ha sido requerida por usted.  Dentro de una hora aproximadamente la tendrá
- Muy amable, señorita. Transmita de mi parte mi agradecimiento a don Patricio, al que saludaré personalmente.  Muchas gracias por su amabilidad


Aguardó a que Alessandro llegara de la calle, para darle la noticia.  Por fin, una luz al final del túnel.  Llegó la documentación, antes que Aless.  La impaciencia consumía a Giovanni, pero aguardó a que su hijo llegase para que, juntos, ambos comprobaran que, al menos, habría alguna noticia, que por débil que fuera, sería buena. Y juntos comprobaron lo que aquel sobre contenía:

" Mi querido amigo D'Tella:
Tengo el placer de adjuntarle los datos que hemos podido conseguir de su solicitud, que tras varias y largas gestiones, hemos conseguido.  No es la directamente inteesada por Vd., sino de una persona que ha convivido con Anna Maria Filiberto Parici, desde que llegó a Austgralia, hasta el fallecimiento de la citada señora Anna Maria.  Su nombre es Celyn Alessio y en la actualidad reside en Noosa Leads junto a una hija de la difunta. 

Confio en que los datos adjuntos, les sean de utilidad.  Sin más,  reciba mi más afectuoso saludo


                                                               Patricio Bello di Monte

Alessandro releyó de nuevo la carta. Se había producido el milagro. El camino que le conduciría hasta Bella, estaba despejado. Ahora todo sería más sencillo.  Giovanni, palmoteó en la espalda a su hijo, contento también de la buena nueva.  Se alegraba por él, por el tiempo que llevaba detrás de conseguirlo, y porque pensó que el sentimiento que le conducía hacia la muchacha, no era el de simplemente disculparse con ella, sino algo más profundo que por experiencia ya vivida, reconoció como lo que en realidad sentía: amor.

Nervioso, Aless, paseaba con la carta en la mano, que leia una y otra vez. Contactó con el Ayuntamiento de Noosa Leads, e hizo nuevas indagaciones: el apellido de Florence, la constancia de que allí mismo vivían y que Celyn estaba en la misma residencia.

-¡ Si todas las indagaciones fueran como esta, no tendríamos a penas trabajo !,- fue lo que le respondió amablemente la señorita encargada del registro del Ayuntamiento- Son los propietarios del hotel turístico Noosa Valley y de la agencia de viajes del mismo nombre.  En verdad me lo ha puesto muy fácil. dijo sonriendo la empleada
- Muchas gracias, señorita. No sabe el favor tan enorme que acaba de hacerme. Adiós.

Emocionado, nervioso y expectante, Alessandro se dispuso a llamar directamente a Bella, al teléfono de la agencia de viajes, y al del hotel, en uno de los dos sitios podría localizarla.  Llamó primero al hotel, y le anunciaron que la señorita Bella no se encontraba en ese momento en Noosa.  Había tenido que viajar a Sidney para una convención hotelera.

La sonrisa se le borró del rostro ante la noticia.  Decidió escribirla, porque según le habían comunicado, permanecería en la ciudad varios días por vacaciones.  Desilusionado comenzó a redactar la carta.  Era muy difícil ¿ cómo comenzar? ¿ Pidiendo disculpas ? Era demasiado frio y protocolario.  Tampoco era oportuno iniciarla como " mi querida Bella " ¿ querida ? Su corazón le dictaba otra cosa, pero después de tanto tiempo transcurrido, no podía presentarse con una declaración de amor en toda regla. Eso lo haría cuando estuvieran frente a frente, por más que fuera lo que su corazón le dictase.  Ahora más que nunca, deseaba presentarse ante la chica como autor que empezaba a ser conocido en Italia, pero ignorado en el resto del mundo.  No le importaba.  Lo verdaderamente importante, es que al fin podría verla. ¿ Habrá cambiado ? Ha pasado tiempo, es normal; yo también he cambiado.  Pero de repente, se le vino a la cabeza que posiblemente tuviera su vida organizada con otra persona.  Lo pasado en Taormina, quizá ni siquiera lo recordara. Por otra parte, nadie le había insinuado, siquiera, que estuviera casada o comprometida. Claro que las indagaciones no fueron en ese sentido, por tanto no era lógico que nadie se lo comentara.

Mil y una preguntas se agolpaban en su cabeza.  Tomó la determinación de anunciarle su próxima visita a esa parte del mundo y estaría complacido en saludarla personalmente. Era una solicitud fría, distante, pero al mismo tiempo guardaría las formas, hasta, al menos, averiguar el estado civil de Bella. Otra vez la espera.., pero esta vez, sería más corta.

A fuerza de mucho insistir ante el editor, y de renunciar a parte de los beneficios de la publicación del ñlibro, Alessandro consiguió que hubiera una presentación en Sidney. Pero el planteamiento de Giovanni a Loredana de que viajaría con su hijo, constituyo un sonoro disgusto entre el matrimonio.  Ella sabía sobradamente porqué el empeño de viajar al otro lado del mundo, y que el decir que iba a asesorarle, era simplemente una excusa

- ¿ Acaso crees que soy tonta ?  Vas por conocer dónde vivió y dónde está enterrada. En todos estos años no la has olvidado ¿ verdad ? -. Él guardó silencio, porque en el fondo sabía que Loredana tenía razón, pero ésta vez no le apartaría de lo que se había trazado.  Ella partió de vacaciones , con su hija, y él con Aless hacia Auistralia.  Previamente, Aless, una vez conocida la dirección envió a Bella, un ejemplar de su primer libro.  No obtuvo respuesta en ningún sentido; pensó que lo había recibido, pero que posiblemente ya no quisiera saber nada de él.


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