No dejaba de pensar en el giro que habían tomado las cosas. Su preocupación iba en aumento a medida que los días transcurrían y se acercaba la fecha de volver a Irlanda para la lectura del testamento de Phillip. Cada noche ante su retrato le suplicaba que la ayudara a solucionar aquella situación tan complicada. Una cosa tenía clara : no iba a renunciar a su hija, por lo tanto, nuevamente, tenía que ser la sacrificada y tomar la determinación de trasladarse a vivir en donde Brendan vivía.
Por su parte Brendan no estaba contento con la carta que se había sacado de la manga. No estaba satisfecho con el ultimatum que le había dado, pero no veía otra salida para normalizar su vida con Iris y con la niña. ¡ La niña ! Cada vez que la evocaba una ola de ternura le subía hasta la garganta. Sus sentimientos habían cambiado tanto en pocos días que le parecía increíble que hubiera vivido sin tener cerca a la pequeña, y por qué no decirlo, a su madre también.
No la había querido llamar. Muchas veces había descolgado el teléfono, para al menos, oir su voz, pero había colgado sin llegar a marcar el número. No se sentía con fuerzas. Estaba enfadado, pero no sabía muy bien por qué y con quién, o quizá lo estuviera con él mismo.
Había estado unos días de viaje después de regresar de España. Solo ,en el campo, con sus pensamientos y sus sentimientos porque algo había descubierto que tenía oculto sin saberlo, en su memoria:, la primera vez que la vio cuando era una niña y había perdido a sus padres.
Se dio cuenta que desde entonces sentía curiosidad por ella.¿Curiosidad, o algo más? De repente supo que siempre la había tenido ahí y que fue ese recuerdo el que le hizo salir huyendo cobardemente ante el daño que le había infringido y que en lugar de reaccionar, le negó su ayuda y consintió en que manejasen la vida de los dos entre su padre y su tío.
¡ Si ella supiera que lo que le mueve a ese planteamiento es poder reconquistarla! Pero está tan ciega de rencor que no lo ve, sólo ve que de nuevo la está agrediendo, cuando todo lo que desea es su felicidad y la de la niña. Sonó el teléfono en el domicilio de Iris.
- Dígame - al otro lado del teléfono hubo una breve pausa y enseguida la respuesta
-¿Iris?
- Sí, ¿quién llama?
-Soy Brendan, ¿cómo estás,? ¿ Victoria, está bien?
-Si,si, desde luego. Las dos estamos bien. ¿Llamas por lo del testamento?
-Si, será el próximo fin de semana, para facilitarte el desplazamiento en tu trabajo
- ¡Oh, gracias! has sido muy amable y has pensado en todo. Se nota que estás acostumbrado a manejar estas situaciones
-¿Lo dices con ironía?
- Por supuesto que no, no era esa mi intención. De acuerdo, pero me tengo que llevar a Victoria, no tengo con quién dejarla
´-¿Habías pensado dejarla en Madrid, es que crees que no tengo ganas de verla y abrazarla?
- Mira no tengo ganas de discutir, me duele la cabeza, pero...
-Pero ¿qué?. He observado que te duele con bastante frecuencia la cabeza. Deberías hacértelo mirar
-¿Sabes que existen unos aparatos llamados teléfono con los cuales comunicas en el acto con otra persona?. Pues eso que podías haberle llamado si tanto interés tenías por ella
-No pierdes ni un momento de reprocharme algo, ¿eh? Habrás de saber que no te he querido llamar para no presionarte. Creo que ya tendrás la decisión tomada porque en cuestión de pocos días lo tendrás que decidir
- Bueno, ¿quieres hablar con ella?
-Naturalmente. No sé qué concepto tienes de mi
-Pues mira ahora que lo dices, no muy bueno.
- En verdad voy a creer que somos incompatibles. Sea cual sea la circunstancia a la primera de cambio nos estamos atacando y esto no puede ser. No es esa mi intención; quiero llevarme bien contigo porque significas mucho para mi. Anda di a Victoria que se ponga
. Habló con su hija mientras Iris reflexionaba del por qué de su actitud en cuanto escucha su voz. ¿ Por qué le hablaba de esa manera, si todo lo que quería era escucharle?
En un vuelo regular y sin anunciar su llegada, Iris de la mano de Victoria llegó al hotel en donde iba a hospedarse el tiempo que estuviera en Dublín. Llamó por teléfono a Sean y le comunicó que ya Habían llegado . Le preguntó por la hora y el domicilio donde debería reunirse y al tiempo le dijo:-
-Sean tendré que llevar conmigo a Victoria, no tengo dónde dejarla. Espero que no importe
-¿Cómo va importarme?, pero vamos hacer una cosa. Louise vendrá conmigo al abogado y ella se encargará de entretener a la pequeña mientras nosotros solucionamos el papeleo, ¿ te parece?
-Si de acuerdo.¿Has hablado con Brendan? porque me comentó en una ocasión que tenía que hablar seriamente contigo.
- Si, lo ha hecho y me echó una bronca terrible. Pero con el descubrimiento ha salido ganando. El mismo lo reconoció y he de decirte que está loco de contento con la niña y....con la madre.
- Por favor, Sean, no digas eso. No hay vez que hablemos que no salgamos discutiendo
-Si pero en tu pais hay un refrán que dice:" amores reñidos, son..." Ya sabes el resto. Nos vamos a llevar muchas sorpresas todavía. Acuérdate de lo que te digo. Susan te pondrá al corriente en cuanto sea posible. Oye, pasaremos a buscarte. La cita es a las diez, pero estate lista a las nueve, así tomamos café antes de irnos. Y ¿ por qué te has hospedado en un hotel? Brendan tiene piso en Dublín, podías haber ido a su casa, que mirándolo bien también es la tuya. - Y rió...
- Sean, por favor qué cosas dices. No me puede ver ni en pintura y me voy a hospedar en su casa, ¿para crear más violencia?, no gracias, ya hay bastante.
- Bueno, pues será hasta mañana. Cuídate y dale un beso a mi nieta. Menos mal que ya no tendré que fingir más, por favor solucionarlo de una buena vez
Puntuales, Brendan, Sean y Louise acudieron al hotel a recoger a Iris y Victoria. Los abuelos después de abrazar a Iris se dirigieron a la niña que fue abrazada con inmensa ternura por Sean que con ojos vidriosos por la emoción murmuró: por fin, por fin.
Brendan , con una mirada larga hacia Iris, le dijo
- ¿ Cómo estás?
-. Bien- respondió ella mirándole también con fijeza.
- Bueno, tomemos un café y después nos vamos, o llegaremos tarde- anunció Sean.
En el bufete ya estaban Susan, Thomas y Olivia. Cuando hizo su aparición el resto de la familia, Olivia no pudo por menos de hacer un gesto de desagrado al encontrarse de nuevo frente a Iris. Apenas se saludaron y se sentaron esperando la entrada del abogado. Brendan lo hizo junto a Iris y Sean. Brendan sin saber muy bien por qué, cogió la mano de Iris y con una sonrisa le dijo
- . Todo saldrá bien, no estés nerviosa
Por primera vez Iris le miró sin rencor y con agradecimiento. Con una sonrisa le indicó que estaba tranquila y él no le soltó la mano, ella tampoco la retiró. Sean sonrió al ver la escena.
El testamento se leyó y vieron una cinta que había grabado Phillip en la que explicaba el porqué de sus decisiones. A su ex mujer le dejaba una buena cantidad de dinero como compensación a su fallido matrimonio. Lo que causó más sensación fue la disposición en que dejaba a Iris una fortuna en metálico y todas las acciones de la Compañía, con la salvedad de que sería Brendan quién le asesorara para cumplir con su cargo de directiva. A la pequeña Victoria también le dejó en herencia una fortuna que debería administrar su padre hasta su mayoría de edad.
Iris se emocionó al ver y escuchar la voz de aquel hombre que había ejercido de padre y que hasta después de muerto la seguía cuidando. Olivia no dijo nada, aunque no estaba conforme en lo concerniente a Iris.
Una vez concluidos los trámites, Iris anuncio que renunciaba a todo, y que no se haría cargo ni de las acciones ni del dinero. Ante la extrañeza de todos Brendan la llevó aparte y le preguntó el por qué de esa reacción.
- No necesito nada, tengo mi trabajo. Respetaré lo concerniente a la niña, pero lo mio no lo quiero. No soy bien vista en esta familia y rechazo todo lo que me obligue a un contacto en cualquier situación
-¿ A qué te refieres? ¿ quién no te quiere?
- Olivia ¿ no ves de que forma me ha mirado?
- Olivia no pertenece a nuestra familia, y créeme que lo ha intentado, pero no lo es. Me importa un pito lo que ella quiera o deje de querer. Nosotros si te queremos, yo te quiero y queremos a la niña, y por ella no te puedes permitir el rechazo a lo que el padrino te dejó con tanto amor
-¿Tu me quieres, estás seguro de lo que dices?- dijo riendo Iris
- Tan seguro como que tenemos una hija. Y vamos, no hagamos esperar al abogado que tenemos aún que formalizar algo
Por su parte Brendan no estaba contento con la carta que se había sacado de la manga. No estaba satisfecho con el ultimatum que le había dado, pero no veía otra salida para normalizar su vida con Iris y con la niña. ¡ La niña ! Cada vez que la evocaba una ola de ternura le subía hasta la garganta. Sus sentimientos habían cambiado tanto en pocos días que le parecía increíble que hubiera vivido sin tener cerca a la pequeña, y por qué no decirlo, a su madre también.
No la había querido llamar. Muchas veces había descolgado el teléfono, para al menos, oir su voz, pero había colgado sin llegar a marcar el número. No se sentía con fuerzas. Estaba enfadado, pero no sabía muy bien por qué y con quién, o quizá lo estuviera con él mismo.
Había estado unos días de viaje después de regresar de España. Solo ,en el campo, con sus pensamientos y sus sentimientos porque algo había descubierto que tenía oculto sin saberlo, en su memoria:, la primera vez que la vio cuando era una niña y había perdido a sus padres.
Se dio cuenta que desde entonces sentía curiosidad por ella.¿Curiosidad, o algo más? De repente supo que siempre la había tenido ahí y que fue ese recuerdo el que le hizo salir huyendo cobardemente ante el daño que le había infringido y que en lugar de reaccionar, le negó su ayuda y consintió en que manejasen la vida de los dos entre su padre y su tío.
¡ Si ella supiera que lo que le mueve a ese planteamiento es poder reconquistarla! Pero está tan ciega de rencor que no lo ve, sólo ve que de nuevo la está agrediendo, cuando todo lo que desea es su felicidad y la de la niña. Sonó el teléfono en el domicilio de Iris.
- Dígame - al otro lado del teléfono hubo una breve pausa y enseguida la respuesta
-¿Iris?
- Sí, ¿quién llama?
-Soy Brendan, ¿cómo estás,? ¿ Victoria, está bien?
-Si,si, desde luego. Las dos estamos bien. ¿Llamas por lo del testamento?
-Si, será el próximo fin de semana, para facilitarte el desplazamiento en tu trabajo
- ¡Oh, gracias! has sido muy amable y has pensado en todo. Se nota que estás acostumbrado a manejar estas situaciones
-¿Lo dices con ironía?
- Por supuesto que no, no era esa mi intención. De acuerdo, pero me tengo que llevar a Victoria, no tengo con quién dejarla
´-¿Habías pensado dejarla en Madrid, es que crees que no tengo ganas de verla y abrazarla?
- Mira no tengo ganas de discutir, me duele la cabeza, pero...
-Pero ¿qué?. He observado que te duele con bastante frecuencia la cabeza. Deberías hacértelo mirar
-¿Sabes que existen unos aparatos llamados teléfono con los cuales comunicas en el acto con otra persona?. Pues eso que podías haberle llamado si tanto interés tenías por ella
-No pierdes ni un momento de reprocharme algo, ¿eh? Habrás de saber que no te he querido llamar para no presionarte. Creo que ya tendrás la decisión tomada porque en cuestión de pocos días lo tendrás que decidir
- Bueno, ¿quieres hablar con ella?
-Naturalmente. No sé qué concepto tienes de mi
-Pues mira ahora que lo dices, no muy bueno.
- En verdad voy a creer que somos incompatibles. Sea cual sea la circunstancia a la primera de cambio nos estamos atacando y esto no puede ser. No es esa mi intención; quiero llevarme bien contigo porque significas mucho para mi. Anda di a Victoria que se ponga
. Habló con su hija mientras Iris reflexionaba del por qué de su actitud en cuanto escucha su voz. ¿ Por qué le hablaba de esa manera, si todo lo que quería era escucharle?
En un vuelo regular y sin anunciar su llegada, Iris de la mano de Victoria llegó al hotel en donde iba a hospedarse el tiempo que estuviera en Dublín. Llamó por teléfono a Sean y le comunicó que ya Habían llegado . Le preguntó por la hora y el domicilio donde debería reunirse y al tiempo le dijo:-
-Sean tendré que llevar conmigo a Victoria, no tengo dónde dejarla. Espero que no importe
-¿Cómo va importarme?, pero vamos hacer una cosa. Louise vendrá conmigo al abogado y ella se encargará de entretener a la pequeña mientras nosotros solucionamos el papeleo, ¿ te parece?
-Si de acuerdo.¿Has hablado con Brendan? porque me comentó en una ocasión que tenía que hablar seriamente contigo.
- Si, lo ha hecho y me echó una bronca terrible. Pero con el descubrimiento ha salido ganando. El mismo lo reconoció y he de decirte que está loco de contento con la niña y....con la madre.
- Por favor, Sean, no digas eso. No hay vez que hablemos que no salgamos discutiendo
-Si pero en tu pais hay un refrán que dice:" amores reñidos, son..." Ya sabes el resto. Nos vamos a llevar muchas sorpresas todavía. Acuérdate de lo que te digo. Susan te pondrá al corriente en cuanto sea posible. Oye, pasaremos a buscarte. La cita es a las diez, pero estate lista a las nueve, así tomamos café antes de irnos. Y ¿ por qué te has hospedado en un hotel? Brendan tiene piso en Dublín, podías haber ido a su casa, que mirándolo bien también es la tuya. - Y rió...
- Sean, por favor qué cosas dices. No me puede ver ni en pintura y me voy a hospedar en su casa, ¿para crear más violencia?, no gracias, ya hay bastante.
- Bueno, pues será hasta mañana. Cuídate y dale un beso a mi nieta. Menos mal que ya no tendré que fingir más, por favor solucionarlo de una buena vez
Puntuales, Brendan, Sean y Louise acudieron al hotel a recoger a Iris y Victoria. Los abuelos después de abrazar a Iris se dirigieron a la niña que fue abrazada con inmensa ternura por Sean que con ojos vidriosos por la emoción murmuró: por fin, por fin.
Brendan , con una mirada larga hacia Iris, le dijo
- ¿ Cómo estás?
-. Bien- respondió ella mirándole también con fijeza.
- Bueno, tomemos un café y después nos vamos, o llegaremos tarde- anunció Sean.
En el bufete ya estaban Susan, Thomas y Olivia. Cuando hizo su aparición el resto de la familia, Olivia no pudo por menos de hacer un gesto de desagrado al encontrarse de nuevo frente a Iris. Apenas se saludaron y se sentaron esperando la entrada del abogado. Brendan lo hizo junto a Iris y Sean. Brendan sin saber muy bien por qué, cogió la mano de Iris y con una sonrisa le dijo
- . Todo saldrá bien, no estés nerviosa
Por primera vez Iris le miró sin rencor y con agradecimiento. Con una sonrisa le indicó que estaba tranquila y él no le soltó la mano, ella tampoco la retiró. Sean sonrió al ver la escena.
El testamento se leyó y vieron una cinta que había grabado Phillip en la que explicaba el porqué de sus decisiones. A su ex mujer le dejaba una buena cantidad de dinero como compensación a su fallido matrimonio. Lo que causó más sensación fue la disposición en que dejaba a Iris una fortuna en metálico y todas las acciones de la Compañía, con la salvedad de que sería Brendan quién le asesorara para cumplir con su cargo de directiva. A la pequeña Victoria también le dejó en herencia una fortuna que debería administrar su padre hasta su mayoría de edad.
Iris se emocionó al ver y escuchar la voz de aquel hombre que había ejercido de padre y que hasta después de muerto la seguía cuidando. Olivia no dijo nada, aunque no estaba conforme en lo concerniente a Iris.
Una vez concluidos los trámites, Iris anuncio que renunciaba a todo, y que no se haría cargo ni de las acciones ni del dinero. Ante la extrañeza de todos Brendan la llevó aparte y le preguntó el por qué de esa reacción.
- No necesito nada, tengo mi trabajo. Respetaré lo concerniente a la niña, pero lo mio no lo quiero. No soy bien vista en esta familia y rechazo todo lo que me obligue a un contacto en cualquier situación
-¿ A qué te refieres? ¿ quién no te quiere?
- Olivia ¿ no ves de que forma me ha mirado?
- Olivia no pertenece a nuestra familia, y créeme que lo ha intentado, pero no lo es. Me importa un pito lo que ella quiera o deje de querer. Nosotros si te queremos, yo te quiero y queremos a la niña, y por ella no te puedes permitir el rechazo a lo que el padrino te dejó con tanto amor
-¿Tu me quieres, estás seguro de lo que dices?- dijo riendo Iris
- Tan seguro como que tenemos una hija. Y vamos, no hagamos esperar al abogado que tenemos aún que formalizar algo
Y formalizó la paternidad de Victoria y su intención de legalizar su unión con Iris, tanto tiempo demorada. Ella escuchaba atónita , sin poder articular palabra. Durante años había deseado oír aquellas frases y contemplar la mirada tierna del que era su marido, aunque fuese un extraño Pero se dió cuenta de que eran dos extraños, y nada sabían el uno del otro. Y a su memoria acudió la imágen de Brendan abrazado a otra mujer, y lo rrechazó de plano, con unas duras palabras
-Si quieres legalizar la situación de Victoria, estoy de acuerdo, pero nosotros estamos bien como estamos. Con el fin de no perjudicar a la niña y crearle más confusión, acepto venir a vivir a Irlanda, pero en casas separadas. He pensado habilitar el pabellón de caza que hay junto a la mansión. Ese será nuestra vivienda, y de esta forma Victoria irá y vendrá sin salir de allí. Tu puedes seguir con tu vida y yo con la mia. Creo que es lo mejor.- Todos se quedarón atónitos ante la respuesta de Iris. El con el rostro contraido, dijo:
- Está bien, no estoy conforme, pero ya no lucharé más.Estoy cansado de tanto desacuerdo, así será, pero soy yo quién deba vivir en el pabellón. Al menos dame esa prerrogativa
-No, de ninguna de las maneras. Yo viviré en el pabellón, o iré a un piso independiente-. Brendan levantó los brazos en señal de rendimiento. No quería discutir más; estaba claro que ella no quería ningún acercamiento.
Una vez firmados todos los documentos, Brendan con el pretexto de tener que hacer algunos trámites de la compañía se fue a la oficina y se ausentó de allí. No quería seguir viendo a Iris. Victortia pasaría unos días con su padre y su familia, y ella regresaría a Madrid en el primer avión que hubiera disponible.Todos se habían llevado un gran disgusto ante la negativa de Iris, pero fue Susan, por tener más confianza con ella, quién la recriminó su actitud
- Susan, no tienes ni idea de la tensión existente entre nosotros. Él tiene a alguien en su vida y no soy yo. ¿ Cómo pretendes que viva bajo su mismo techo ?
- ¿ Pero de donde sacas ese absurdo?
- Lo vi con mis propios ojos. El día del entierro del padrino le sorprendí en el vestíbulo abrazado a una mujer. ¿ Crees acaso que nuestra convivencia sería beneficiosa para Victoria de ese modo ? No Susan, es mejor seguir como hasta ahora, Sólo quiere recobrar a su hija, perfecto, pero yo le soy indifeente, todo es protocolario, para que la gente no hable
-¿Crees de verdad que le importa que hable la gente? Te quiee Iris, te quiere. Por mi experiencia, créeme que es mucha, sé cuando un hombre mira a una mujer cuando está enamorado y Brendan lo está de ti
- Basta ya Susan, por favor. Mi decisión es irrevocable
- Está bien. Cometes un error del que te arrepentirás algún día. Es tu decisión.
Esa misma noche, Iris, tomó un avión con destino a Madrid. Era la primera vez que se separaba de su hija, pero reconocía que su padre tenía derecho a disfrutar de la niña, algo que le había negado desde su nacimmiento
.
Cumpliendo los deseos de Iris, el pabellón se habilitó para que ellas viviean cómodamente. Brendan desde la ventana de su dormitorio, contemplaba el ir y venir de los transportistas que llevaban y traian muebles de la mansión. Iris llegaría en un par de días, pero él iria al campo con Susan y su hija a pasar ese fin de semana, dando lugar a que ella se instalase sin tener que estar pendiente de Victoria. María la acompañaría, así que no estaría sola.
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-Si quieres legalizar la situación de Victoria, estoy de acuerdo, pero nosotros estamos bien como estamos. Con el fin de no perjudicar a la niña y crearle más confusión, acepto venir a vivir a Irlanda, pero en casas separadas. He pensado habilitar el pabellón de caza que hay junto a la mansión. Ese será nuestra vivienda, y de esta forma Victoria irá y vendrá sin salir de allí. Tu puedes seguir con tu vida y yo con la mia. Creo que es lo mejor.- Todos se quedarón atónitos ante la respuesta de Iris. El con el rostro contraido, dijo:
- Está bien, no estoy conforme, pero ya no lucharé más.Estoy cansado de tanto desacuerdo, así será, pero soy yo quién deba vivir en el pabellón. Al menos dame esa prerrogativa
-No, de ninguna de las maneras. Yo viviré en el pabellón, o iré a un piso independiente-. Brendan levantó los brazos en señal de rendimiento. No quería discutir más; estaba claro que ella no quería ningún acercamiento.
Una vez firmados todos los documentos, Brendan con el pretexto de tener que hacer algunos trámites de la compañía se fue a la oficina y se ausentó de allí. No quería seguir viendo a Iris. Victortia pasaría unos días con su padre y su familia, y ella regresaría a Madrid en el primer avión que hubiera disponible.Todos se habían llevado un gran disgusto ante la negativa de Iris, pero fue Susan, por tener más confianza con ella, quién la recriminó su actitud
- Susan, no tienes ni idea de la tensión existente entre nosotros. Él tiene a alguien en su vida y no soy yo. ¿ Cómo pretendes que viva bajo su mismo techo ?
- ¿ Pero de donde sacas ese absurdo?
- Lo vi con mis propios ojos. El día del entierro del padrino le sorprendí en el vestíbulo abrazado a una mujer. ¿ Crees acaso que nuestra convivencia sería beneficiosa para Victoria de ese modo ? No Susan, es mejor seguir como hasta ahora, Sólo quiere recobrar a su hija, perfecto, pero yo le soy indifeente, todo es protocolario, para que la gente no hable
-¿Crees de verdad que le importa que hable la gente? Te quiee Iris, te quiere. Por mi experiencia, créeme que es mucha, sé cuando un hombre mira a una mujer cuando está enamorado y Brendan lo está de ti
- Basta ya Susan, por favor. Mi decisión es irrevocable
- Está bien. Cometes un error del que te arrepentirás algún día. Es tu decisión.
Esa misma noche, Iris, tomó un avión con destino a Madrid. Era la primera vez que se separaba de su hija, pero reconocía que su padre tenía derecho a disfrutar de la niña, algo que le había negado desde su nacimmiento
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Cumpliendo los deseos de Iris, el pabellón se habilitó para que ellas viviean cómodamente. Brendan desde la ventana de su dormitorio, contemplaba el ir y venir de los transportistas que llevaban y traian muebles de la mansión. Iris llegaría en un par de días, pero él iria al campo con Susan y su hija a pasar ese fin de semana, dando lugar a que ella se instalase sin tener que estar pendiente de Victoria. María la acompañaría, así que no estaría sola.
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