Se instaló en el barrio latino en el que había gran cantidad de ciudadanos cubanos. Ello le haría más fácil la convivencia, al no saber ni una palabra de inglés. Le gustaba Nueva York, quizá le abrumaba un poco, pues en aquella época tenía siete millones de habitantes, mientras que en Madrid a duras penas llegaban al millón. Pero lo echaba de menos, echaba en falta la charla con el kiosquero de periódicos, con el panadero, el sentarse tranquilamente en un café a charlar con los amigos, en definitiva: añoraba Madrid... y a Almudena. Se sentía muy sólo y su recuerdo nunca le abandonaba.
Poco a poco fue integrándose con muchachos de su misma clase social y éstos a su vez le introdujeron en los círculos sociales más selectos. En ellos conoció a Louise, una chica americana con la que se desposaría tiempo más tarde , y con la que tuvo dos hijos: Ralph y Charles.
Rafael en uno de sus viajes a Madrid, visitó la casa de Almudena. Ya no vivían allí, pero, por la portera de la finca, se enteró de que hacía años que ella había fallecido. Averiguó el lugar de su reposo y una mañana en un taxi se dirigió al cementerio de La Almudena, preguntó en información por el lugar exacto del enterramiento y portando una ramo de rosas rojas, llegó al lugar en donde el amor de su vida reposaba para siempre. Comprobó que tenía flores frescas
--Quizá de su esposo, o de sus hijos si es que los ha tenido...Pasó su mano por la inscripción del nombre, depositando un beso, y se alejó de allí con el corazón lleno de pena.
Pudo disfrutar del casamiento de su hijo mayor Ralph con una chica muy americana procedente de Tejas, es decir de un magnate del petróleo, y que tenía por nombre Kim Se casaron enamorados, y tuvieron dos hijos: Robert y Roger.
Sin embargo, Charles, permanecía soltero y se dedicó al medio ambiente , que por aquella época empezaba a comentarse. Algunos años más tarde se casaría con una joven bióloga que estudiaba la vida de los insectos. No tuvieron hijos.
Y, una vez presentadas las dos familias, es cuando conoceremos el ir y venir de ambas ramas . Cada una de ellas en el otro extremo del mundo.
Sabremos de sus avatares y la relación que tuvieron con la finca heredada de la familia hace ya tantos años.
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