Tras varias audiciones, y cuando ya había perdido la esperanza de dedicarse a la televisión, le llegó una oferta como becaria, en un canal de poca monta. Sería la chica del tiempo. No era su ideal, pero habría de conformarse con ello, al menos de momento, mientras le surgía otra oportunidad.
Nelly Jackman, estaba muy nerviosa. Le parecía muy difícil señalar un mapa inexistente, sólo con un croma, y decir la predicción a través de un teleprompter. " Sea original ", le dijo el director, y allí llegó con un impermeable amarillo chillón, un paraguas y unas botas, a pesar de que en el exterior hacía una temperatura de 35º. Iba a predecir lluvias en alguna parte del país. Se había preparado a conciencia y hasta tenía un guión que sabía de memoria. Confiaba que los nervios no le traicionaran, y pudiera lucirse en su primer día de pantalla. Sabía que era una prueba de fuego, y que si no resultaba iría fuera. ¡ Si al menos la dejasen en redacción..! Era lo que ella ambicionaba, salir de reportera y hacer reportajes en la calle, aunque picando muy alto, su meta era ser corresponsal en algún país exótico, pero para eso debía pasar por puestos insignificantes y aprender mucho de televisión. En la Universidad había aprendido la carrera, pero las técnicas eso debía conocerlas sobre el " terreno.
Corrían malos vientos por el canal X9 TV USA. Cada vez los rumores eran más persistentes. Se hablaba de absorción por una multinacional de televisión, lo que significaría que la mayoría del personal sería despedido, y entre ellos, los becarios, entre los que se encontraba Nelly. Sabido es que los becarios a penas ganan un salario decente, y trabajan tanto como un fijo. Pero al menos a ella la permitía ir tirando.
Bajó al plató. Todo estaba dispuesto. Después del primer corte para la publicidad, venia El Tiempo. ¿ A quién podía interesar ese espacio ? A los granjeros y pescadores, seguro. Y para ellos dedicaría sus mayores esfuerzos por hacerles saber el tiempo que iban a tener.
- Prepárate, Nelly. Detrás vas tú.
Ella se situó ante el croma y el monitor que le indicaba dónde debía señalar y al mismo tiempo leer las palabras que le pasaba rápido el teleprompter, todo a una. El director le infundía palabras de ánimo, pero los nervios los tenía agarrotados en el estómago. El piloto rojo estaba pronto al verde, su cámara, y de repente se quedó en blanco, pero controló los nervios, y soltó una parrafada, que, aunque absurda, la sirvió como presentación, mientras sus compañeros desde el plató le echaban una mano.
Se equivocaba, no casaba el mapa con el lugar descrito, pero decidió que tenía que echarle cara y con la mejor de sus sonrisas, salió más mal que bien, de los tres minutos que duró su intervención. Los comentarios eran para todos los gustos. Las máximas figuras del canal, criticaban duramente a la debutante, sin embargo el director, quizá recordando sus comienzos, fue más indulgente con ella, incluso le hizo gracia la forma de salir del paso. Ella tenía un rebote monumental. Lejos de quedar satisfecha, sabía que había metido la pata, y que posiblemente, aquel esperpento sería su debut y su salida.
El director, decidió seguir adelante con el proyecto de Nelly. Tenía algo, que, su experiencia , de muchos años, le decía que tenía posibilidades. La llamó a su despacho. Ella antes de acudir, comenzó a recoger sus cosas; estaba segura que la despediría.
- Y no es para menos -, se repetía- ¡ Vaya fracaso más estrepitoso !. Ni en mil años pensaría que mi debut sería así de desastroso. En fin, hola y adiós.
Dio unos golpes suaves en la puerta, y la voz rotunda del director se escuchó dándole paso
- ¿ Quería verme ?— preguntó cautelosa
- Si, si. Pasa y siéntate
- Antes que nada, deseo pedirle disculpas por mi actuación. Me puse muy nerviosa y ...
- La verdad es que has hecho un papelón, pero he decidido darte una segunda oportunidad. Mañana será grabado, al menos hasta que te acostumbres y aprendas a manejar tanto el croma como el teleprompter. No es complicado, sólo necesitas soltura y conocer mejor el medio.
- ¿ No va a despedirme ?
- No lo se. Ya veremos como resulta mañana; decidiré según vea.
- Gracias, gracias señor Brenan. Haré todo cuanto esté en mi mano para no defraudarle.
Y esa noche no pudo dormir. Estaba, si cabe, más nerviosa que el día del debut.. No podía dejar en mal lugar a su jefe. Trataría de ser natural, ella misma, y seguir al pie de la letra las observaciones del director. Tenía que aprender más. v se fijaría en los presentadores, copiaría su soltura ante las cámaras, y tenía que seguir el piloto verde cada vez que cambiara de cámara: era muy importante. Al final se durmió muy tarde, pero se despertó temprano. Estaba impaciente por llegar al estudio. Pasó a maquillaje y la maquilladora alabó su cabello rubio como el oro, y la transparencia de su piel
- No voy a aplicarte mucho maquillaje, no lo necesitas. Tienes una piel joven y preciosa
- ¡ Qué bien !- dijo a la maquilladora agradeciendo sus piropos.
El siguiente paso fue probar la luz y el plató a grabar. De nuevo el croma y el otro artilugio de las palabras que le hacían vocalizar muy aprisa. Tenía un compromiso con el director, no podía dejarle en mal lugar, así que respiró hondo y se apresuró a colocarse donde el regidor la indicó. Todos eran muy amables con ella, quizá demasiado para ser una principiante. ¡ Qué raro ! se dijo- ¿ Serán siempre así ? Pero no le dio tiempo a pensar en más. Se encendieron las luces, las cámaras y antes de darse cuenta, estaba grabando su programa del tiempo.
Y esta vez, si sirvió y quedó bastante bien, ante la complacencia del director, que le había brindado esa oportunidad y, de ella misma, porque había conseguido superar sus nervios e indecisión. Lo vería desde su casa, sentada cómodamente en el sofá en el noticiario de las nueve. Pero alguien más lo vería también. De hecho desde hacía un tiempo era ese canal el que seguía; tenía que proteger sus intereses. La noche anterior grabó la intervención de Nelly: sería un empleado de los que echarían. No servía para eso, y lo que necesitaban eran profesionales, y no caras bonitas con deseos de sus cinco minutos de gloria.
Entre otras cosas, ese canal había ido a pique por tener a gente entre su plantilla que no merece la pena. Había que reestructurar la programación desde los cimientos. Buenos profesionales en todas las secciones, programas variados e interesantes. Fuera las noticias del tiempo que daban todos los canales. No era necesario Ese sería su objetivo
- Veremos a ver qué ocurre esta noche- dijo y pulsó el mando para sintonizar el canal. Había tenido un duro día de trabajo; las cosas no habían salido como pensara, y ello le había puesto de mal humor. Era un perfeccionista, y deseaba, que todo cuanto le rodeaba, estuviese a su altura, si no era así, despedía a la gente y lo intentaba con otro. Quizá por eso había tenido un rotundo éxito en los negocios, pese a su juventud. Se había iniciado en la televisión desde abajo, desde que su padre se lo impuso, y llegó a ser la persona que más sabía en el medio. Y fue superándose poco a poco, hasta hacerse con una de las más fuertes cadenas del país. Y ese personaje era Aidan McDowell, americano de padre escocés y madre británica, aunque él naciera en Nueva York..
Sus padres emigraron a Estados Unidos, a mediados de los años sesenta, y con esfuerzo, mucho trabajo, inteligencia y buen ojo para los negocios, se hizo con una emisora de radio local del lugar en donde vivían. Él mismo era locutor, control, guionista... y su mujer Alice, pasaba la publicidad y atendía el teléfono. A los dieciocho años, se incorporó su único hijo Aidan, que trabajaba y acudía a la Universidad. Y así poco a poco y pasando los años, comenzaron a prosperar. Aidan tenía especial don para los medios de comunicación, y enfocó su carrera hacia la televisión, creando un pequeño y doméstico canal, en el que todos sus amigos tenían alguna labor que desempeñar. Cuando contaba treinta años, ya era todo un experto en ese medio, y sus padres dejaron en sus manos los nuevos retos que se habían impuesto. Primero agrandó el canal que ya tenían, dándole más contenidos y aumentando notablemente la cuota de pantalla. El paso siguiente, fue la compra de otro canal en el estado vecino. Viajaba todas las semanas para controlarlo todo, y se rodeó de profesionales recién salidos de la Universidad, con lo que renovaba las ideas, y los salarios no eran excesivos. Y siguió escalando peldaño, tras peldaño, hasta hacerse con la emisora más potente del estado de Nueva York.
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Nelly Jackman, estaba muy nerviosa. Le parecía muy difícil señalar un mapa inexistente, sólo con un croma, y decir la predicción a través de un teleprompter. " Sea original ", le dijo el director, y allí llegó con un impermeable amarillo chillón, un paraguas y unas botas, a pesar de que en el exterior hacía una temperatura de 35º. Iba a predecir lluvias en alguna parte del país. Se había preparado a conciencia y hasta tenía un guión que sabía de memoria. Confiaba que los nervios no le traicionaran, y pudiera lucirse en su primer día de pantalla. Sabía que era una prueba de fuego, y que si no resultaba iría fuera. ¡ Si al menos la dejasen en redacción..! Era lo que ella ambicionaba, salir de reportera y hacer reportajes en la calle, aunque picando muy alto, su meta era ser corresponsal en algún país exótico, pero para eso debía pasar por puestos insignificantes y aprender mucho de televisión. En la Universidad había aprendido la carrera, pero las técnicas eso debía conocerlas sobre el " terreno.
Corrían malos vientos por el canal X9 TV USA. Cada vez los rumores eran más persistentes. Se hablaba de absorción por una multinacional de televisión, lo que significaría que la mayoría del personal sería despedido, y entre ellos, los becarios, entre los que se encontraba Nelly. Sabido es que los becarios a penas ganan un salario decente, y trabajan tanto como un fijo. Pero al menos a ella la permitía ir tirando.
Bajó al plató. Todo estaba dispuesto. Después del primer corte para la publicidad, venia El Tiempo. ¿ A quién podía interesar ese espacio ? A los granjeros y pescadores, seguro. Y para ellos dedicaría sus mayores esfuerzos por hacerles saber el tiempo que iban a tener.
- Prepárate, Nelly. Detrás vas tú.
Ella se situó ante el croma y el monitor que le indicaba dónde debía señalar y al mismo tiempo leer las palabras que le pasaba rápido el teleprompter, todo a una. El director le infundía palabras de ánimo, pero los nervios los tenía agarrotados en el estómago. El piloto rojo estaba pronto al verde, su cámara, y de repente se quedó en blanco, pero controló los nervios, y soltó una parrafada, que, aunque absurda, la sirvió como presentación, mientras sus compañeros desde el plató le echaban una mano.
Se equivocaba, no casaba el mapa con el lugar descrito, pero decidió que tenía que echarle cara y con la mejor de sus sonrisas, salió más mal que bien, de los tres minutos que duró su intervención. Los comentarios eran para todos los gustos. Las máximas figuras del canal, criticaban duramente a la debutante, sin embargo el director, quizá recordando sus comienzos, fue más indulgente con ella, incluso le hizo gracia la forma de salir del paso. Ella tenía un rebote monumental. Lejos de quedar satisfecha, sabía que había metido la pata, y que posiblemente, aquel esperpento sería su debut y su salida.
El director, decidió seguir adelante con el proyecto de Nelly. Tenía algo, que, su experiencia , de muchos años, le decía que tenía posibilidades. La llamó a su despacho. Ella antes de acudir, comenzó a recoger sus cosas; estaba segura que la despediría.
- Y no es para menos -, se repetía- ¡ Vaya fracaso más estrepitoso !. Ni en mil años pensaría que mi debut sería así de desastroso. En fin, hola y adiós.
Dio unos golpes suaves en la puerta, y la voz rotunda del director se escuchó dándole paso
- ¿ Quería verme ?— preguntó cautelosa
- Si, si. Pasa y siéntate
- Antes que nada, deseo pedirle disculpas por mi actuación. Me puse muy nerviosa y ...
- La verdad es que has hecho un papelón, pero he decidido darte una segunda oportunidad. Mañana será grabado, al menos hasta que te acostumbres y aprendas a manejar tanto el croma como el teleprompter. No es complicado, sólo necesitas soltura y conocer mejor el medio.
- ¿ No va a despedirme ?
- No lo se. Ya veremos como resulta mañana; decidiré según vea.
- Gracias, gracias señor Brenan. Haré todo cuanto esté en mi mano para no defraudarle.
- No voy a aplicarte mucho maquillaje, no lo necesitas. Tienes una piel joven y preciosa
- ¡ Qué bien !- dijo a la maquilladora agradeciendo sus piropos.
El siguiente paso fue probar la luz y el plató a grabar. De nuevo el croma y el otro artilugio de las palabras que le hacían vocalizar muy aprisa. Tenía un compromiso con el director, no podía dejarle en mal lugar, así que respiró hondo y se apresuró a colocarse donde el regidor la indicó. Todos eran muy amables con ella, quizá demasiado para ser una principiante. ¡ Qué raro ! se dijo- ¿ Serán siempre así ? Pero no le dio tiempo a pensar en más. Se encendieron las luces, las cámaras y antes de darse cuenta, estaba grabando su programa del tiempo.
Y esta vez, si sirvió y quedó bastante bien, ante la complacencia del director, que le había brindado esa oportunidad y, de ella misma, porque había conseguido superar sus nervios e indecisión. Lo vería desde su casa, sentada cómodamente en el sofá en el noticiario de las nueve. Pero alguien más lo vería también. De hecho desde hacía un tiempo era ese canal el que seguía; tenía que proteger sus intereses. La noche anterior grabó la intervención de Nelly: sería un empleado de los que echarían. No servía para eso, y lo que necesitaban eran profesionales, y no caras bonitas con deseos de sus cinco minutos de gloria.
Entre otras cosas, ese canal había ido a pique por tener a gente entre su plantilla que no merece la pena. Había que reestructurar la programación desde los cimientos. Buenos profesionales en todas las secciones, programas variados e interesantes. Fuera las noticias del tiempo que daban todos los canales. No era necesario Ese sería su objetivo
- Veremos a ver qué ocurre esta noche- dijo y pulsó el mando para sintonizar el canal. Había tenido un duro día de trabajo; las cosas no habían salido como pensara, y ello le había puesto de mal humor. Era un perfeccionista, y deseaba, que todo cuanto le rodeaba, estuviese a su altura, si no era así, despedía a la gente y lo intentaba con otro. Quizá por eso había tenido un rotundo éxito en los negocios, pese a su juventud. Se había iniciado en la televisión desde abajo, desde que su padre se lo impuso, y llegó a ser la persona que más sabía en el medio. Y fue superándose poco a poco, hasta hacerse con una de las más fuertes cadenas del país. Y ese personaje era Aidan McDowell, americano de padre escocés y madre británica, aunque él naciera en Nueva York..
Sus padres emigraron a Estados Unidos, a mediados de los años sesenta, y con esfuerzo, mucho trabajo, inteligencia y buen ojo para los negocios, se hizo con una emisora de radio local del lugar en donde vivían. Él mismo era locutor, control, guionista... y su mujer Alice, pasaba la publicidad y atendía el teléfono. A los dieciocho años, se incorporó su único hijo Aidan, que trabajaba y acudía a la Universidad. Y así poco a poco y pasando los años, comenzaron a prosperar. Aidan tenía especial don para los medios de comunicación, y enfocó su carrera hacia la televisión, creando un pequeño y doméstico canal, en el que todos sus amigos tenían alguna labor que desempeñar. Cuando contaba treinta años, ya era todo un experto en ese medio, y sus padres dejaron en sus manos los nuevos retos que se habían impuesto. Primero agrandó el canal que ya tenían, dándole más contenidos y aumentando notablemente la cuota de pantalla. El paso siguiente, fue la compra de otro canal en el estado vecino. Viajaba todas las semanas para controlarlo todo, y se rodeó de profesionales recién salidos de la Universidad, con lo que renovaba las ideas, y los salarios no eran excesivos. Y siguió escalando peldaño, tras peldaño, hasta hacerse con la emisora más potente del estado de Nueva York.
RESERVADO DERECHOS DE AUTOR/ COPYRIGHT
Autora< rosaf9494quer
Edición< Agosto 2016
Ilustraciones< J,Dornan D. Johnson< Internet
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