Los despidos se consumaron, y Nelly salió por la puerta de X9 TV USA, llevando una caja en la que cabían un peluche, una fotografía de sus padres, su agenda de teléfonos y, del trabajo, un porta lápices, y poca cosa más. Se sentía explotada, furiosa, indignada... y sobre todo muy triste ¿ Qué es lo que haría ahora?
Lo tenía muy claro: buscaría trabajo de lo que fuera, pero nunca, nunca, abandonaría sus sueños por un déspota, prepotente e intimidante jefe que había venido a revolucionar su pequeño mundo. Cuando llegó a su apartamento compartido con una amiga, dejó la caja en una esquina de la cama y se tumbó. Estaba sola, ya que Daisy aún no había salido del trabajo.
Se había despedido del señor Brenan que tan bueno había sido con ella estrechando su mano, y con un escueto adiós del gran jefazo que le había puesto de patitas en la calle.
Rumiaría su venganza. Aunque pasara mucho tiempo, esa se la cobraría. Pero no tardó mucho en llevarla a cabo. Habían pasado tres meses desde su despido, y acaso por un milagro, había encontrado un puesto de reportera del corazón en un pequeño canal de una localidad cercana a su domicilio. Era un canal vecinal, en el que la nota más sobresaliente era que fulanita había tenido un bebé, el cuarto de sus hijos... O que la dulce Francis se había comprometido..- o que el señor Miller había obtenido una gran cosecha, etc. etc. Seguía sin encontrar su lugar en el mundo, pero tenía paciencia.
Supo que la presentación del nuevo canal estaba convocada para la prensa en un par de días en el hotel Richmond, uno de los mejores, a las doce en punto del mediodía. Pidió acreditación, que le concedieron sin problema, ya que muy pomposamente había enviado la solicitud alegando ser la corresponsal del canal de Providence, algo que no era cierto, porque era un canal de un pueblo cercano a esa ciudad. Consideraba que tenía que ser decidida, y puesto que arbitrariamente la habían despedido, la hora de su venganza estaba cerca, muy cerca. ese déspota ricachón, se tragaría sus palabras: " su espacio no nos sirve; no entra dentro de la nueva programación. Y usted carece de experiencia para ocupar otro puesto de trabajo". Eso fue todo y esa fue toda explicación.
Sabía que el "chef" era puntual en extremo, por lo que tomó su asiento, siempre en las últimas sillas, y esperó paciente a que el acto comenzara.
Con puntualidad británica, allí estaba Aidan McDowell y su corte de aduladores, es decir colaboradores. La secretaria avanzó a los allí reunidos, que solamente podrían hacer preguntas referentes al acto al que habían sido convocados, es decir la televisión remodelada. Nada de preguntas personales, que en realidad era lo interesante, ya que Aidan era un soltero de oro que le gustaban, quizá demasiado, las faldas y siempre tenia a alguna fémina al retortero. Nelly se frotaba las manos: sabía lo que preguntar; se había documentado a conciencia, y además lo iba a emitir en el programa de corazón.
Las preguntas se sucedían y las respuestas también. Estaba simpático y respondía a cada uno de los reporteros con precisión y amabilidad. Entonces, cuando faltaba poco para concluir el acto. Nelly se puso de pie para que se diera cuenta de quién se trataba, y tras dar la referencia del canal, hizo la pregunta del millón
- ¿ Será la señorita Mills la última de sus conquistas, y la que por fin le llevará al altar para unirse en santo matrimonio ?
Aidan, se quedó serio, y clavando su mirada de acero sobre ella, la respondió con sequedad:
- He dicho que no responderé preguntas personales. Creo que lo he dejado muy claro. Aquí nos hemos reunido para hablar de algo más trascendente, claro que a lo mejor usted no se ha enterado aún. Por cierto se parece mucho a una nefasta chica del tiempo que tuve en mi canal. La pobre no servía para otra cosa, y tuve que despedirla. Si no se le ocurre nada más, doy por terminada esta rueda de prensa.
Susurró algo al oído de un colaborador, y salió de la sala como una exhalación. Todos comenzaron a recoger su material, pero Nelly, sólo llevaba una discreta máquina Nikon y una pequeña grabadora oculta en su bolso, con lo cuál, no se entretuvo demasiado. Ya en el vestíbulo, se le acercó un señor trajeado, y solicitó que le acompañara, que deseaban hablar con ella. La condujo hasta una suite.
Imaginó de quién se trataría. " A lo mejor me ofrece un trabajo", pensó. Pero lo que escuchó al entrar en la suite, hizo que desechara todo de su cabeza
- Es usted la persona más absurda, atrevida, incoherente y descarada, con la que me he tropezado en toda mi vida. Quedó muy claro que no admitiría preguntas personales, y usted ha hecho caso omiso de ello. Ya ha obtenido sus cinco minutos de gloria, puesto que creo saldrá en todos los telediarios. De acuerdo, pues esos van a ser los únicos que tenga en su vida profesional, porque voy a encargarme personalmente, de que no consiga jamás un trabajo en televisión
Ella se quedó muda y pálida. Los ojos de aquél hombre echaban chispas que prometían incendiarla por completo, pero no se amilanó y, alzando los hombros para parecer más alta, le soltó en el rostro
- ¿ De qué tiene miedo señor McDowell ? ¿ Acaso ha dejado preñada a alguna pobre becaria y no desea comprometerse con ella ?
- ¡Fuera! ¡Fuera de aquí inmediatamente! No deseo volverla a ver en toda mi vida. Vaya buscando otro empleo porque haré todo cuanto esté en mi mano para que nadie, óigame bien, nadie le de trabajo jamás. Philip, acompaña a esta señorita, por favor.
- He dicho que no responderé preguntas personales. Creo que lo he dejado muy claro. Aquí nos hemos reunido para hablar de algo más trascendente, claro que a lo mejor usted no se ha enterado aún. Por cierto se parece mucho a una nefasta chica del tiempo que tuve en mi canal. La pobre no servía para otra cosa, y tuve que despedirla. Si no se le ocurre nada más, doy por terminada esta rueda de prensa.
Susurró algo al oído de un colaborador, y salió de la sala como una exhalación. Todos comenzaron a recoger su material, pero Nelly, sólo llevaba una discreta máquina Nikon y una pequeña grabadora oculta en su bolso, con lo cuál, no se entretuvo demasiado. Ya en el vestíbulo, se le acercó un señor trajeado, y solicitó que le acompañara, que deseaban hablar con ella. La condujo hasta una suite.
Imaginó de quién se trataría. " A lo mejor me ofrece un trabajo", pensó. Pero lo que escuchó al entrar en la suite, hizo que desechara todo de su cabeza
- Es usted la persona más absurda, atrevida, incoherente y descarada, con la que me he tropezado en toda mi vida. Quedó muy claro que no admitiría preguntas personales, y usted ha hecho caso omiso de ello. Ya ha obtenido sus cinco minutos de gloria, puesto que creo saldrá en todos los telediarios. De acuerdo, pues esos van a ser los únicos que tenga en su vida profesional, porque voy a encargarme personalmente, de que no consiga jamás un trabajo en televisión
Ella se quedó muda y pálida. Los ojos de aquél hombre echaban chispas que prometían incendiarla por completo, pero no se amilanó y, alzando los hombros para parecer más alta, le soltó en el rostro
- ¿ De qué tiene miedo señor McDowell ? ¿ Acaso ha dejado preñada a alguna pobre becaria y no desea comprometerse con ella ?
- ¡Fuera! ¡Fuera de aquí inmediatamente! No deseo volverla a ver en toda mi vida. Vaya buscando otro empleo porque haré todo cuanto esté en mi mano para que nadie, óigame bien, nadie le de trabajo jamás. Philip, acompaña a esta señorita, por favor.
Dio la espalda y desapareció de su vista..
Pensaba que era muy capaz de cumplir su amenaza, pero antes de que lo hiciera, terminó de trazar su plan perfecto: emitiría lo ocurrido, aunque fuese lo último que hiciera en su vida. Un escalofrío recorrió su espalda. Con el poder de ese hombre, estaba segura de que cumpliría su amenaza. Pero antes de que eso ocurriera se plantó delante de la cámara y proyecto algunas fotografías del acto, y la grabación de la voz que recogió su pequeña grabadora . Y agregó que quizá fuera esa su última aparición en el canal, ya que pendía una amenaza de despido del todo poderoso magnate. Omitió su "charla " posterior. Quizás en otra ocasión pudiera utilizarla.
RESERVADOS DERECHOS DE AUTOR / COPYRIGHT
Autora< rosaf9494quer
Edición< Agosto 2016
Ilustraciones: Dakota Johnson < Jamie Dornan en Carlo Vivari
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