miércoles, 20 de enero de 2016

Cruce de destinos Capítulo 14 y último - ¿ Cómo subir a la novena ?

Al llamar a la puerta del apartamento de Dennis, el corazón de Christine parecía que iba a saltar de su pecho. La preocupación  por el estado de su amigo, el reencontrarse después de tanto tiempo con los mismos lugares que ella frecuentaba, hacía que la emoción la embargara.  La puerta la abrió el mismo Dennis con una amplia sonrisa

- Pero...  ¿cómo estás?, dímelo

Dennis soltó una carcajada agarrándola por el brazo .Su plan con la ayuda del señor  Hutchinsons había resultado perfecto. La primera parte la habían conseguido: Christine ya estaba en casa.
Ella le empezó a golpear el pecho llena de rabia, al verse engañada.

-Para, para. Deja que te explique.

 La explicación fué detallada en todos sus conceptos y únicamente así Christine pudo calmarse. La relató el encuentro en el barrio remodelado y a su vez Christine, su fortuito encuentro con el padre de Mathew

Puso especial esmero en su peinado, en su vestido y pidiendo el visto bueno a su amigo , se encaminó a la puerta nerviosa para enfrentarse nuevamente con su pasado.   Al llegar frente al edificio leyó la placa como aquel otro día en que fue por primera vez a entregar un curriculum vitae

"Inmobiliarias Hutchinsons e hijos".  Repitió en voz baja como para convencerse que  había vuelto.

Había un hombre mirando distraído  un periódico  financiero, frente al ascensor "de los jefes". Tuvo que hacer grandes esfuerzos para no llamarle, pero estaba dispuesta a llevar su plan hasta el final.  Por fin llegó el ascensor y el hombre penetró sin mirar a ningún sitio. Había sido llamado por su hermano con toda urgencia y no pudo negarse a acudir al despacho.  Al sentir que otra persona entraba al tiempo , sin volverse exclamó.

-Este ascensor es particular, y no puede subir el público
-Ya lo se¿ Cómo puedo subir a la novena?

Mathew se giró lentamente.  Aquella voz,.. ¡ era imposible ! Pero le recordó otra escena vivida y que cambió todo. Eran figuraciones suyas.  El destino no se cruzaría  en su camino de nuevo y le  haría revivir otra experiencia como aquella.  Frente a él había una joven , preciosa, con los ojos húmedos y los labios temblorosos que no podía pronunciar palabra. Sólo mirarle sonriendo. tendió sus manos hacia él y Mathew la abrazó con tanta fuerza que no podía respirar.

-¡ Dios mio, Dios mio!.¡  Estás aquí  ¡, Has vuelto, has vuelto !
 Se fundieron en un abrazo sin pronunciar palabra.. No podían creer lo que estaban viviendo, se separaban , se miraban y volvian a abrazarse. Era verdad, estaba pasando  no era un sueño.  Llegaron a la planta novena. Mathew, tirando de su brazo, la introdujo en su despacho.  Era necesario que hablaran. Quería conocer de sus labios el por qué de aquella carta, el por qué de su alejamiento, el por qué de su escondite no sabía donde, el por qué,.. por qué de tantas cosas
Mathew estaba nervioso, feliz  y a un tiempo enfurruñado. Había pasado mucho tiempo e ignoraba los motivos que la condujeron a tomar esa decisión.

- ¿ Me contarás el por qué de todo esto ?- la preguntó
-Cuando te vi allí sentado, en el juicio, sentí tanto dolor, tanta vergüenza..., que comprendí de golpe que lo nuestro era inviable. Estabas tan alejado de mi como la luna. Tenías una barrera infranqueable y siempre existiría una duda entre nosotros.
-¿ Por qué dices eso ?  Yo nunca he dudado de ti.  Incluso te daba la razón, pero nadie quiso escucharme, así que me resigné a lo que habías emprendido porque yo también estaba de tu parte. Y no  fue por el amor que sentía hacia tí, sino porque  me parecía que tu postura era encomiable, y nunca debimos llegar a ese extremo



- Pero imaginaba la vergüenza que estarías pasando.  Los periódicos se harían eco de ello y no podía resistir que te hicieran daño con las insidias y confabulaciones.  Eras ajeno a todo eso.  Tu único delito era ser director general de un emporio sin alma.

Tomó su cabeza entre las manos, y la besó apasionadamente, como para resarcirse de todo el tiempo que habían estado alejados.  Christine le ocultó la verdadera razón de su huida.  No deseaba echar más leña al fuego existente entre su padre y él.

- Ven - la dijo tomándola de la mano- Clive quiere hablar conmigo
-Pues entonces aquí te espero. Será algo importante. Cuando termines aquí estaré
- No,  quiero que vengas conmigo, sea lo que sea que tenga que hablarme. No quiero dejarte sola, no sea que te de la idea de volver a marcharte.Debiste hablar conmigo antes de tomar esa determinación tan tajante. ¿ Dónde has estado todo este tiempo? Ha sido mucho. No te encontrábamos por ningún lado
- Fuí al aeropuerto y pedí un billete para el primer vuelo que hubiera, y fue a España.  Allí he vivido todo este tiempo.  Allí en un pueblecito de pescadores, pude conseguir algo de paz.
- ¡ Oh mi vida ! ¡ Cuánto siento todo lo ocurrido ! No tienes ni idea de lo que te he extrañado. No encontraba mi sitio en ningún lugar del mundo, ni con nadie. Sólo eras tú: mi obsesión.  Prométeme que nunca volverás a hacerlo, que nunca saldrás huyendo de mi
- Esta vez no. Hemos hablado y aclarado nuestra situación.  No temas no me moveré.

 Salieron felices del despacho, y juntos fueron al encuentro de Clive, que   feliz,  les recibió abrazando primero a Christine y después a su hermano. Todo era una puesta en escena para ellos. Todos habían colaborado para el encuentro.  Unos pasos más atrás estaba Peter Hutchinsons, emocionado, y a su lado Dennis riendo feliz.

-¡Sorpesa! - es el grito que todos a una exclamaron. Peter Hutchinsons agarró del brazo a Christine y la apartó un poco

-Gracias, hija por el bien que nos haces. ¿Podrás perdonarme algún dia?
-Perdonarte ¿ de qué? Soy tan feliz que he borrado todos los malos tragos que hemos pasado. No volvamos a recordarlos. Tenemos toda una vida por delante para ser felices, por favor, borrémoslo de una vez.- Y depositó un beso en la mejilla de Peter.
-Se nos hace tarde, vamos, que no llegamos -  dijo Dennise
-¿ Qué pasa ahora? Con nosotros no contéis- dijo Mathew.-  Tenemos muchas cosas de las que hablar y además no me váis a separar de ella nunca más.
-Pues no tenéis más remedio que venir, es imprescindible. Tardaremos poco, no preocuparos y luego tendréis toda la noche y todo el día siguiente para que hagáis lo que queráis
-Casarnos, inmediatamente. No vaya a ser que se me vaya de nuevo.

Todos rieron al tiempo que bajaban para ir a ¿dónde? Tardaron media hora en averiguarlo. La zona era nueva, bonita,  alegre con un parque para niños precioso donde jugaban y llenaban de risas el aire. en un lateral un edificio impresionante en cuyo frente había un cartel enorme en el que se podía leer DESTINOS. CENTRO COMERCIAL.

Efectivamente eran las casas sociales rehabilitadas en el mismo barrio donde estaban situados, el centro comercial y el parque para los pequeños. Mathew y Christine cogidos fuertemente de la mano, no podían dar crédito a sus ojos. Todo se habia cumplido. Los emigrantes tenían unas casas  saneadas y alegres. Las preocupaciones había huido de sus vidas, ya que muchos de ellos habían encontrado un trabajo estable dentro del mismo centro comercial. ëste había tenido un éxito espectacular: siempre estaba lleno de gente ávidas de efectuar compras. Todo era perfecto, había compensado tanto sufrimiento para gozar ahora de tanta felicidad. Mathew y Cristine se fundieron en un beso , coreado por todos y con aplausos de los niños que bajaban por el tobogán. Hasta Puky ladraba sin cesar desde el coche  de Coraleen; había reconocido a su dueña.
Se casaron al cabo de tres semanas en la iglesia pequeña de las casas sociales. No estuvieron las grandes amistades financieras, solamente la familia y las amigas de confianza de Christine.
Se apartaron a un lado y ella susurró al oido de su ya marido

-Deseo ir al cementerio, Vamos por favor, ahora.

Se encaminaron hacia la tumba de Margaret y allí tomados de la mano ambos esposos. Cristine , se dirigió a la fallecida:

- No tuve oportunidad de conocerte, pero gracias a ti ahora somos marido y mujer. Quiero que sepas que te ha querido más que a su propia vida, que puso en peligro cuando te fuistes muy a tu pesar. Hemos pasado por muchas dificultades, pero la firmeza de nuestro amor ha sido grande y nos ha permitido llegar hasta aquí. Nos amamos, Margaret , y yo se que tú has estado pendiente de Mathew. Desde donde quiera que estés, se que le has cuidado y le has conducido hasta mi. Nuestros destinos se cruzaron en un ascensor. Le quiero mucho, muchísimo y nunca, nunca dejaré de amarle. Te prometo ser la esposa que él se merece; descansa tranquila Margaret nunca más volveremos a separarnos.

Mathew estaba emocionado y rodeó con su brazo el hombro de su esposa y la besó en la mejilla. Luego Christine se inclinó para depositar en la tumba su ramo de novia.Y susurró.

-Vendré más veces. Nunca te olvidaremos.




Después se apartó para que Mathew se despidiera de aquella joven que había representado tanto en su vida .  Ahora tenía un nuevo amor, un amor profundo, sincero y único, capaz de derribar todas las barreras que la vida o el destino les pusiera en su camino.


Lentamente abandonaron el cementerio y se reunieron con sus familiares que les aguardaban para celebrar el enlace.


                                              F   I   N  




Autoría :  1996rosafermu 
Editado: Junio,  de 2011 
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

                                                      

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